Productos típicos de Chillán buscan denominación de origen
<P>Las longanizas de Chillán y la greda de Quinchamalí postularán a este sello, para mejorar su puesta en valor y su comercialización.</P>
Los productores de longaniza de Chillán ven con buenos ojos que su producto estrella cuente con denominación de origen. Es el caso de Héctor Villablanca, quien, junto a su padre desde 1967 vienen trabajando la fabricación de estos embutidos. "Es una iniciativa excelente, porque se reconoce la calidad de lo que se realiza en esta zona. Nosotros llevamos más de 40 años en el rubro y atendemos solicitudes de todo el país", comentó.
Villablanca cree que el sello será un valor agregado y que ayudará a difundir la ciudad. Longanizas Villablanca tiene una producción mensual de 25 mil kilos y da trabajo a 60 personas. "La clave del éxito es hacer las cosas bien. La materia prima es lo principal, los condimentos y el clima también afectan para lograr un sabor de primer nivel", dice.
A 35 kilómetros de Chillán Viejo, Quinchamalí también quiere proteger una actividad que los identifica en el país. Mónica Venegas, presidenta de la unión de artesanos de Quinchamalí, indicó que el hecho de que la greda negra esté en carpeta para optar al sello de origen, le dará un valor agregado al trabajo que ellos realizan. "Hemos estado en constantes reuniones con la gente de Inapi (Instituto Nacional de Propiedad Intelectual), a cargo de la certificación, además del Ministerio de Economía, desde el año pasado para ver la factibilidad de contar con la certificación de la greda", manifestó.
Venegas agrega que los objetos que realizan en su organización, que suma 40 miembros activos y en su mayoría mujeres que se desempeñan desde sus hogares, buscan poner en el mapa a esta pequeña localidad del Ñuble. "Conseguir la denominación de origen busca salvaguardar la artesanía típica de la zona, lo que dará reconocimiento internacional y ayudará a que desaparezcan las malas copias. Lo que hacemos es único y se ha traspasado de generación en generación", dice.
Beneficios del sello
Las longanizas de Chillán y la greda podrían convertirse en el octavo y noveno producto en proceso de obtener su denominación de origen. Para ello, las autoridades regionales los han seleccionado e iniciaron un proceso de licitación para la elaboración del informe técnico del producto y su reglamento de uso y control.
A los alimentos que ya iniciaron la tramitación, se agregaron recientemente los tradicionales dulces de La Ligua, con la presentación de los antecedentes, en un proceso que dura en promedio nueve meses. En Chile, desde la creación del programa Sello de Origen el 2011, son cinco los productos que ya cuentan con su denominación de origen (ver listado). Con esta categorización oficial se busca proteger productos típicos de una zona del país, favoreciendo el emprendimiento de los pequeños productores y comunidades.
Según la subdirectora de Marcas de Inapi, Carolina Belmar, con el sello los productores aumentan su competitividad, mejoran la valoración del producto por la calidad y cuentan con protección legal frente a una eventual competencia engañosa. "Esto permite diferenciarlos y preservar ciertas costumbres y formas de producción, para ello tienen que demostrar sus características y garantizar que serán estables", explica.
Con la obtención del sello, además, se entrega una mejor información del producto, lo que favorece la confianza de los consumidores. "Según la experiencia que hemos visto en otros países, la gente prefiere los productos con denominación, aunque el precio sea más alto", dice Belmar.
La representante de Inapi dice que en el caso del limón de Pica también se incrementó el precio, frente a productos del mismo tipo cultivados en otros puntos del país. "Fue un caso muy exitoso, ya que el limón de Pica pudo diferenciarse de sus similares, pues las características ambientales en Pica producen un limón de la misma especie pero con un tamaño, olor y sabor únicos", sostuvo.
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