Madres deberán comprobar casos de reflujo para obtener licencia por mal grave del hijo
<P>La patología constituye casi el 57% de los permisos maternales dados por este concepto. Entre 2003 y 2009, éstos crecieron un 92%.</P>
Certificados de peso, estatura, radiografías y exámenes específicos. Esa es la documentación que a contar de este mes se debe anexar a las licencias médicas por enfermedad grave del hijo menor de un año (EGHMA), cuando sean extendidas por reflujo gastroesofágico.
Así consta en la circular del pasado 29 de marzo, remitida desde la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), a todas las direcciones de isapre y Compin. Se trata de una medida adoptada por el gobierno para disminuir y transparentar los diagnósticos de la patología, que constituye el 57% del total de licencias maternales otorgadas por enfermedad grave del menor.
"Para saber si, efectivamente, tantos niños tienen reflujo gastroesofágico, consultamos a diversos especialistas, hicimos una mesa de trabajo en la que se incluyó a la Sociedad Chilena de Pediatría y a expertos en gastroenterología pediátrica, y concluimos que para hacer el diagnóstico de reflujo gastroesofágico se requería, a lo menos, un estudio", dijo el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz.
La idea del gobierno, que este año creó una comisión de expertos para debatir temas ligados al fuero maternal, es reducir las licencias de esta categoría, que el año pasado costaron casi $ 89 mil millones, según la Suseso.
Además, el análisis mostró que el reflujo es una de las causales más recurrentes que se utilizarían para extender el posnatal de la mujer trabajadora. Rafael Caviedes, director ejecutivo de la Asociación de Isapres, dijo que "la mayor parte de los diagnósticos son por reflujo. Se investigó, porque no hay una razón epidemiológica que justifique un aumento de estas licencias".
Díaz, en tanto, recalcó que los requisitos podrían rebajar en más de un 50% las licencias de este tipo.
El presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, Francisco Moraga, dijo que el aumento de las licencias maternales es un tema delicado, pues, cuando se habla de abuso, se asume la existencia de un dolo que, a su juicio, no procede. "Este año, el propio gobierno ha dicho que los niños deben estar con sus madres los primeros seis meses. Entonces, todas estas licencias quizás fraudulentas, están validadas bajo el mismo criterio. Siendo pediatra, uno sabe que donde mejor va a estar un niño es con su mamá", indicó Moraga.
Requisitos
La circular de Suseso alerta que "se ha estimado pertinente impartir instrucciones respecto de los criterios, antecedentes y fundamentos que deben considerarse para pronunciarse respecto de las licencias médicas por EGHMA, otorgadas por reflujo gastroesofágico", para lo cual se instruye acreditar su diagnóstico con informes médicos y exámenes complementarios.
Primero, el documento diferencia el reflujo fisiológico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. En el primer caso, se dice que ocurre comúnmente en lactantes y que es un trastorno madurativo y que, en el caso de un niño sano, no amerita licencia médica. Para el segundo caso, establece que la patología provoca repercusiones en el desarrollo pondoestatural (peso y estatura) de los lactantes y que puede estar acompañado de lesiones digestivas y extradigestivas, que ameritarían el permiso maternal (ver infografía).
Por ello, plantea que las Compin y las isapres deberán exigir que la licencia presentada con este diagnóstico acompañe una fotocopia del cuaderno de control del menor, con la curva pondoestatural. Además, si el médico contralor lo estima, deberá presentar un informe del gastroenterólogo infantil, con certificación de otras patologías asociadas. También se debe incluir una radiografía de esófago, estómago y duodeno.
"Si una licencia médica dice reflujo gastroesofágico y no cumple con los requisitos técnicos indicados, nosotros vamos a considerar que esa licencia no es válida", precisó Díaz.
Moraga se manifestó conforme con los requisitos solicitados para el peso y estatura, aunque explicó que se debe tener presente la carencia de médicos especialistas para la certificación de la enfermedad. Sin embargo, añadió que la radiografía no es concluyente de la patología y que es un examen complejo. "Se irradia al niño por unos 15 minutos, mientras deglute para ver si hay una coordinación adecuada", dijo Moraga, quien precisó que la obligación de presentar estos exámenes puede disminuir la entrega de subsidios. "Creo que la emisión se va a mantener y que se pagarán menos (licencias). Sabemos que se usa en afán de protección, que es un derecho del niño y puede ser que aumenten las licencias por otra cosa", dijo el especialista infantil.
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