La receta y los argumentos de Friedman en su visita a Chile el '75

"Chile es un 'hombre muy enfermo'. Un hombre enfermo no puede esperar recuperarse sin costo". En 1975 Milton Friedman hizo este diagnóstico en una conferencia en el Edificio Diego Portales. El país sufría una fuerte inflación, alto desempleo, y el Estado tenía gran injerencia en la producción. El economista recomendó atacar todo eso y cambiar de paradigma hacia las ideas económicas que le valieron el Premio Nobel al año siguiente. Aplicados esos principios, 37 años después la nación es una de las más prósperas de la región.

Este académico de la Universidad de Chicago era ya entonces una celebridad. Padre intelectual de los Chicago boys chilenos que asumieron en esos años la conducción de la economía, en el mundo se le conocía por ser un predicador de la libertad, tanto política como económica, siguiendo los pasos de su colega en Chicago, el economista y filósofo austríaco Frederich von Hayek, laureado con el Nobel en 1974.

Friedman aceptó la invitación del entonces titular de la Fundación de Estudios Económicos del banco BHC Rolf Lüders (hoy académico de la Universidad Católica), para que expusiera sus ideas en los primeros años de la transformación económica de Chile.

Este martes 31 de julio se cumplen 100 años de su nacimiento y en conmemoración de ese hito el historiador de la Universidad de los Andes y director del Instituto Democracia y Mercado, Angel Soto, editó el libro "Un legado de libertad: Milton Friedman en Chile", donde se incluye la reproducción del discurso en el Diego Portales. El volumen recopila además la carta que un mes después de su paso por el país le envío Friedman al presidente Pinochet resumiendo su receta para Chile, e incluye también una entrevista al ex ministro de Hacienda, Sergio de Castro -efectuada por Soto-, y los artículos del profesor de la UC Jaime Bellolio y del abogado Axel Kaiser. Angel Soto participará en el seminario que tendrá lugar este martes para celebrar el natalicio de Friedman, y que organiza Rolf Lüders. Encuentros similares se realizarán en varios otros países del mundo.

A través de su discurso y su carta, el libro da cuenta del ideario planteado por Friedman para resolver lo que él identificó como "los problemas fundamentales de Chile: la inflación y el fortalecimiento del libre mercado".

Partió recomendando aplacar la inflación con un "tratamiento de shock", reduciendo "el tamaño, ámbito y función del gobierno" y, asimismo, "aumentar, mejorar y fortalecer el mercado libre, la empresa privada y la economía fundada en ellos".

Al comenzar a enunciar la larga lista de pasos que debía dar el país, planteó que "hay un solo camino, solamente uno, ¡Sólo uno!" para terminar con la inflación: 1. "Una reducción de 20% a 25% en los gastos de gobierno es una condición absoluta", dijo. Esto debía realizarse en seis meses. "No creo que para Chile una política de gradualismo tenga sentido. Temo que el 'paciente' puede llegar a morirse antes que el 'tratamiento' surta efecto. Creo que Chile puede ganar mucho si examina los ejemplos relacionados con el tratamiento de shock", manifestó.

La lógica detrás de este paso es que "el gobierno no sólo puede obtener dinero de la ciudadanía mediante la tributación", expuso. Según sus cálculos, tres cuartas partes del gasto del Fisco, que ascendía a 40% del PIB, se recaudaba con el impuesto a la renta, ventas y otros. "El otro 10% se 'cobra' mediante otro tipo de impuesto: el impuesto 'inflación'", sostuvo. De ahí la necesidad de bajar el gasto.

Consistente con su visión de que la fuente de toda inflación tiene origen en la cantidad de dinero, Friedman propuso, además:

2. No emitir más dinero para financiar gasto en el plazo de seis meses. "Así como la recuperación económica se vaya dando, la cantidad de dinero deseable en términos reales, esto es, la cantidad consistente con precios estables, aumentará", dijo.

3. Sugirió "un crédito nacional de estabilización para complementar la reducción del gasto durante los seis primeros meses, para permitir así una más rápida reducción en la emisión de dinero que en el gasto", y un crédito externo de estabilización, de ser posible, para el mismo propósito. "Un programa de shock tal como este podría eliminar la inflación en cuestión de meses", aseguró.

"Su juicio no pudo ser más cierto, considerando que cualquier programa así no se aplica de un día para otro. El así llamado programa de shock se empezó a implementar en 1975 (año en que el PIB se redujo en más de 12%) y ya en 1976 se estaba creciendo en 3,5%, para luego aumentar en los años siguientes al 9,9%, 8,2%, 8,3% y 7,9%. ¿Es posible pensar en algo más espectacular?", manifiesta Lüders.

4. En el proceso también debía reemplazarse el escudo por el peso a una tasa de 1 peso = 10.000 escudos. "Por sí misma, esta medida no produciría ningún efecto sustancial, pero cumpliría una valiosa función sicológica", en el sentido de prometer estabilidad de precios, indicó Friedman.

5. Asociado a lo anterior estaba lograr "aproximarse a un tipo de cambio de libre mercado". Friedman siempre se inclinó por sistemas flotantes.

6. Mercado de capitales privado.El académico señaló que, solucionado el problema de la inflación, la cantidad de dinero consistente con precios estables aumentaría, y que "este incremento debiera servir como base para la expansión de un mercado de capitales privado en vez de utilizarse para financiar gasto público". Señaló que "un requisito fundamental para que Chile tenga un crecimiento de largo plazo, es el establecimiento de un mercado de capitales mucho más sólido, viable y eficaz".

7.Asimismo, puntualizó que el surgimiento de ese mercado "facilitará en gran medida la privatización de empresas y actividades que aún se encuentran en manos del Estado".

8. Consistente con su concepción libertaria, Friedman explicó que había que eliminar "la mayor cantidad posible de obstáculos que, hoy por hoy entorpecen el desarrollo del libre mercado". En ese contexto, en el mercado laboral consideró menester "suspender, en el caso de las personas que van a emplearse, la ley actual que impide el despido de los trabajadores" que llevaran más de seis meses contratados. Es "preciso disponer de flexibilidad, es decir que existan los términos adecuados tanto como para contratar y despedir, y que sea posible establecer y anular, en forma bilateral y libre, cualquier acuerdo entre dos personas", sostuvo.

También sugirió "eliminar los obstáculos a la creación de nuevas instituciones financieras".

9. Para paliar los efectos del ajuste propuso como "deseable proveer subsidios de cesantía a quienes sean despedidos de los empleos públicos y establecer disposiciones para favorecer a quienes sufrirán gravemente a causa de las medidas que se haya resuelto aplicar".

Eso sí, pidió no ayudar a los empresarios afectados por el ajuste. "Todo hombre de negocios está a favor de la libre empresa para los demás, no para él. Quiere concesiones especiales del gobierno", dijo, siendo explícito en que no debían ponerse subsidios.

10. Friedman también argumentó en favor de la liberalización del comercio internacional como medio para reducir "la dependencia de Chile en un sola exportación de importancia: el cobre. Quizás la mayor recompensa en esta área se obtendría a través de la liberalización de la importación de vehículos motorizados", manifestó.

Y aunque en general el país estaba caminando en esa dirección, recalcó que "la liberalización debía avanzar a una velocidad y en una extensión mucho mayores de las que hasta ahora han sido propuestas".