Murales a domicilio
<P>El dibujante autodidacta Jean Pierre Dinamarca, más conocido como Denst, ha pintado más de 100 murales por toda la ciudad.</P>
Se llama Jean Pierre Dinamarca, tiene 24 años y en la calle todos le dicen Denst. Es un joven estudiante de artes visuales y fotografía y desde hace cinco años hace murales por toda la ciudad. Ya lleva más de 100 por todo Santiago.
Su primer mural lo pintó en 2002, en un portón de Av. Einstein con Recoleta y las buenas críticas que recibió lo incentivaron a seguir. Después del portón, vino un muro en Independencia, luego uno en La Reina, otro en Santiago, y así.
Ahora pinta murales a pedido.
La idea del negocio nació en 2005. "Todo el mundo me preguntaba si le podía ir a hacer uno a la casa y cuánto cobraba por hacer tal o cual cosa. Así es que por eso se me ocurrió transformarlo en negocio", cuenta Jean Pierre, quien luego de eso armó una "estrategia de marketing" para publicitarse: "Recorté muchos afiches que decían murales a pedido y los pegué por todas las comunas. Además, en mis pinturas ponía Denst o algún dato donde me pudieran ubicar. Y funcionó".
"Una vez salió un dibujo mío en una revista, una ninfa, y todos me empezaron a pedir el mismo dibujo. Puras señoras. Hice más de 10 y me aburrí", dice, entre risas, el muralista.
Con el tiempo, lo empezaron a llamar de empresas, universidades y colegios, para que pintara para ellos. "Cuando Adidas cumplió 60 años, me invitaron a pintar un mural en vivo en la celebración. También he trabajado con Converse, Ballantines... Hice un mural en la Uniacc y algunas pegas también en restoranes", cuenta Denst.
Mauro Devillaine es el dueño del restaurante Rincón del Portal, ubicado a un costado de la Plaza de Armas, en el Portal Fernández Concha, y hace un tiempo se contactó con este artista para que le hiciera un trabajo dentro de su local.
El había visto sus trabajos en internet, y le llamó la atención que fuera a domicilio. "Le dije que quería algo relacionado con la Plaza de Armas, con el caballo de Pedro de Valdivia...".
Tardó tres días y trabajó de madrugada: "Normalmente me demoro un día en hacer un mural en una casa. Llego al mediodía casi siempre, y si es muy grande, llego más temprano y me quedo hasta las ocho de la tarde", explica.
Dinamarca cobra $ 13.000 por metro cuadrado, y lleva con él todos los materiales. Según las pinturas que quiera el cliente, se cobran aparte o se incluyen el en precio. "Si son las Montana, que tienen colores súper vivos, las paga el cliente. Pero si alguien quiere pinturas normales, las compro yo", dice.
No le complica pintar a Mickey Mouse o a Bob Esponja. Esto para él es un trabajo. "Me ha tocado hacer murales en piezas para niños chicos y en jardines infantiles", cuenta.
Aunque lo llaman bastante para trabajar en interiores, él siempre prefiere trabajar en muros o portones en la calle. "Siempre estoy pintando en Av. Independencia. En Tobalaba con Errázuriz tengo una ninfa con mosaico, y en José Arrieta, en Peñalolén... He hecho murales en Lo Prado, Estación Central, Santiago Centro, Conchalí, Providencia, Las Condes. A veces llegan Carabineros, pero yo les muestro mi portafolio y me han llegado a decir que pinto bonito".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.