Privados instalan dispositivo que alerta llegada de terremotos
<P>El sistema capta las ondas sísmicas y emite una alerta en los instantes previos a que el fenómeno se haga perceptible.</P>
El terremoto del 27 de febrero del año pasado gatilló la búsqueda de sistemas capaces de detectar sismos de gran intensidad, tanto por parte de particulares como de empresas privadas. El primero en adquirir un dispositivo de este tipo fue el Colegio Alemán, que colocó un detector en su división preescolar.
En este caso, se trata de una tecnología creada por la empresa alemana Secty-Electronics, cuyo sistema de alerta sísmica tiene el mismo objetivo del usado en Japón: alertar a la población de la proximidad de un movimiento de gran magnitud.
Cuatro de estos dispositivos ya han sido instalados en el país por particulares. Además del establecimiento educacional de calle Las Hualtatas, fue comprado por Parque Arauco, la Alianza Francesa y una persona que habita en el piso 21 de un edificio. En el primero de los casos, el artefacto se activó antes del terremoto del 27 de febrero de 2010 que afectó a Chile.
El valor mínimo de los aparatos es de $ 5 millones, y su costo varía dependiendo del área que es necesario abarcar.
"Después del terremoto tenemos muchos requerimientos, gente interesada y reuniones con la Onemi, con su actual administración. Ellos han demostrado interés sobre las aplicaciones que puede tener el sistema", indicó a La Tercera Rodrigo Vega, subgerente comercial de la División Incendios de Bash, la empresa representante de Secty en Chile.
Cómo funciona
Un dispositivo llamado master -que debe ser instalado a 70 cm del suelo y en un muro sólido- detecta las ondas primarias de un sismo, que son imperceptibles para los seres humanos. Un segundo artefacto, llamado esclavo confirma la señal del primero y se activa una sirena.
Como las ondas secundarias de un movimiento telúrico son las destructivas, el tiempo que transcurre entre ambas es el que tienen las personas para evacuar un lugar.
El lifePatron "detecta movimientos telúricos de gran magnitud. La referencia del fabricante es que nunca se ha activado o dado falsa alarma; siempre que ha funcionado ha sido con un terremoto. Es un proyecto seguro y fiable", señala Vega.
El ejecutivo explica que hay un rango aproximado de tiempo que existe para evacuar, el que depende de la distancia entre el epicentro del sismo y el punto donde se ubica la máquina. Si el centro del terremoto está a 40 kilómetros, la llegada entre la primera y segunda onda varía entre 12 y 16 segundos. Si éste se produjo a 150 km, son 48 los segundos para salir del lugar.
Pero en el contexto de la llegada de un terremoto, esta tecnología también permite programar el dispositivo para cortar los suministros, como electricidad y servicios de gas, que en caso de destrucción son elementos con los cuales de producen incendios u explosiones. Además, el mecanismo puede abrir puertas de ascensores por medio de un sistema automatizado.
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