Y usted... ¿enfoca su vida pensando en el pasado, en el presente o futuro?

<P>Desde los nostálgicos que creen que todo pasado fue mejor, pasando por los que viven en el presente porque no pueden proyectarse, hasta los que sacrifican su hoy para un futuro mejor. Todos vivimos nuestra vida en función de un momento en el tiempo. Un proyecto Fondecyt liderado por investigadores de la U. Alberto Hurtado dividió a los chilenos según cómo enfocan su vida. Busque e identifíquese.</P>




Pensando en el futuro: 35%

Son esos que creen que vale la pena dejar los gustitos de lado con tal de darles una buena educación a los hijos. Los mismos que saben qué quieren en 10 años más y los que creen que vale la pena pagar las deudas ahora para surgir después. En definitiva, son los que piensan que hay que hacer pequeños sacrificios hoy para tener recompensas a futuro. Y de estos, estamos llenos: es el grupo en donde más chilenos se sienten identificados sobre qué postura tener en la vida. "El futuro es lo más importante para los chilenos, pero entendido como aquello que da sentido al esfuerzo o a las obligaciones del presente", dice Pedro Güell, sociólogo del Centro de Investigaciones Socioculturales, Cisoc, de la U. Alberto Hurtado, y responsable del proyecto Fondecyt de Conicyt Los tiempos del individuo. Investigación sobre las estructuras temporales en que se apoyan las estrategias de individualización en Chile. Esta investigación, que se basó en datos del último informe del PNUD, analizó, entre otras cosas, cómo nos paramos frente a la vida, cómo ordenamos y otorgamos un significado a las experiencias personales y sociales, dependiendo si nos enfocamos más en el pasado, presente y futuro.

Es lo que se conoce como Orientaciones Temporales. Una teoría realizada por el sicólogo de la U. de Stanford Phillip Zimbardo, quien creó la escala Inventario de Perspectiva Temporal de Zimbardo.

Según él, los que se centran en el futuro tienden a planificarse y a desplazar las gratificaciones en función del logro de objetivos a largo plazo. Además, evalúan mucho las consecuencias que tendrán sus actos para no entorpecer su meta. "Es ideal para la gente y para los países marcar relativamente alto en la orientación hacia el futuro, porque implica planificación para las metas, enfocarse en las obligaciones y crear escenarios para obtener cosas positivas en el futuro", dice Zimbardo a La Tercera.

Los que enfocan su vida en el futuro son, en su mayoría, de las clases medias y más acomodadas. Güell explica que esto es así porque tienen más recursos objetivos (económicos y culturales) y mayor confianza en sí mismos, lo que los hace creer que tendrán más oportunidades (un 38,6% tiene confianza de que no perderá su trabajo en los próximos 12 meses). En general, son adultos sobre los 35 años que ocupan la mayor parte de su tiempo en un trabajo permanente; jubilados o en trabajos esporádicos, y no tienen problemas con su ingreso familiar, aunque a veces no les alcance para ahorrar.

Miramos el pasado, pero somo positivos: 31%

Son los que se llenan de fotografías de sus vidas, los que recuerdan gratamente momentos de la infancia. Los mismos que tienen una imagen positiva, pero también sentimental y nostálgica de lo que vivieron en otros tiempos. Son esos que piensan que todo pasado fue mejor. Y sienten que tienen grandes capacidades que los ayudarán en el futuro y, si bien tienen confianza en los años que vienen, no están tan satisfechos con su vida actual a pesar de que no se declaran agobiados por la rutina. De acuerdo al estudio, es el segundo grupo que más nos representa.

Aunque a este grupo pertenecen chilenos de todos los estratos socioeconómicos, representa en general a los niveles ABC1 y C2, que tienen una buena valoración de su situación económica y su sueldo. "Tener una perspectiva positiva del pasado es bueno, ya que conecta el presente con la identidad propia, la de la familia y la de la cultura", dice Zimbardo. De acuerdo con Martina Yopo, investigadora de Cisoc y del estudio, estas personas al igual que las que enfocan su vida al futuro tienen una predisposición hacia la sociabilidad, con mayor confianza en los amigos y en las personas en general.

Presente: 18%

Son el tercer grupo y se caracteriza por incluir a los que viven en el aquí y en el ahora. De acuerdo a Güell, estas personas se enfocan solo en el presente porque tienen menos recursos económicos y culturales. Por lo general, son mujeres y pertenecen a los niveles socioeconómicos E y D. "Como los recursos están desigualmente distribuidos en Chile, los pobres tienden a poner menos énfasis en el futuro, pues para muchos de ellos está cerrado en sus oportunidades. El futuro no les da mucho sentido o creen que sólo será la repetición de sus obligaciones presentes", explica el sociólogo. Tienen en promedio de 45 años hacia arriba, en general son dueñas de casa, rentistas, jubilados o con trabajos esporádicos. Tienen problemas con su ingreso y se sienten agobiados por las exigencias y obligaciones de su vida cotidiana. Por eso viven solo el presente. A diferencia de los otros grupos, más que tener confianza en el futuro tienen miedo de lo que pueda ocurrir.

Dentro de este ítem, Zimbardo describió lo que llamó el "presente hedonista", personas que quizás por el mismo hecho de no proyectar futuro, se dedican a la búsqueda del placer en el presente. Sin embargo, este grupo no se encontró en Chile. Según Yopo, esto se explicaría porque el presente para los chilenos es una experiencia a la que se le da significado desde el sacrificio, tanto para quienes buscan conseguir beneficios o concretar proyectos a largo plazo como para quienes solo se pueden enfocar en vivir en el día a día.

Enfocados en el pasado (negativamente): 17%

Constituyen el grupo minoritario dentro de la realidad local. Según la definición de Zimbardo, tienen una imagen negativa de su pasado personal. Estos malos recuerdos son, principalmente, por eventos dolorosos que los marcaron. En su vida presente tienden a desconfiar de las personas y por eso dicen no tener amigos, solo conocidos.

Están insatisfechos con sus vidas y, por ende, su mirada sobre la realidad es más pesimista. Les cuesta encontrar un trabajo estable y, en esos términos, su principal preocupación son las deudas que tienen que pagar. En general, no cuentan con tiempo libre los fines de semana y la planificación es más bien ausente. Como tienen esta mirada enfocada en los eventos negativos de su pasado, creen que el futuro será igual de negro: el país, según ellos, estará peor que ahora en 10 años más.

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