Llega la comedia que reúne a Steve Carell con Emma Stone y Ryan Gosling
<P>Junto a Julianne Moore actúan en la película <I>Loco y estúpido amor.</I></P>
La pareja en silencio mira la carta del restorán por un buen rato. No se hablan hasta que el momento de indecisión y poca química se rompe cuando él le pregunta a su mujer qué va a ordenar. En vez de un plato, lo que el tipo recibe como respuesta es un balde de agua muy fría. "Me quiero divorciar", escucha de su mujer. En ese momento, cuando todo se desarma para el matrimonio de Cal (Steve Carell) y Emily (Julianne Moore), es cuando se arma la trama de la comedia romántica Loco y estúpido amor, que se estrena en Chile el próximo jueves 18.
La tesis que sostiene la película es que independientemente de la edad que tengas, el amor puede llevarte a hacer cosas estúpidas. Y para eso vemos estupideces que cruzan tres generaciones. La del matrimonio divorciado por la aparición de un tercero (Kevin Bacon), la de su hija mayor (Emma Stone) que se enreda con el consejero de soltería de su padre (Ryan Gosling), y la del hijo menor que no puede más con una niñera, que a su vez no puede más con el padre.
En una de las salas de cine del edificio de Time Warner, ubicado en el epicentro de Manhattan, se proyectó hace un par de semanas la nueva apuesta de Warner y al día siguiente actores, productores y la dupla de directores -los mismos de Phillip Morris, ¡te quiero!, de 2010- promocionaron en el Ritz Carlton el largometraje.
Si hay algo en que todos coinciden es que Steve Carell fue fundamental. "Todo el mundo lo ama, es impresionante", dice Julianne Moore. Es mediodía y la actriz de Magnolia (1999) aparece sonriente, con un vestido rosado no tan elegante como para una fiesta, pero tampoco tan casual como para ir al supermercado. Así llega para hablar de lo bien que se complementó con el comediante. "Lo quiero mucho, aprendí trabajando con Steve, tiene dotes de comediante que nunca he visto antes. Además, es el tipo más simpático del mundo, increíblemente humilde, se conecta personalmente con la gente desde la pantalla", comenta la actriz. Unos minutos después, Emma Stone dirá que Carell "es un genio, una de esas personas que cualquiera quisiera trabajar con él".
Y así como todos opinan que él fue el hombre fundamental para reunir a un elenco destacado, otro punto de coincidencia en el equipo es el carisma de Ryan Gosling. El canadiense, considerado por muchos como el mejor de su generación, venía de ganarse un enorme respeto por roles intensos, en películas alternativas como Half Nelson (2006), Lars y una chica de verdad (2007) y Blue Valentine (2010), para debutar en la comedia.
En esta vuelta, Gosling dejó de lado el drama para interpretar a un seductor incansable, que aparece como el consejero perfecto para la etapa de soltería que debe enfrentar el recién divorciado personaje de Carell. "No teníamos idea de que sería tan divertido, muchas cosas de su personaje las aportaba él improvisando, los bailes por ejemplo", comenta la productora Denise Di Novi. Mientras que uno de los directores, Glenn Ficarra, dice que Gosling "tenía esa imagen de intenso por sus trabajos anteriores, pero es un tipo realmente encantador".
Aunque todos describían a una especie de payaso en las grabaciones, Gosling se muestra distante de esa imagen a la hora de hablar. "Nunca había hecho este tipo de películas, así que tuve que mantenerme muy cerca del equipo, dejarme dirigir", cuenta de su interpretación de Jacob, un tipo que heredó una fortuna de su padre y dedica su tiempo a gastarla con chicas. "Llegué un par de semanas antes a reunirme con el equipo, incorporaron algunas ideas divertidas, en el set siempre nos invitaban a probar cosas distintas", dice el tipo que se reconoce admirador de Bill Murray y, principalmente, de Gene Wilder, a quien define como su héroe. ¿Por qué debutó en la comedia? La respuesta no se la toma en serio: "Cuando terminé de hacer Blue Valentine, donde tuve un trabajo muy físico, el doctor me recetó hacer una comedia y tomé su consejo", dice, en una conversación donde se anima un poco más para hablar de los tatuajes que él mismo se hace, o de su perro George, de 11 años, que se mudó recientemente con él desde Los Angeles a Nueva York.
Gosling ocupa un rol clave en la historia, donde comparte la mayoría de sus escenas con Carell y Emma Stone. "Todo lo que hace Ryan es divertido", dice Stone, la chica por la que Julianne Moore apuesta todas sus fichas: "Es muy talentosa, linda y simpática, no tengo dudas de que será una gran estrella" (ver recuadro).
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