PDI investiga nexos de espía ruso que operó en Chile con el nombre clave de "Antares"
<P>Al menos dos años vivió en el país un agente del Servicio de Inteligencia Extranjera.</P>
Bajo el nombre en clave de "Antares", un ciudadano ruso de 37 años, que utilizaba la identidad de Alexey Ivanov, operó en Chile realizando labores de inteligencia, según asegura un informe remitido hace una semana por la PDI al Ministerio Público y dirigido al fiscal nacional, Sabas Chahuán.
La pesquisa, según confirmaron a La Tercera fuentes de la investigación, se centra en los contactos que Ivanov cultivó en el país, entre otras vías, a través de su pareja, una joven ligada a una red de damas de compañía de alto nivel.
Cuando "Antares" abandonó el país, el 28 de junio del año pasado, llevaba prisa.
Abordó un vuelo con destino a Buenos Aires el mismo día en el que 10 personas que espiaban para Moscú fueran detenidas por el FBI en distintas ciudades norteamericanas.
La información que dio origen a la investigación provino de un reporte enviado por una agencia europea de inteligencia, poco después de las capturas en Estados Unidos. Es decir, cuando "Antares" ya había salido del país.
El reporte fue recibido por la Agencia Nacional de Inteligencia del gobierno y derivado a la Jefatura Nacional de Inteligencia Nacional de la PDI. Los antecedentes causaron la inmediata preocupación. El agente, según el informe, no actuaba solo. Pertenecía al Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR) y, antes de ingresar a Chile, había permanecido en México. Se presume que su objetivo final era operar en territorio estadounidense y que su permanencia en Chile era, principalmente, una forma de crearse una historia de vida ficticia.
Fachada
La policía inició entonces una investigación secreta bajo las normas de la Ley de Inteligencia. Se solicitaron escuchas telefónicas y otras técnicas de monitoreo electrónico a su círculo de relaciones, las que fueron informadas y autorizadas por dos ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago. También fue informado el gobierno.
De esta forma, se pudo determinar que Ivanov se había instalado en un departamento del barrio Suecia, en Providencia. Se presentaba como asesor informático y su tarjeta de presentación así lo ratificaba. Realizó cursos de computación por internet y solía utilizar hasta tres notebooks simultáneamente en su departamento.
La propiedad fue allanada por la policía. Se encontraron micrófonos, una microcámara y cables.
Inició una relación sentimental con una joven llamada Paola, ex pareja de un uniformado retirado de alto rango. Frecuentaba gimnasios y era amistoso con sus vecinos. Usó, al menos, tres identidades distintas.
Su aparente tranquilidad terminó cuando los medios internacionales comenzaron a difundir la noticia del desmantelamiento, en Estados Unidos, de una red de espionaje "amateur".
Dejó el país y a Paola. También dejó atrás algunas deudas que saldó desde el exterior. Actualmente, se ignora su paradero.
Trascendió que desde la Fiscalía Nacional se llamó a una reunión a un personero del consulado de Rusia para tratar el tema.
"La embajada no dispone de ninguna información oficial al respecto", señaló la agregada de prensa Elena Platonova.
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