Proyecto de conservación Patagonia Sur inicia venta de parcelas de lujo
<P>Su creador, el empresario norteamericano Warren Adams, busca levantar un nuevo fondo de inversión por US$ 40 millones, para desarrollar más iniciativas en otras zonas del país.</P>
UN proyecto de conservación de la Patagonia, pero sustentable en términos económicos. Eso es lo que se propuso hacer en 2007 el inversionista estadounidense Warren Adams. En esa fecha comenzó a levantar recursos, en Chile y en el extranjero, hasta reunir US$ 23 millones en un fondo de inversión que sentara las bases de Patagonia Sur, la firma a través de la cual controla 23 mil hectáreas a lo largo de la Carretera Austral, entre el Lago Espolón (cerca de Futaleufú) y Tortel, entre las regiones de Los Lagos y Aysén. Con esos recursos adquirió las siete propiedades que conforman el proyecto y lo echó a andar.
El plan está entrando ahora en una nueva fase: la comercialización de predios. Hace algunos meses, Patagonia Sur vendió a un empresario chileno uno de sus campos -Los Leones, de 500 hectáreas-, en las cercanías del Lago General Carrera. Tras esta operación, Patagonia Sur conservó seis terrenos.
El segundo predio en fase de venta es Valle California, cuyas 3.200 hectáreas equivalen a casi 14% del proyecto completo. Se ubica al sur de Palena. Según el gerente general de Patagonia Sur, Matías Rivera, es allí donde está más maduro el proceso de comercialización, que dentro de Chile está a cargo de P&G Larraín y, en el extranjero, de la consultora Fitz Roy.
En su modelo, Warren Adams definió que el 93% de Valle California será para conservación y 7%, para explotación. Se demarcaron 25 parcelas y en lo que va del año se han iniciado conversaciones, hoy en diversas etapas de avance, para el traspaso de 12 de ellas. Los compradores son seis empresarios y ejecutivos chilenos y extranjeros. Entre ellos, el gerente de asuntos corporativos de Arauco y director de Patagonia Sur, Charles Kimber.
Dependiendo del tamaño -entre ocho y 10 hectáreas-, cada estancia puede costar entre US$ 600 mil y US$ 800 mil (entre $ 300 millones y $ 400 millones). Rivera aclara que quienes compran adquieren también una parte del proyecto completo. Esto, porque cada parcela tendrá, además, una participación de 4% en SPA Valle California, la propietaria del terreno mayoritario destinado a conservación. "Cuando Patagonia Sur termine de desarrollar este proyecto, serán los vecinos de Valle California los dueños del área de conservación", explica el ejecutivo.
Para garantizar que los propietarios del terreno preservarán el ecosistema, Patagonia Sur creó, junto a abogados locales y estadounidenses, la figura de la servidumbre voluntaria, que es "permanente e independiente del dueño del campo", dice. Según ello, los propietarios se comprometen a respetar parámetros de manejo y normas de construcción. En el caso de las viviendas, el tope máximo es de 465 metros cuadrados para la residencia principal, 130 metros cuadrados para una secundaria y 130 metros cuadrados para estructuras adicionales.
Además de Los Leones y Valle California, la empresa posee un predio llamado Melimoyu, un poco más al sur. Es el más grande de su portafolio, tiene 16 mil hectáreas y en él se concentran muchas ballenas azules. Allí, afirma Rivera, se creó un centro de investigación científica para estudiar el ecosistema.
Otra propiedad es Jeinimeni, de 1.300 hectáreas, cerca de Chile Chico. La idea, en este caso, es desarrollar un proyecto similar a Valle California, con áreas de conservación y de explotación definidas. Rivera adelanta que para eso están conversando con inversionistas. "Lo estamos vendiendo completo a un grupo de chilenos y extranjeros. Son emprendedores del sector financiero e industrial", cuenta. Su valor: unos US$ 2 millones.
El ejecutivo asegura que ninguno de los campos que poseen se verán afectados, en caso de que el proyecto HidroAysén se materialice. "Las represas están mucho más al sur y el trazado de la línea de transmisión no pasaría por ninguna de nuestras propiedades", comenta.
El fondo II
En Patagonia Sur consideran muy importante la etapa que están viviendo. Estiman que el éxito en las ventas demuestra que es posible tener un negocio rentable dedicado a la conservación, como lo pensó Adams, al comenzar con la iniciativa. Eso fue hace unos siete años, cuando el empresario estadounidense conoció la Patagonia en el marco de diversos viajes que hizo alrededor del mundo tras un gran golpe de suerte: la venta en US$ 100 millones de una de las primeras redes sociales que existieron, PlanetAll, a Amazon.
"Lo que hace un año y medio era un sueño, hoy es una realidad, porque hemos demostrado que es posible invertir en ecosistemas en la Patagonia, protegerlos y desarrollar proyectos de muy baja densidad, que permiten rentabilizarlos y ganar plata", sostiene Rivera. Con la fórmula probada, están en vías de levantar el Fondo II, para llevar a cabo proyectos del mismo estilo en otras zonas del país. Rivera comenta que una aspiración de la firma es llegar a recaudar US$ 100 millones, pero que irán por un monto menor.
"Estamos en conversaciones con un grupo que ya ha desarrollado fondos de inversión con capital institucional en Chile y con experiencia en temas inmobiliarios. Pensamos en llegar a US$ 40 millones en este segundo fondo", afirma. El foco de estos recursos podría estar en la zona central del país y esperan empezar a materializar iniciativas durante el próximo año.
El ejecutivo dice que la filosofía de Patagonia Sur es analizar lugares donde puedan proteger ecosistemas completos y que hay otras zonas del país que cumplen con este perfil. "Nos estamos dando cuenta de que hay muchos lugares fuera de la Patagonia en los que también se puede desarrollar nuestro modelo, como algunos valles en la Cordillera del Maule, donde hay zonas bastante prístinas, gigantescas y que hay que proteger", destaca.
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