Los paneles de hormigón que traían modernidad a Chile
Los arquitectos Pedro Alonso y Hugo Palmarola exhiben, desde ayer en la bienal, Monolito, una investigación de ocho años sobre el sistema constructivo KPD para levantar edificios a partir de paneles prefabricados de hormigón, que fue donado por la Unión Soviética al gobierno de Salvador Allende en 1972. El sistema original venía de Francia y llegó también a Cuba. "Así se pensaba que debía funcionar la arquitectura en una era industrial, justo después de la II Guerra Mundial, donde los países necesitaban reconstruirse rápido. En este sistema, el rol del arquitecto era secundario al de los obreros que levantaban las construcciones", explica Alonso. Para contar esta historia se rescató uno de los paneles de ventana original de 1972, que fue firmado e instalado por Allende en la entrada de la fábrica central ubicada en Quilpué, convirtiéndolo en un monolito. Luego del Golpe de Estado, las Fuerzas Armadas tomaron el control de la planta y siguieron usando el sistema KPD, que pasó a llamarse VEP. También intervinieron el monolito: se borró la firma de Allende y al medio instalaron una figura de la Virgen con el Niño junto a dos candelabros. En la muestra, el panel original está rodeado de fotos de época de Norberto Salinas y proyecciones en video con los edificios que aún existen en Santiago, Quilpué y Limache, además de un muro repleto con pequeñas maquetas, que representan 28 sistemas de prefabricación que circularon entre los años 20 y 80, en países como Francia, Inglaterra, Japón y Canadá. "No queremos dar una mirada localista, sino global, de esta experiencia moderna", dice Alonso.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.