Meteorito que cayó en Rusia es el más grande en 100 años
<P>La roca medía cerca de 15 metros antes de ingresar a la atmósfera terrestre.</P>
Cerca de las 9.20 de la mañana, una estela comenzó a asomarse por los cielos de la ciudad de Chelyabinsk, en Rusia. Lo que parecía ser un avión a baja altura terminó convertido en una bola de fuego que, a 30 kilómetros del suelo, estalló por los aires, dejando caer cientos de fragmentos encendidos, que afectaron seis ciudades en la zona de los Urales, generaron una onda expansiva que quebró vidrios en más de tres mil edificios, dañó 500 escuelas y dejó más de mil heridos, por cortes y heridas. Se trataba de un meteorito, el mayor visto en un siglo.
El cuerpo, que al ingresar a la primera capa de atmósfera tenía 15 metros y pesaba siete mil toneladas, se redujo a unos seis metros y 10 toneladas al chocar con la estratosfera (donde pasan los aviones supersónicos), desintegrándose luego en múltiples fragmentos, algunos de los cuales dejaron cráteres de hasta seis metros, como en el lago Chebarkul.
El evento astronómico tomó por sorpresa a todos, en un día en que los ojos del mundo estaban puestos en el asteroide 2012 DA14, de 45 metros de diámetro, cuya órbita lo hizo pasar ayer a sólo 28 mil km de la Tierra y que lo hizo sin pena ni gloria.
En los últimos 100 años, sólo en 1947 y en 2008 ocurrieron casos similares. El primero ocurrió en Siberia, tenía 70 toneladas y fue visto por la población. El segundo fue en Sudán, tenía dos a cinco metros y 80 toneladas, y fue el primero que los científicos pudieron detectar. Ambos cayeron en zonas despobladas.
El mayor meteorito que ha caído sobre la Tierra en la era moderna es el que cayó en 1908, en Tunguska, Siberia, que acabó con un bosque de más de dos mil metros cuadrados.
Sin precedentes
El evento, catalogado como sin precedentes por expertos de Europa, tuvo varias particularidades, que permiten distinguirlo de otros impactos observados en el tiempo. Primero, el tiempo durante el que fue visible: cerca de 30 segundos por la población que a esa hora iba a sus trabajos o salía de compras.
El objeto es también uno de los más grandes que ha ingresado a la Tierra. A pesar de que, por el tamaño de sus cráteres y la explosión vista por los rusos, se estima que explotó cuando sólo tenía entre dos a seis metros de diámetro, al ingresar a la atmósfera era un bloque de roca estelar de unos 15 metros de diámetro, con cerca de siete mil toneladas de peso, según reportó la Nasa.
Otra de sus características es que el asteroide tuvo su estallido final entre 30 y 20 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, lo que es muy cercano y que fue lo que finalmente causó el daño en el sector. Esto porque, a pesar de lo que se ha visto retratado en Hollywood, el daño del meteorito no fue por un gran impacto, sino por la gran explosión en el cielo, cuya onda expansiva terminó rompiendo vidrios, ventanales y puertas, siendo los trozos que volaron por el cielo los que afectaron a los habitantes del lugar.
José Luis Galache, astrónomo de Harvard y miembro del Minor Planet Center, explicó a La Tercera que la altura de esta explosión depende principalmente de la composición que tenga la roca. "Si es de roca dura, como hierro, explota más abajo, pero si es de piedra, se destruirá más alto en la atmósfera", dice.
En este caso, el meteorito tenía más hierro que roca.
Roberto Saito, astrónomo de la UC, dice que los cuerpos de este tipo son difíciles de encontrar, por su tamaño a nivel espacial y porque la tecnología actual tampoco es tan poderosa. "El asteroide que pasó ayer en la tarde, que era tres veces mayor a éste, tan sólo fue detectado hace un año", señaló.
Los expertos también descartan que el meteorito haya provenido del esperado DA14, que pasó unas horas después a unos 28 mil km de la Tierra, dado que provenían de trayectorias diferentes: mientras el meteorito entró a la Tierra viajando de este a oeste, el asteroide pasó por nuestra órbita yendo de sur a norte.
Alan Rubin, astrónomo del Institute of Geophysics and Planetary Physics, de la Universidad de California, dijo a La Tercera que estos fenómenos suceden cada ciertas décadas, pero la mayoría se encuentran bajo el agua. "Pero ver estos grandes brillos ocurre cada 10 años".
El promedio que se maneja es que cada año caen unos cinco o 10 objetos pequeños a la Tierra, pero uno de características similares al de ayer ocurre al menos cada cinco años.
Rubin asegura que es normal que exploten a entre 20 y 30 km de altura de la superficie, lo que dependerá de sus compuestos, pero también del ángulo en el que ingresa a la Tierra. "Si es un ángulo empinado, explotará más arriba, porque el aire es más denso. Si es un ángulo más superficial, el golpe será más rígido en la atmósfera". En este caso, el ángulo fue superficial.
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