Venta de lienzo de Dalí desata conflicto judicial en Chile

<P>La Fiscalía Oriente indaga desde febrero posible estafa y apropiación indebida. </P>




Era una comida cualquiera. Hugo Risopatrón les contaba a los comensales que hacía poco había vendido en US$ 60 mil un famoso cuadro del pintor español Salvador Dalí, que había heredado de un primo coleccionista de arte que había muerto sin dejar descendencia.

El nombre de la obra de arte era "Les yeux fleuries" y era parte de un lienzo del mismo nombre que Dalí pinto para la escenografía del ballet Tristán Fou a pedido del marqués de Cuevas en 1940.

La tela era de grandes proporciones, por lo que se decidió dividirla en partes, en la que cada una se convirtió en un cuadro. Uno de ellos llegó hasta su familia.

Risopatrón seguía relatando su historia, hasta que uno de los presentes le manifestó que él también había comprado recientemente una pintura del mismo autor, pero a US$ 110 mil.

Siguieron hablando y llegaron a la conclusión de que era la misma pintura y que la persona que había hecho el negocio en representación de Risopatrón era la experta en arte Cecilia Miquel y su hija Cecilia Brunson.

A raíz de esto, Risopatrón decidió recurrir a tribunales e interponer una querella por estafa y apropiación indebida en contra de ambas mujeres en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago en febrero pasado. Es por esto que la Fiscalía Oriente abrió una investigación y designó al fiscal Ricardo Gertosio para determinar si existió engaño en la venta.

Miquel es conocida en el mundo de las artes por ser delegada de Sotheby's en Chile, como sale estipulado en la página web de la casa de subastas que está radicada en Nueva York, EE.UU.

La misma pasión por la pintura fue traspasada a su hija Cecilia Brunson que es curadora y trabajó en el museo de la Universidad de Texas en Austin.

Según cercanos a ambas, Risopatrón siempre estuvo informado de todo e incluso no estuvo dispuesto a esperar una tasación de un experto en Francia. Quería cerrar el negocio rápidamente, indican las fuentes.

La pugna

En la acción judicial, Risopatrón relata que a principios de 2009 tomó contacto con Cecilia Miquel para lograr vender la obra de arte, dado que representaba a la casa de subastas internacional.

Se estimó en un principio que el precio de venta sería US$ 100 mil. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto, fracasando varios intentos de venta.

El abogado de Risopatrón, Felipe Jiménez, indicó en el escrito que en ese momento Miquel involucró a su hija en el proceso, quien le habría señalado que existía otro comprador y que la oferta final era US$ 60 mil.

Finalmente, el 22 de septiembre se concretó la venta a un empresario y se le depositó el dinero en la cuenta corriente del querellante, dando por cerrado el negocio. Sin embargo, tras la cena fortuita que tuvo con el comprador se da cuenta del supuesto engaño.

Jorge Bofill, quien es el abogado defensor de ambas expertas en arte, rechazó que se haya engañado a Risopatrón, porque siempre estuvo al tanto de los términos del proceso de venta de la pintura de Salvador Dalí.

"La investigación la conduce el ministerio público y ante dicho organismo presentaremos los antecedentes que acreditan que el señor Risopatrón siempre estuvo informado del proceso de venta de la obra y que dio instrucciones expresas de venderla en el precio que le fue pagado", dijo el abogado.

El representante de Risopatrón señaló que su cliente optó por hacer las cosas bien y "escogió ala empresa más sólida del mercado en una operación de arte y buscó las personas más honestas. Sin embargo, fue defraudado, se apoderaron del dinero que le pertenecía".

Según él, esta obra tiene un valor en el mercado que fluctúa entre los US$ 400 mil y US$ 1,5 millón.

Agregó que "por esta asesoría interesada terminó liquidándose a un precio ridículo para la obra de Salvador Dalí. Está pedido a través de la fiscalía que se comunique con Sotheby's para que nos informe si ellos estuvieron al tanto o no de la operación para vender este cuadro y si esta fue regular".

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