La supervivencia del departamento de Jorge Alessandri en Phillips 16

EN el histórico edificio de Phillips 16, a pocos pasos de la Plaza de Armas, vivió por más de 40 años Jorge Alessandri. Desde su departamento del cuarto piso, el ex presidente caminaba a diario hacia La Moneda, algunas veces solo, otras, acompañado por algún ministro, siempre sin escoltas.

Hoy, el lugar está rodeado de un ambiente poco refinado: los colorinches letreros del local de comida china Shaolin, la peluquería Penthouse, la sandwichería Las 3 Jotas, restaurantes peruanos varios, la tapicería La Piedad y las 10 horas de programación triple X de los cines Capri, Mayo y Nilo. También está el restaurante del Sindicato de Folcloristas de Chile, donde se ofrece pan con forma de guitarra. El paseo adoquinado, que data de 1930, es inundado por un característico olor a pollo frito. En resumen, una postal muy distinta al carácter austero del ex mandatario.

"Era una persona muy sobria y sencilla, que caminaba regularmente por la ciudad", cuenta Jorge Alessandri Vergara, sobrino nieto del ex gobernante y actual concejal por la comuna de Santiago. "Además, cuando era presidente, regresaba a la hora de almuerzo para comer en la casa de su cuñado, Arturo Matte Larraín, abuelo de la actual ministra de Vivienda, quien también era su vecino", agrega.

Jorge Alessandri Rodríguez, "El Paleta" (de "paleteado", buena persona), llegó a vivir en la década del 30 a este departamento rotulado con la letra X, en Paseo Phillips 16, de un edificio diseñado por el arquitecto Alberto Siegel. Incluso, antes de convertirse en mandatario, era común que se moviera por el centro de Santiago caminando. Durante su período presidencial (1958-1964) era visitado permanentemente por algunos asesores, como Eugenio Heiremans y Hugo Rosende, quien posteriormente fue ministro de Justicia de Augusto Pinochet. Incluso, se dice que en las mañanas recibía a algunos secretarios de Estado en bata, mientras se afeitaba en un baño ubicado en su biblioteca, para despachar asuntos urgentes. "Es difícil confirmar ese dato, pero probablemente tomó muchas decisiones políticas en su casa o en la casa de su cuñado", comenta la historiadora Sofía Correa Sutil. "Su departamento era amplio, cómodo, sobrio. El nunca se casó y era una persona austera, un símbolo de la política de esos tiempos que hoy se ha perdido", agrega.

El también historiador Alfredo Jocelyn-Holt recuerda que cuando Alessandri era presidente del Consejo de Estado en el régimen de Pinochet, acudía a verlo Jaime Guzmán. "Iba a tomar té muy seguido con él", asegura el historiador.

El departamento de "El Paleta" tenía una superficie de 220 metros cuadrados. Constaba de un amplio recibidor, un comedor, una habitación que utilizaba como despacho y cuya ventana daba a la Catedral de Santiago, una biblioteca y dos habitaciones. "Era muy sencillo y amplio. El era amante del arte y de los muebles antiguos. De hecho, mi padre heredó un cuadro valioso llamado "Las tentaciones de San Antonio", que estaba colgado en su escritorio", cuenta Alessandri Vergara. "Una de las cosas que caracterizaban la casa del ex presidente es que siempre tenía la calefacción encendida, fuese invierno o verano, pues era muy friolento. Los días miércoles mis padres iban a tomar té con él, y aunque era julio, mi madre se vestía de verano para ir", añade.

Durante la década del 80, eran comunes sus conversaciones telefónicas con el alcalde de Santiago de esos años, Carlos Bombal. "Una vez se iniciaron reparaciones en la Plaza de Armas durante las tardes, lo que importunaba la siesta de don Jorge. El mismo llamó a Carlos Bombal para explicarle cómo deberían ser usados los taladros para que no hicieran tanto ruido", cuenta Alessandri Vergara.

Después de la muerte de Jorge Alessandri, en agosto de 1986, el departamento pasó a la sucesión hereditaria y fue vendido por la familia. En la década del 90 tuvo varios usos, como oficina de contratación de personal para un supermercado e incluso una bodega comercial. En 2008, un incendio generado en el sexto piso -en el que murieron una madre y su hijo- afectó al edificio, pero el departamento de Alessandri no sufrió daños. Cuatro años antes del siniestro, el abogado Roberto Celedón lo compró cuando iba a salir a remate, aprovechando que tenía su oficina en el piso superior al departamento.

"Es un lugar que posee un valor histórico y que pasó por distintas manos y con destinos poco felices. Nos enteremos que lo iban a rematar e hicimos una oferta antes de que se realizara la subasta. Estaba tasado en 60 millones de pesos y eso pagamos", cuenta Celedón. "La idea era ampliar el despacho, que está inmediatamente arriba, a través de una escala. Pero como había que hacer una remodelación y dos de nuestras hijas se unieron para generar una consultora sobre distintos ámbitos, decidimos aportar a ese proyecto con el inmueble", agrega.

En efecto, el departamento es ahora una oficina de la empresa CLB Consultores, dedicada a la gestión de comunicaciones y selección de personal. A pesar del uso como oficinas de las distintas habitaciones, según sus propietarios, el lugar recuperó parte de la dignidad que se merece. "Había un trajín de gente que no tenía el recuerdo de lo que significaran Alessandrí y el lugar", apunta Celedón, quien trabaja en el edificio desde 1996. El departamento aún conserva una vitrina incrustada en las paredes del escritorio y tres calefactores distribuidos en diferentes salones. "Cuando lo adquirí, la compra incluía un pequeño departamento de dos habitaciones en el sexto piso, que supongo era usado por el personal de servicio", explica Celedón.

A diferencia del caso de Alessandri, la familia de Eduardo Frei Montalva ha dado un uso especial a la antigua casa presidencial. En la calle Hindenburg 683, en la comuna de Providencia, funciona hoy la Casa Museo Frei Montalva.

Por lo mismo, el abogado Celedón dice estar dispuesto a llegar a un acuerdo con la familia Alessandri si existe un interés por recuperar el lugar. "Si la familia, la municipalidad o alguien tiene interés de rescatar el departamento, estamos abiertos. (Alessandri) fue un destacado Presidente de Chile, más allá de sus ideas políticas, y fue el último mandatario que vivió en el centro de Santiago", comenta Celedón.

Jorge Alessandri Vergara, de 31 años, y que sólo tenía ocho cuando murió el ex mandatario, reconoce que existe ese interés por parte de él. "Estoy tratando de recuperar ese departamento. Llamé a Carlos Bombal para hacer gestiones. Por mi doble función, como concejal y asesor en La Moneda, repito esa caminata que hacía el ex presidente a diario", finaliza su sobrino nieto.