Peugeot 308 CC: El delicioso placer de conducir al aire libre

<P>La marca del León ya tiene en venta su nuevo coupé-cabriolet, un modelo de cuatro plazas reales que destaca por su techo duro que abre o cierra en sólo 20 segundos. Está equipado con un motor 1.6 turboalimentado, que eroga 150 caballos, suficiente para hacer de su conducción un deleite.</P>




No es fácil encontrar en un descapotable con techo rígido elementos que desagraden. En general, son autos muy satisfactorios por su conducción, su aspecto deportivo y sus lucidos diseños, su buen equipamiento y la posibilidad de usarlos con techo abierto o cerrado.

Estas características han hecho que varias marcas se inclinaran por este tipo de descapotables en desmedro de las tradicionales capotas de tela. Para Peugeot es norma desde que en 1932 inventara los coupé-cabriolet con el 301 Eclipse.

Con el nuevo 308 CC que acaba de ponerse a la venta en Chile, la marca transmite su experiencia para ofecer un modelo exquisito por su estilizado diseño, su funcionalidad, la sensación de placer que genera su conducción, la seguridad que transmite y la emoción de poder manejar dos autos en uno.

Porque el nuevo 308 CC está, sin dudas, por encima del 307 CC al que reemplaza, pero también sobre otros modelos del segmento. ¿Por qué? Sencillamente porque los vicios propios de los descapotables quedan minimizados en este auto.

En el 308 CC no hay vibraciones desagradables en el volante ni movimientos parásitos en la conducción por la ausencia del techo y del pilar B. Tampoco hay ruidos en el interior cuando está descapotado, ni remolinos de vientos molestando en la cara.

Peugeot logró uno de los mejores y más aislados habitáculos que recuerde, y un auto muy estable, rígido y seguro de conducir en cualquier condición. Y ese, más que mérito, es experiencia.

A eso se suma la calidad de los materiales. Cuando se deja sin techo, a pleno sol, el tapiz no se calienta, aunque el termómetro del auto marque 41 grados de calor.

Firme como una piedra

El nuevo 308 CC utiliza la plataforma del 307 CC, aunque por medidas es más similar al conocido 308. El diseño también lo hereda de ambos; toma el frontal del hatchback, aunque con una mayor inclinación del pilar A para dotarlo de una mejor aerodinámica, y la zaga es la vista en el coupé-cabrio, con mejoras estéticas, como un pequeño alerón sobre el maletero y unos difusores bajos más importantes. Luce el ADN de Peugeot, pero con mejoras que lo hacen ver más deportivo, elegante e impactante.

Las dos versiones que llegan a Chile utilizan el motor desarrollado por PSA y BMW, un cuatro cilindros de 1.6 litro, con inyección directa y turbo, que eroga 150 Hp, en el caso de la versión mecánica testeada.

Esta caja de seis velocidades es muy agradable, ya que tiene buen tacto para pasar las marchas y ofrece un escalonamiento ideal para brindar una buena aceleración inicial, para aprovechar el peak de torque que está desde 1.400 rpm, y para contener el consumo de combustible. En la prueba, el 308 CC arrojó 14,8 km/litro en carretera a 120 km/h, y 10,2 km/litro en ciudad.

El andar de este coche es impresionante. Si bien por potencia y enfoque no es un deportivo de categoría, genera sensaciones especiales. Acelera bien, tiene buen tacto, mucho aplomo en curvas y frena muy seco y derecho. Cuando lo probamos durante su lanzamiento en el circuito de Interlomas, no había forma de generar derrapes y menos de que se trompeara. El sistema de estabilidad actúa de manera implacable.

Otro punto fuerte es su confort de marcha, y no sólo porque es un auto espacioso, que no genera sensación de encierro, pese a tener el techo tan cerca de la cabeza.

Sin techo y con las ventanas arriba, es posible sostener una conversación sin gritar o escuchar música pese a ir en velocidad. Tampoco es molesto el viento que penetra al habitáculo. Eso sí, si se bajan las ventanas, entra más ruido y viento, y ese sí molesta.

En resumen, un gran auto.

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