Publican libro sobre Kim Philby en boca de sus ex amigos

<P>El texto de Ben Macintyre repasa la relación entre el agente británico que espió para los soviéticos y su estrecho colega Nicholas Elliot.</P>




En Reino Unido y Estados Unidos se publicó el libro Un espía entre amigos, de Ben Macintyre, que repasa la cercanía entre Kim Philby y Nicholas Elliot, su gran amigo y colega en el servicio secreto británico (MI6), aquel que lo defendió por 10 años de las sospechas de espionaje y que casi murió de espanto cuando la evidencia resultó ser indesmentible: Kim Philby, quien llegó a ser director del MI6 en Washington, era en realidad, desde hacía décadas, un disciplinado agente de los soviéticos.

Lo cierto es que Philby era un tipo dotado de una capacidad de consumo de alcohol francamente proverbial con una gracia extra: jamás cometió una infidencia que comprometiera su situación.

El historiador Hugh Trevor-Roper, otro de los reclutados por la inteligencia británica durante la Segunda Guerra, escribió acerca de la mediocridad e ineficiencia de sus pares y superiores en dicha repartición. Pero al evocar a Philby, anotó: "Una persona excepcional por sus virtudes, porque parecía inteligente, sofisticado e incluso real".

Tal vez la tesis más llamativa del libro de Macintyre, es que la existencia de tipos como Kim Philby se explica, fundamentalmente, en el sistema de clases británico: bastó una recomendación del padre de Philby, un excéntrico orientalista con amplias conexiones en Londres, a su amigo Valentine Vivian, jefe del MI6, para que el joven Kim, egresado de la Universidad de Cambridge, fuese admitido en el equipo de la elite británica que combatiría subterráneamente a los soviéticos.

Paradójicamente, en un principio a Philby se le consideró un tipo desconfiable en Moscú. Pero cuando accedió a una posición clave de la inteligencia británica, las sospechas se diluyeron: quedó a cargo del espionaje antisoviético en el MI6. "De un solo golpe se deshizo de un grupo de anticomunistas y se aseguró de que todo el esfuerzo para combatir el espionaje soviético durante la posguerra fuera conocido en el Kremlin. La historia del espionaje ofrece pocos golpes maestros, si es que los hay, como este", declaró uno de sus contemporáneos en el MI6.

Philby renunció al servicio secreto británico en 1951 y desertó a la Unión Soviética en 1963.

La confesión que obtuvo Elliot de su ex amigo en Beirut es una de las partes más dramáticas y bien logradas del libro.

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