Principales lagos regulan áreas para uso de lanchas

La cada vez mayor presencia de lanchas y motos de agua ha llevado a las autoridades marítimas de los principales lagos del país a intensificar la fiscalización para prevenir accidentes y proteger a los bañistas.

Para asegurar que las personas puedan disfrutar de forma segura de estas playas, las capitanías de puerto han definido áreas de navegación. Así, los primeros 100 metros están reservados para los bañistas, mientras que los segundos 100 son para otras actividades no motorizadas. Las motos acuáticas y lanchas no pueden navegar a menos de 200 metros de la zona de baño.

Según la Cámara de Comercio de Santiago, en el último año la importación de motos de agua aumentó un 192%, mientras que las ventas de lanchas crecieron en un 31%.

Hoy, la Armada sólo permite usar estos transportes náuticos durante el día. Para evitar choques, se recomienda, además, mantener una distancia no menor a los 50 metros de otras embarcaciones.

El capitán de Puerto de Valdivia -que supervisa, entre otros, los lagos Riñihue, Pirihueico, Calafquén y Panguipulli-, Héctor Rojas, dice que hay una baja en los accidentes con bañistas; en materia de emergencias con embarcaciones, el panorama es distinto. "Las personas muchas veces actúan con irresponsabilidad. Por eso, estamos siempre indicando a la gente qué se puede hacer y qué no".

Según el Reglamento General de Deportes Náuticos de la Dirección General de Territorio Marítimo (Directemar) de la Armada, quienes manejen una moto de agua o lancha deben contar con una licencia deportiva náutica. El requisito para optar a ella es ser mayor de 14 años. Los menores de edad deben presentar una autorización escrita de los padres para lograr el permiso.

Por ejemplo, sólo en el Lago Llanquihue en diciembre pasado se registraron 180 exámenes para obtener la licencia.

En paralelo, en el mismo período el 80% de las multas en la Capitanía del Lago Villarrica fueron a tripulantes de lanchas y motos de agua que no usaban chalecos salvavidas. El capitán de Puerto, Rodrigo Lepe, atribuye eso al desconocimiento de la norma que regula el uso de estos transportes en período estival.

"Los turistas que llegan de vacaciones piensan que una moto de agua es un juguete y no toman conciencia de los riesgos que tienen", señaló el capitán.