Un milagro desde el corazón de Africa
<P>La República Democrática del Congo es un país asolado por la guerra, la pobreza y el sida. De allí salió el TP Mazembe, que hoy disputa el título del Mundial de Clubes ante el Inter. Los "Cuervos" van por el golpe.</P>
n 1974, Zaire fue la primera selección de Africa subsahariana en jugar una Copa del Mundo. Después de la clasificación, el dictador del país, Mobutu Sese Seko, estaba tan feliz, que les regaló un auto y una casa a cada uno de los integrantes del plantel. El amor se transformó en odio después de que el equipo cosechó dos derrotas en sus primeros dos partidos: 2-0 ante Escocia y un humillante 9-0 frente a Yugoslavia. "Después del partido, la guardia presidencial nos amenazó. Si perdíamos por cuatro goles con Brasil, no podríamos volver a casa", reconoció tiempo atrás Mwanga Ilunga, defensor que es recordado por salirse de la barrera y patear un tiro libre que le correspondía al elenco rival. El partido terminó 3-0 e Ilunga pudo volver a su hogar.
Han pasado 36 años y, coincidentemente, es el equipo de Ilunga, TP Mazembe, el encargado de limpiar la imagen futbolística del país, rebautizado como República Democrática del Congo (RDC) en los años 90, tras la caída de Mobutu. Los "Cuervos" se transformaron en el primer equipo capaz de romper con la hegemonía de Europa y Sudámerica en el Mundial de Clubes, después de eliminar al Inter de Porto Alegre.
El próximo rival será el Inter de Milán, en un partido que significa mucho más que una final. "Somos un país que lucha por mantener la paz, después de muchos años de conflicto. Estas victorias tienen mucha importancia, porque ayudan a construir identidad y confianza. Se estimula la unidad y la reconciliación", reflexiona Tom Tshibangu, funcionario de Naciones Unidas que trabaja en una radio comunitaria de Kinshasa, la capital de la nación.
Hasta allí llegaron los festejos por los triunfos del Tout Puissant ("Todopoderoso" en francés) Mazembe, un adjetivo integrado al nombre del equipo tras la era dorada del club en los años 60, cuando ganó tres títulos locales y dos Copas de Campeones de Africa.
Actualmente, el Mazembe es presidido por Moise Katumbi, un exitoso empresario minero, que además es gobernador de la provincia de Katanga, la más rica del Congo. El club ha ido creciendo al mismo ritmo que su ciudad de origen, Lubumbashi, capital regional y segunda más importante del país. Este lugar se ha vuelto un verdadero "oasis" dentro de una nación asolada por la guerra, la extrema pobreza y el sida, ubicada justamente en el corazón del continente más aproblemado.
La gestión de Katumbi ayudó a convertir al Mazembe en el único club profesional de la liga local, que sigue el modelo mundial de "empresa", en vez de ser una corporación sin fines de lucro. Con el objetivo de maximizar el rendimiento en la cancha, el timonel adoptó una política de establecer altos sueldos para evitar el éxodo masivo de sus jugadores. Además se construyó un nuevo complejo de entrenamiento y se planea remodelar el viejo estadio de la Kenia, donde el equipo hace de local. Los logros deportivos de la institución y el crecimiento de Lubumbashi y la provincia de Katanga han transformado a Katumbi en uno de los políticos más importantes del país. Incluso se dice que es una de las figuras presidenciables para las elecciones de 2011, pese a que él ha negado su interés.
Hoy, a partir de las 14 horas de Chile, los hinchas de Mazembe no serán los únicos en estar pendientes de la final contra el Inter. Los televisores no solo estarán encendidos en Lubumbashi, sino que también en Kinshasa, en todo el resto del Congo y a lo largo y ancho de todo el continente africano, que nunca había visto tan de cerca la oportunidad de quedarse con un título grande del fútbol. Los "Cuervos" buscarán completar la tarea en Abu Dhabi, aunque solo ellos crean en el milagro.
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