Emilia Schneider, diputada por el Distrito 10: “En Apruebo Dignidad tenemos toda la voluntad de llegar a acuerdos”

EMILIA SCHNEIDER
Emilia Schneider

Fue la primera presidenta trans de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) y pronto se convertirá en la primera mujer trans en llegar a la Cámara de Diputados. Emilia Schneider, una de las parlamentarias electas más jóvenes, cree que las diferencias dentro de su bancada, Apruebo Dignidad, no se proyectarán al Congreso y afirma que el matrimonio igualitario es un avance, pero “que se han invisibilizado otras prioridades urgentes para nuestra comunidad”.


En marzo, Emilia Schneider (25), vicepresidenta del partido Comunes, se convertirá en la primera mujer trans en la historia de Chile en llegar a la Cámara Baja. Quien lideró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) en 2019 y fue vocera de la Asamblea Feminista 8M en 2018, asegura que llevará una mirada feminista y de las disidencias sexuales al Parlamento.

Schneider, que cursa su último semestre de Derecho, obtuvo uno de los ocho cupos por el distrito 10, que reúne a Santiago, Ñuñoa, Macul, San Joaquín, La Granja y Providencia. En esta última comuna vivió de allegada en la casa de sus abuelos, junto a su mamá, hasta los 13 años.

En entrevista con La Tercera, la bisnieta del excomandante en jefe del Ejército René Schneider, afirma que impulsará el proyecto de ley de educación sexual desde la primera infancia y asegura que las diferencias dentro de Apruebo Dignidad no se proyectarán en el Congreso, porque cree que “son desencuentros pequeños”. A su vez, asegura que la voluntad de su sector es llegar a entendimientos.

¿Cuál será el sello de su labor legislativa? ¿En qué tema se enfocará durante los primeros meses?

Espero que mi sello sea reconectar lo que pasa en el Congreso con las organizaciones sociales y los movimientos ciudadanos que hay en nuestro país. Que están muy presentes en el debate, pero que todavía tienen mucha reticencia con espacios institucionales como el Congreso. Por cierto, que también mi sello va a ser justamente una mirada feminista, una mirada de las disidencias sexuales. Pero no para encerrarnos en un solo tema, sino que para aportar esa mirada cuando estemos discutiendo de trabajo, de economía, de medio ambiente. Y mostrar que “nosotres” tenemos mucho que decir de todos los temas.

Si tuviera que elegir solo una, ¿cuál es la iniciativa legislativa que será su prioridad en este 2022? ¿Por qué?

La iniciativa que más me gustaría impulsar es la de Educación Sexual Integral, porque es una síntesis de las luchas sociales que a mí me hacen ocupar el espacio que ocupo hoy. Hay un proyecto de ley, presentado por mi compañera Camila Rojas (Comunes). Que, ojo, no se rechazó por mayoría, sino por falta de quórum. La Educación Sexual Integral se hace cargo de hablar temas como la violencia de género, la orientación sexual, la transmisión de ITS, prevenir el abuso infantil. Y me parece que esa es una deuda tremenda, porque Chile es de los pocos países que no tienen la educación sexual integral garantizada como un derecho.

¿A quién apoyará para presidir la mesa de la Cámara?

Esa es una discusión que no voy a dar por la prensa. Yo soy muy respetuosa de los espacios colectivos de definición. Y voy a apoyar a quien sea la candidatura que, como Apruebo Dignidad, zanjemos.

El gobierno de Boric no cuenta con mayoría en el Congreso, ¿no hay un riesgo de no cumplir con la expectativa de transformaciones que se prometió?

Yo creo que tenemos un Chile que se expresa muy fragmentado en el Congreso. En Apruebo Dignidad tenemos toda la voluntad de llegar a acuerdos y dialogar sin transar nuestras convicciones para el bien común. Quienes van a tener que responder es la oposición, otros sectores, porque tenemos una ciudadanía muy atenta. Y si no somos capaces, como diputados, de estar a la altura de ese diálogo, son quienes no estén disponibles a eso quienes van a tener que dar explicaciones. Hay que tener muy en cuenta que para conseguir mayoría para las transformaciones, no solo necesitamos los votos en el Congreso, sino que también un acuerdo transversal en la sociedad. Si hay un consenso mayoritario en la sociedad, el Congreso no se puede desentender.

En una entrevista con la “Revista Ya” usted dijo que piensa que en política hay que ser poco personalista. En relación a las diferencias entre el FA y el PC, ¿cree que Apruebo Dignidad ha actuado de esta forma dentro de la Convención?

Yo no voy a polemizar con mis compañeros y compañeras. Siempre en las coaliciones puede haber diferencias sobre cuestiones administrativas, sobre votaciones puntuales, pero como Apruebo Dignidad tenemos una mirada clara del país que queremos construir. Las dinámicas de la Constituyente son las dinámicas de la Constituyente. Por algo el resto de los poderes del Estado no podemos ni debemos intervenir ahí. Entonces, yo creo que Apruebo Dignidad es una coalición que, como todas, tiene su diferencias. Lo desdramatizo en ese sentido. Pero que, al mismo tiempo, tenemos una mirada de raíz clara.

Usted ha dicho que cree que Apruebo Dignidad no va a tener ese problema en el Congreso. ¿Han tenido conversaciones al respecto? Si es así, ¿a qué acuerdos o estrategias llegaron?

En la Convención ha habido diferencias, pero no son dramáticas. Y eso que no es dramático no tiene por qué proyectarse a un Congreso. Hoy día tenemos diálogo entre el Frente Amplio y Chile Digno. Como Apruebo Dignidad, en el Congreso, sin ningún problema estamos trabajando para conformar comisiones, para conformarnos como bancada. Tenemos por ahí encuentros y jornadas pendientes, pero asumo que ocurrirán. Estamos proyectando absolutamente funcionar como bancada.

¿Como Apruebo Dignidad, han conversado de estas diferencias en cosas puntuales en la Convención, proyectándolo al Congreso?

Lo conversó la mesa del partido… la mesa de Apruebo Dignidad. Pero estamos enfocadas en nuestro trabajo en el Congreso. Lo que pasa en la Constituyente pasa en la Constituyente. Y como nosotros y nosotras no estamos redactando una nueva Constitución no vamos a tener esa mismas diferencias. Son desencuentros pequeños que se solucionan dentro de la Constituyente.

Usted y otros movimientos de disidencias sexuales con los que trabaja han dicho que el matrimonio igualitario no es suficiente por sí solo...

El matrimonio igualitario fue un avance, pero creo que se han invisibilizado otras prioridades urgentes para la subsistencia de nuestra comunidad. Al final, si nos siguen matando en la calle, si no conseguimos trabajo, si no podemos acceder a la salud, difícilmente vamos a poder desarrollarnos en igualdad de condiciones. Primero, seguir tramitando la reforma a la Ley Antidiscriminación, que tiene que incluir una perspectiva de prevención integral de la violencia y la discriminación. No puede ser solamente establecer sanciones, que hoy día ni siquiera son suficientes. En segundo lugar, velar por el acceso a los derechos sociales a las personas de las disidencias sexuales: salud, educación, trabajo, seguridad social. Y, en último lugar, la Educación Sexual Integral, que me parece fundamental para la sociedad, pero en particular para las disidencias sexuales y las feministas.

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