Se estrena Un Hombre Solo, la película que convirtió a Tom Ford en un aplaudido cineasta
<P>Este jueves llega a salas la primera cinta dirigida por el diseñador de modas responsable del renacer de <B>Gucci</B> en los años 90.</P> <P>La película es una adaptación de la novela titulada <I>Un hombre soltero</I>, que <B>Christopher Isherwood</B> le dedicó a Gore Vidal.</P> <P>Es la historia de un profesor de literatura que no puede superar la muerte de su pareja y, durante un día, <B>planea suicidarse</B>.</P>
Tom Ford tenía 20 años, vivía en Hollywood y no era el célebre diseñador de modas que es hoy cuando leyó la novela de Christopher Isherwood, A single man (traducida por DeBolsillo como Un hombre soltero). La historia de un profesor homosexual de literatura que no puede superar la muerte de quien ha sido su pareja durante 16 años impactó al joven nacido en Texas. En esa época Ford vivía con un ilustrador que lo dejó por el pintor David Hockney, y al poco tiempo conoció al propio Isherwood, por entonces de 80 años. Tal como el personaje de Kenny, un adolescente que se fascina con el profesor encarnado por Colin Firth, Ford tuvo un sentimiento entre romántico y platónico hacia el escritor. "Me fascinó, aunque él ni se fijó en mí, cosa que no entendí entonces, porque él tenía 80 y yo 20, y era bastante atractivo", confesó una vez.
El primer vínculo que unió a Ford con la novela fue la sensación de soledad que sintió en ese momento y que vio reflejada en George, el protagonista del relato de Isherwood. Pero debieron pasar más de 20 años, cuando Ford ya había entrado a la historia de la moda luego de haber reflotado al imperio Gucci, cuando releyó la novela, revisó los diarios póstumos del escritor y descubrió que la vida de Isherwood y la suya transitaban por caminos demasiado cercanos. El destino había echado sus dados. Ford tenía en ese entonces más de 20 años de relación con el periodista de modas Richard Buckley y la historia lo encontró en la crisis de la mediana edad: había salido de forma polémica de Gucci, había creado su propia marca de ropa y tenía un cerro de dinero, pero le faltaba algo.
"Cuando la leí de nuevo, inmediatamente me habló", dijo Ford a la revista Vogue respecto de la novela. "No me había fijado en la espiritualidad ni la comprensión de las crisis existenciales; tú no puedes ver tu futuro cuando tienes 20 años", explicó.
Desde un punto de vista, la situación de Ford era privilegiada, pero ciertamente también era incómoda: era multimillonario, un ícono cultural, amigo de todas las celebridades que se pueda imaginar, pero ya no le apasionaba el mundillo al que había ayudado a desarrollar. No tenía interés en hacer nada, salvo un sueño de juventud: dirigir una película.
Superando los prejuicios
Un diseñador de modas jugando a ser cineasta podría ser un cóctel intragable, con dosis de vanidad, belleza fácil y superficialidad que dan para 10 títulos. Y por cierto, podría despertar los más feroces prejuicios y burlas, los mismos de los que hace gala Zoolander, la cinta de Ben Stiller sobre el mundo de la moda en la que, claro, aparece Ford en un pequeño cameo.
Nada de eso amilanó al incipiente cineasta, quien sacó de su bolsillo siete millones de dólares, llamó a Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode y el joven Nicholas Hoult, coescribió el guión y se puso a filmar la novela. Para no despertar dudas, el propio Ford señaló al diario británico The Guardian que "esto (la película) no tiene nada que ver con la moda. Piensen que viene de lo más íntimo de mí".
Estrenada en la pasada edición del Festival de Cine de Venecia (y con fecha de estreno para este jueves en nuestro país), los críticos se encontraron con un minucioso tratado de la ausencia, donde la elegante puesta en escena, una visualidad al mismo tiempo expresiva y contenida, y una banda sonora que guiñaba un ojo a Wong Kar-wai y al Hitchcock de Vértigo. "Colin Firth y Julianne Moore demuestran un tono emocional extraordinario, ambos cálidos y firmes construyen los mejores roles que han tenido en el último tiempo", dijo la revista Variety.
El filme, que se titula Un hombre solo, narra un día en la vida de George Falconer (Firth), un profesor universitario devastado por la muerte de su pareja (Goode) en un accidente, en 1962. Mientras es asaltado por las imágenes de la vida común, planea quitarse la vida. Solo su amiga, ex amante y vecina Charley (Moore), una separada alcohólica, vislumbra la profundidad de la crisis por las que está pasando. La decisión de suicidarse, sin embargo, empieza a nublarse cuando un alumno (Hoult) demuestra un ambiguo interés en él.
Ford no hizo el camino tradicional de un cineasta. No hizo cortos ("no me interesan") ni talleres; sólo se dedicó a estudiar exhaustivamente todos los ángulos de cámara de las películas que vio. Tampoco nunca había escrito un guión cuando firmó (a medias con David Scearce) el de Un hombre solo, en el que demuestra decisión para modificar el ambiente en que vive George, el de una rústica casa de campo en la novela, por una moderna y vidriada casa de California en el filme. El tipo podrá ser un novato, pero su minuciosidad es la de un veterano: convocó al diseñador de producción de la serie Mad men, Dan Bishop, para darle la estilizada elegancia que el filme requería, invitó al japonés Shigueru Umebayashi, músico habitual de Wong Kar-wai, para componer los temas principales (uno de ellos, el homenaje a Vértigo, titulado A variation on Scotty tails Madeleine, es sublime) y dejó la fotografía en manos del promisorio español Eduard Grau, un talento de sólo 28 años.
Sus elecciones hasta ahora le han dado la razón. Al premio de mejor actor para Colin Firth y el Queer Golden Lion al mejor filme de temática gay en Venecia, se sumaron luego las nominaciones a los tres Globos de Oro (música original, actuación protagónica y de reparto) y la del Oscar para Firth.
Si bien ha firmado el debut más destacado del último año, Ford prefiere entender todo esto como un juego del destino. En su propia crisis, Isherwood abrazó la espiritualidad oriental, lo mismo que hizo Ford. "Estoy completamente fascinado con ese aspecto de su vida", ha dicho, y por ello ve la película como un resultado de su búsqueda. ""Hacer esta película ha sido enormemente positivo, totalmente catártico, una especie de asimilación y revelación de todo".
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