Libro relata las historias de los colonizadores del Baker

<P>Texto recoge biografías de los pioneros de la Patagonia chilena.</P>




La vastedad y desolación de un terreno indómito surgió imponente ante los pioneros que, a comienzos del siglo pasado, llegaron a Cochrane, la provincia más austral de la Región de Aysén. Allí, el aislamiento y las temperaturas que siguen bordeando los 20 grados bajo cero en invierno, convirtieron en un duro reto el intento de hacer soberanía en la Patagonia chilena.

"En el año 1956 llegamos a Cochrane con mi padrastro (…) y, cuando lo hicimos, casi me puse a llorar: era pura soledad, en el pueblo no habían ni casas", relata Elida Cruces, una pionera que llegó desde Coyhaique, hoy capital regional de Aysén, hasta la entonces denominada zona del río Baker.

Experiencias de este tipo son las que recoge el libro "Biografías de los pobladores del Baker", que estrena su tercera parte con el financiamiento de la Municipalidad de Cochrane y el Gobierno Regional de Aysén.

La iniciativa busca reconocer el esfuerzo anónimo de quienes contribuyeron al progreso posterior de la comuna, que logró conectarse finalmente con el resto del país tras la construcción de la Carretera Austral en la década del 80.

Lo que hace pocas décadas eran caseríos habitados por colonos llegados desde Argentina, y desde la zona centro y sur de Chile, se ha convertido en una pequeña y moderna ciudad fundada en 1954, en la que habitan unas tres mil personas. Se considera que un 60% de la población vigente desciende de colonos y pioneros.

Javier Muñoz, funcionario de la Municipalidad de Cochrane y parte del equipo de redacción del texto, afirma que "Cochrane aún no se había fundado cuando llegaron mis abuelos y, además, no había posibilidad de abastecerse. Las provisiones tenían que adquirirlas en Argentina, donde iban dos o tres veces al año con varios caballos cargueros (pilcheros) para hacer pedidos de alimentos para varios meses", afirmó Muñoz.

"Mi abuelo, quien luego fue comprador de animales, permanecía cerca de dos o tres meses reuniendo ganado para partir a Coyhaique, que ya existía por entonces", agregó.

La primera edición del libro incluyó 36 entrevistados; la segunda, 40 y la tercera parte, 44. El factor de unión de las narraciones es la lucha que debieron sortear para sobreponerse a la adversidad, a lo que se agrega la deuda de gratitud con las provincias argentinas donde podían sumar hasta unos 15 días de marcha para adquirir las provisiones que les permitieron subsistir.

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