Las desconocidas playas de la Tercera Región
<font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 12px;">La zona de Caldera tiene cerca de 70 playas, y entre ellas hay algunas que no tienen demasiado que envidiarles a las del Caribe. Son paraísos escondidos entre el desierto, a veces de difícil acceso, que sólo los locales y algunos aventureros llegan a conocer.</span></font>
Playa Ramada
Mansa sólo a ratos. La mayoría del tiempo son sus grandes olas las que se roban la atención en este balneario ubicado a seis kilómetros al norte de Caldera, que está entre las playas más grandes de la región. Ramada es uno de los lugares favoritos de la gente de Copiapó y se llena de familias que llegan las tardes de verano a aprovechar sus aguas cristalinas y aptas para el baño, ya que el oleaje se arma al fondo, donde sólo los más experimentados o audaces van a nadar. El lugar está señalizado y para llegar desde la Ruta 5 hay que tomar un camino de ripio en buen estado que se encuentra paralelo a la playa. Si se quiere ir sólo por el día es recomendable entrar por el sector norte -donde empieza la playa Rodillo- porque hay más espacio para ubicarse y disfrutar de la vista. Pero también se puede acampar en el sector sur.
Verde Vértigo
También es conocida como Salto del Gato, porque llegar y salir de esta playa requiere destreza física, por lo que no es recomendable ir con niños, ancianos o coches de guagua. Está a 22 kilómetros al sur de Bahía Inglesa, entre Playa Chorrillos y Bahía Cisne, pero como no hay ninguna señalética, las indicaciones se transmiten por el boca a boca. Una vez que se determina por dónde entrar, hay que dejar el auto estacionado para comenzar el descenso que sólo se puede hacer a pie. El camino, que toma cerca de 20 minutos, va bordeando la ladera. Hay que subir cerros y escalar, pero con una linda vista al mar, todo para finalmente llegar a una pequeña y acogedora playa rodeada de acantilados en la que rara vez hay gente. Ideal para los que sueñan con una playa virgen.
Playa Portofino
Portofino se caracteriza por sus arenas blancas, el mar templado y cristalino, y sus grandes olas que la han convertido en sede del campeonato de surf “Olas del desierto”, un torneo anual que reúne a destacados exponentes nacionales de este deporte y al que además llegan muchos turistas. La playa, ubicada a 20 kilómetros al sur de Chañaral, también tiene pequeñas ensenadas y caletas entre roqueríos, lo que la hace buena para la pesca y el baño. El lugar, eso sí, no tiene infraestructura ni restaurantes, sólo algunos quioscos, donde se venden productos básicos y algunas casas de veraneo. A unos 500 metros de la playa está la Posada “Don Ramón”, con almuerzos caseros y contundentes por 1.500 pesos.
Santuario de la Naturaleza Granito Orbicular
Este lugar, a 11 kilómetros de Caldera con nombre marciano, es una de las mayores atracciones del área y es un destino de gran interés para geólogos y amantes de las rocas. La playa, que fue declarada Santuario de la Naturaleza en 1981, tiene unas formaciones rocosas muy poco comunes: las orbículas elípticas que le dan nombre y que están incrustadas en las piedras. La zona, al norte de la extensa playa de Rodillo, está sólo a un kilómetro de la Ruta 5 y más al norte por los senderos marcados hay un islote que da hogar a cientos de lobos marinos.
Chorrillos
El difícil acceso ha mantenido protegida a esta playa de gran belleza y peculiar paisaje que está a 18 kilómetros al sur de Bahía Inglesa por la ruta costera hacia Puerto Viejo. La única forma de acceder es dejar el auto donde termina el camino habilitado y caminar 800 metros hacia el sur por un complicado sendero rocoso con vertientes y algo de vegetación. El esfuerzo se ve compensado cuando uno llega a una playa de arena gris y con vegetación algo bastante inusual para la zona. El alto cerro que la rodea tiene formaciones rocosas donde se puede hacer trekking.
Bahía Salado
Sus arenas muy blancas y enormes dunas la han transformado en uno de los destinos favoritos para acampar en verano. Pero este es un destino sólo para audaces porque queda lejos y el camino de acceso es difícil. La gran cantidad de rincones y vistas que tiene no dejan aburrirse, pero hay que ir preparado porque en las tardes es común que se levante un viento sur frío, que obliga a abrigarse. Se encuentra en el kilómetro 838 de la Ruta 5 Norte.
Playa Blanca
“El turista aquí puede encontrar la paz que busca para sus vacaciones”. Así define Sernatur Región de Atacama a esta maravillosa playa, una de las más lindas en una zona de playas lindas. Arenas blancas, agua verde y cristalina y suaves oleajes, ideal para el descanso y la pesca deportiva. Está cerca del Parque Nacional Llanos de Challe, a 40 kilómetros al norte de Huasco y a 170 de Copiapó, y combina dos características que no tiene ninguna otra de esta lista: mar turquesa y manso y paredes erosionadas que la rodean.
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