Superproducción rusa en 3D revive la batalla de Stalingrado

<P>El filme de 30 millones de dólares recrea el conflicto más mortífero de la Segunda Guerra Mundial.</P>




En el otoño de 1942, las fuerzas del Ejército Rojo intentan cruzar el río Volga, con el objetivo de aplicar una dura contraofensiva y alejar a los alemanes. El plan no funciona y los rusos deben emprender la retirada rápidamente, lamiéndose sus patrióticas intenciones, buscando salir con vida. Las fuerzas del Tercer Reich les pisan los talones y en este arranque un grupo de soldados se refugia en un edificio de cuatro pisos donde también vive una muchacha que no alcanzó a salir de Stalingrado. Están en el que luego será recordado como "edificio de Pavlov", llamado así por el sargento Yakov Pavlov, el hombre a cargo del pelotón que lo defendió, en septiembre de 1942.

Este contexto histórico es el paisaje en el que se desarrolla la trama de Stalingrado, primera película rusa hecha completamente en 3D y la primera, además, en utilizar las gigantescas salas IMAX para ser proyectada. Se trata de una superproducción para los estándares rusos, con un costo de 30 millones de dólares, uno de los más altos en la industria de su país. Dirigida por Fedor Bondarchuk, Stalingrado contó con los servicios de la compañía de efectos especiales 3ality Technica, para desarrollar el 3D. Esta empresa hollywoodense es la misma que estuvo tras las tres dimensiones de The Hobbit: Un viaje inesperado, de Peter Jackson, y El gran Gatsby, de Baz Luhrmann.

La ambición que mueve al largometraje de Bondarchuk es alta y por eso también se explica su distribución internacional a manos de Sony Pictures. Cuando se trata de temas patrióticos y la batalla de Stalingrado es uno de aquellos, los rusos suelen invertir bastante en el cine. Dos ejemplos: en 1967, Sergei Bonarchuk, padre de Fedor Bondarchuk, ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera, por La guerra y la paz, que costó 100 millones de dólares. En el 2010, Nikhita Mikhakov quedó en la bancarrota tras realizar Burnt by the sun 2, filme que también contó la resistencia rusa en la Segunda Guerra Mundial y que no pudo recuperar los 55 millones de dólares invertidos.

Pero los aires que corren para Stalingrado son favorables. Se trata de una cinta que ha tenido amplia exposición en su país a través de llamativas sinopsis en las salas y su realizador es un hábil encantador de taquillas: en el 2005 revivió la industria del cine ruso, a través de The 9th company, película sobre la ocupación soviética en Afganistán que superó los 20 millones de dólares en recau- dación. Stalingrado debería estrenarse en noviembre en Rusia.

La peor batalla

Con bajas estimadas que ascienden a tres o cuatro millones de personas, dependiendo de los cálculos, la batalla de Stalingrado fue el más mortífero de todos los enfrentamientos de la Segunda Guerra Mundial. Para algunos historiadores, es simplemente el más cruento de la historia y su resultado fue un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra: Alemania nunca volvió a recuperar su poder en el frente este y marcó el inicio de su derrota, dos años después.

Las ofensivas y contraofensivas a la ciudad de Stalingrado (actual Volgogrado) tomaron cinco meses y una semana, entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943. Los alemanes tenían un nombre adecuado para el también llamado Sitio de Stalingrado: debido a la evidente miseria de las circunstancias lo llamaban rattenkrieg, que se traduce como "guerra de ratas".

El conflicto que desangró a militares y civiles ha sido desde siempre carne de la prensa, de la historia y del cine. Los libros que se han escrito son numerosos, desde Enemigo a las puertas (1973), de William Craig, a Stalingrado (1998), de Antony Beevor, y Vida y destino (1959), de Vasili Grossman (ver fichas).

Estos dos últimos integran la lista de las diversas fuentes que el realizador Fedor Bondarchuk consultó antes de realizar su cinta. "Me he leído todo lo posible sobre Stalingrado, incluyendo a Beevor, Grossman, La cruz de hierro, de Willi Heinrich, y En las trincheras de Stalingrado, de Viktor Nekrasov", afirmaba al inicio del rodaje. Protagonizada por los rusos Peter Fedorov, Yanina Studilina y el alemán Thomas Kretschmann, entre otros, la superproducción buscará mostrar las historias en ambos frentes y cerca del 40 por ciento de los diálogos serán en alemán, con subtítulos.

El realizador, que en 1989 actuó en un filme ruso homónimo sobre el mismo tópico, adelantó este fin de semana que Stalingrado quiere ir más allá de la épica y la acción de las balas y los uniformes: "No es una historia sobre generales y ejércitos. Es más una guerra interior. Una historia sobre cinco personas que acabaron en una casa donde hay una chica que no quiere abandonar su hogar, pese a la guerra".

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