Los cuadernos más tristes de Mistral: las oraciones inéditas a su hijo Yin Yin
<P>En línea desde el jueves, el legado de la premio Nobel ofrece mútiples entradas a su vida. </P>
"La mala muerte entró por mi casa y más malvada que nunca. Mi niñito no se fue por dolencia, se me mató", anotaba Gabriela Mistral pocas semanas después de que su hijo Juan Miguel Godoy, Yin Yin, se suicidara a los 18 años, en 1943. La poeta escribía tras varios días de total consternación. Advertía: "No tocaré fondo de estabilidad mientras no entienda el absurdo".
Es posible que jamás aceptara del todo la muerte de su hijo, pero lo intentó. Durante la década del 40, en medio de los ajetreos por el Premio Nobel de Literatura, Mistral dedicó varios cuadernos exclusivamente a Yin Yin. En ellos invocó dos de sus obsesiones para encontrar calma: religión y literatura.
Inéditos y prácticamente desconocidos, se trata de una docena de cuadernos que van desde el fervor religioso hasta la tristeza infinita: "Mi pensamiento va a buscarte, niñito mío; él hace camino por encontrarte y quedar contigo", anota Mistral en 1946, en el cuaderno número 119, que junto a otros 18 mil documentos acaba de ser puesto a disposición pública en internet por la Biblioteca Nacional.
Es el llamado legado Mistral: el material que tras 50 años en EEUU, donde murió la poeta en 1957, regresó a Chile en 2007. Disponible en el sitio Sala Gabriela Mistral (salamistral.salasvirtuales.cl), se trata de un cúmulo abrumador de información. Fotografías, cartas, manuscritos, poemas, videos y audios registran las facetas públicas y privadas de Mistral durante sus últimos 20 años de vida.
Entre los documentos resaltan al menos 400 poemas inéditos. La mitad de ellos fueron compilados por Luis Vargas Saavedra en Almácigo, volumen publicado en una edición no comercial en 2008. En los próximos meses el libro tendrá una nueva edición y llegará por fin a librerías. No sólo eso: Vargas Saavedra también lanzará una versión de Poema de Chile, con el doble de poemas del original (unos 150).
Paralelamente, el sello Das Kapital prepara el libro Epistolario americano, que recoge la correspondencia con escritores como Ezra Pound, Ciro Alegría y María Luisa Bombal, y políticos como Carlos Ibáñez del Campo. Sobre los cuadernos de Yin Yin, no hay publicaciones en curso. Pero están todos en internet.
Al Espíritu Santo
Escritos entre Brasil y EEUU, entre 1943 y 1946, los cuadernos cubren más de mil páginas. Incluyen poemas, pero sobre todo una completa variedad de creaciones de tipo religioso: oraciones a Yin Yin, prácticas y meditaciones espirituales y varios pasajes de la Biblia.
En el Cuaderno 137, titulado Oraciones a Yin, Mistral anota -siempre a lápiz mina y manuscrita rápida-: "Aquí estamos en tu presencia, tus hijas y Yin / Míranos Cristo purificador y regenerador de los cuerpos y de las almas / Perdónanos y líbranos de nuestras miserias, sol nuestro y día nuestro".
Nacido en 1925, Juan Miguel Godoy era hijo de Carlos Miguel Godoy, medio hermano de Mistral. A los pocos meses de nacer, se lo entrega en adopción a la poeta, quien asume su tutoría junto a su secretaria, Palma Guillén. El niño crece acompañando a su madre en labores diplomáticas por España, Portugal, Francia y Brasil, donde se instalan en 1940. Ahí, siendo un adolescente, Yin Yin empieza a dar problemas.
"Alguien está actuando sobre él; alguien lo domina (...). Alguien que lo obliga a que te resista y a que no me escuche", le escribe Guillén a Mistral el 3 de abril de 1943. Guillén plantea que Yin Yin está siendo controlado por alguien que quiere llegar al supuesto dinero de Mistral. Cuatro meses después, el 17 de agosto, Yin Yin se suicida tomando arsénico.
Semanas después, Mistral escribe una carta dirigida a varias personas, entre ellas Victoria Ocampo, en que plantea las posibles razones del suicidio. Menciona su temperamento, insistentes burlas de compañeros de curso ("xenófobos"), a una francesa "adulta o vieja" que le pedía irse con ella. "Le trabajaron el cerebro hasta enloquecerlo", dice.
En cualquier caso, toda razón es absurda para Mistral. Entonces, escribe y escribe. "Tú donde ahora estés, amor mío, sé feliz, sé feliz. / Es mi amor el que va en busca tuya; es la fidelidad de mi amor. / Mi espíritu desea quedarse contigo mientras mi cuerpo duerme. / Tú estás Yin Yin en nuestra memoria y estás también en nuestro corazón herido".
En abril de 1946, abre el Cuaderno 120 con la frase: "Rezar siempre con Yin". Le pide a Cristo "te aligere y te libere de más en más, Yin". Después, lo entrega a Dios: "Amor mío, vida mía: yo te doy al Espíritu Santo. / Yo te pongo bajo el signo del Espíritu Santo /Yo descanso en él. / Yo te fío a él, yo te entrego a él. / Con él te dejo hoy y siempre, amor mío. Queda tú con él. Así sea".
En 1956, a 13 años de la muerte de Yin Yin, a Mistral le seguía rondando su hijo: "Mi hijo no late esta noche / y no respira detrás del muro", empieza un poema inédito. Un año más tarde, la escritora fallece en Nueva York. A su lado está Doris Dana, quien desde 1946 jamás se separó de ella.
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