Las historias inéditas que esconde el Hotel Sheraton en sus 40 años de vida
<P>El Sheraton abrió en 1970 como la primera cadena extranjera de Santiago. Tras enfrentar un intento de expropiación, por sus piezas pasaron los rugbistas uruguayos, Liza Minnelli, Luciano Pavarotti, Steffi Graf y Michael Jordan. </P>
Durante años fue la única cadena internacional de hoteles que hubo en Santiago. Todas las personalidades extranjeras que visitaban la capital se alojaban en sus habitaciones con vista al río Mapocho y a una ciudad que, por esos años, crecía hacía el oriente. Este mes cumple cuatro décadas el Hotel Sheraton, uno de los más emblemáticos de la ciudad. En sus años de historia debió enfrentar intentos de expropiación, emergencias y terremotos. Siempre conservando el lujo y el glamour, que le ha permitido mantenerse vigente en la oferta hotelera en el país.
Abrió al público en 1970, pero dos años antes la compañía tomó la decisión de construir una sucursal en Santiago. Ese año, 1968, la International Telephone & Telegraph (ITT) compró la cadena Sheraton y determinó abrir cuatro sucursales en Latinoamérica: Buenos Aires, Lima, Río de Janeiro y Santiago.
El arribo de una cadena internacional fue una novedad en la sociedad capitalina, donde el único hospedaje de renombre era el tradicional Hotel Carrera. La sorpresa fue doble cuando se supo que el nuevo proyecto se emplazaría en unos terrenos enclavados en los faldeos del cerro San Cristóbal y sin grandes accesos viales. "En esos años el sector era como Chicureo, y aunque el centro estaba a 10 minutos, era lejos. Era un sitio fuera de lo normal para construir un hotel, ya que ni siquiera estaba el acceso por Santa María y había que entrar por Pedro de Valdivia Norte. Con los años, uno se da cuenta de que la persona que eligió el lugar fue un visionario", explica Howie Brown, gerente general del hotel.
El diseño del edificio se encomendó a la firma Alemparte, Barreda y Asociados, mientras que la decoración estuvo a cargo del artista plástico Rafael Ampuero. "Fue el primer hotel moderno y de importancia internacional que hubo en Santiago", confirma Ernesto Barreda, uno de los arquitectos del proyecto, quien viajó a Estados Unidos y a Europa para conocer diseños de hoteles.
Para Yves Besançon, miembro de la misma oficina, el hotel se transformó en un clásico de la arquitectura capitalina de los 70. "Ha marcado una imagen en la retina de los santiaguinos desde su inauguración. Fue, sin duda, el mejor hotel de Santiago y no hubo otro igual hasta principios de los 80, cuando se terminó el proyecto del Hotel Crowne Plaza", relata.
En sus primeros años, el hotel debió enfrentar el beligerante fervor político que vivía el país. Además de los escasos turistas que visitaban Chile, en 1971 un rumor llegó a los oídos del directorio de la sucursal santiaguina: el gobierno de la Unidad Popular estudiaba expropiar el edificio y transformarlo en un hospital para niños. "Era una versión muy fuerte, pues el gobierno estaba enfrentado con la ITT. Un día me llaman los sindicatos, dirigidos por el Partido Comunista y el Socialista, y me piden ayuda. Ellos estaban conscientes de que si se transformaba en hospital, nos íbamos todos a la calle", cuenta Eulogio Pérez Cotapos, abogado miembro del directorio en esos años.
Tras diversas conversaciones con los trabajadores del hotel, Pérez Cotapos accedió a buscar una solución, aunque no sabía cómo llegar a las altas esferas del gobierno de la época. "No se preocupe, nosotros arreglamos la reunión, me dijeron los del sindicato. Cuatro días después tenía una cita con Allende en La Moneda", recuerda.
Según relata, el Presidente Salvador Allende lo recibió molesto al comienzo de la reunión, pero después de contarle que era imposible adaptar el hotel a un hospital, entre otras cosas, porque el tamaño de los pasillos impedía el ingreso de las camas hospitalarias, el mandatario cambió de actitud. "Yo le recalqué que venía en representación de los sindicatos y me dijo que ese mismo día me iba a dar una respuesta. Horas después me vienen a buscar dos policías de Investigaciones a mi oficina de Agustinas y cuando me encuentro nuevamente con él, me comenta que habló con los ministros y que efectivamente el edificio no servía como hospital", relata. "Dígale a su gente (los sindicatos) que se quede tranquila, dijo en ese momento. El estaba sorprendido de mi interés por solucionar el tema", agrega.
Desechada la posible expropiación, un año después el Hotel Sheraton vivió un momento histórico cuando alojó a los 16 sobrevivientes del avión uruguayo que se estrelló en la Cordillera de los Andes. Después de subsistir 72 días en condiciones extremas, pasaron su primera noche durmiendo en una cama en las habitaciones del hotel.
"La primera comida que tienen al ser rescatados fue en el Sheraton. Cada dos años vienen a Chile y realizan un partido simbólico con los rugbistas chilenos. Siempre se quedan en el hotel", cuenta Brown.
Años después, en 1981, el hotel volvió a enfrentar una situación extraordinaria, cuando parte de sus instalaciones se trasformaron en un improvisado centro médico para atender a las víctimas del incendio de la Torre Santa María.
"Debido a que los árboles del sector eran pequeños, el helicóptero para trasladar a los heridos aterrizaba en el patio del hotel", agrega Brown.
Con el boom económico de fines de la década de los 70, el hotel comenzó a ser uno de los centros más exclusivos de Santiago. Reconocida era la parrilla del restorán El Bohío, que aún hoy se repleta diariamente. El lugar fue el centro de reunión para los miembros del jet set nacional y las pocas figuras internacionales de la música que llegaban a Chile se quedaban ahí. "El año récord del hotel fue 1980, con un 92% de ocupación. En esos años había 335 habitaciones, lo que significaba tener sólo 15 habitaciones desocupadas por día", relata Brown.
En esos años, acontecimientos faranduleros como el concurso de Miss Chile ocurrían en el Sheraton. "Las candidatas se quedaban una semana en el hotel. Realizábamos ensayos en los pasillos y después de la competencia, una gran fiesta con la prensa. Las estrellas invitadas al concurso también se quedaban en el Sheraton", cuenta Mónica Risopatrón, productora del concurso en esos años.
Entre las personalidades deportivas que disfrutaron de las bondades del hotel se cuenta la tenista alemana Steffi Graf o el basquetbolista Michael Jordan, además de varias selecciones de fútbol. En 1985, el equipo sueco de Copa Davis se alojaba en el Sheraton cuando el terremoto de marzo de ese año sacudió al país. "No lo pensaron dos veces y se fueron en el primer avión que encontraron", recuerda Brown.
Artistas de la talla de Luciano Pavarotti, Liza Minnelli y Peter Gabriel también optaron por el Sheraton las veces que visitaron Chile, mientras que líderes mundiales, como el Rey Juan Carlos de España o el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se han alojado en el hotel en diferentes ocasiones."El máximo evento en términos políticos fue la Cumbre de las Américas de 1998. De los 34 jefes de Estados que vinieron a Chile, 32 se quedaron en el Sheraton. Bill Clinton se fue al Hyatt y el Presidente Fernando Henrique Cardoso se quedó en la embajada de Brasil", cuenta Brown.
El Hotel Sheraton se remodelará completamente el próximo año, lo que incluye cambios en el centro de convenciones, la fachada y el lobby, entre otros espacios. Por lo mismo, más allá de distintos eventos para recordar los 40 años de su inauguración, a mediados del 2011 se hará una gran fiesta para celebrar las primeras cuatro décadas de existencia.
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