A menos de 24 horas de que los 51 consejeros sean investidos en sus cargos, el Partido Republicano anunció un giro en su apuesta para presidir la mesa directiva del Consejo Constitucional. Hace varios días la colectividad que lidera Arturo Squella había definido que la consejera de Tarapacá Ninoska Payauna sería la carta para ser quien presida el futuro órgano redactor.

Sin embargo, conforme pasaban los días, el nombre de Payauna empezó a recibir cuestionamientos. Una causa por hurto, registrada en 2007 y la cual se encuentra cerrada luego de que la Fiscalía aplicara el principio de oportunidad, frustró los planes. Desde el lunes que en Chile Vamos había consejeros con dudas de si apoyar a Payauna. En la UDI, eso sí, estaban por votar por ella, mientras que en RN existían los principales reparos.

Durante esta jornada los representantes de la derecha estuvieron afinando los detalles de la mesa y las presidencias de las cuatro comisiones. Fue en ese contexto que los republicanos tomaron una decisión. Las tratativas derivaron en que cerca de las 20.30 de la noche se citara a una reunión en la sede del partido en calle Presidente Errázuriz.

Al encuentro asistieron los consejeros y algunos dirigentes de la tienda. Ahí se zanjó el futuro de Payauna en un escenario en que no contaba con todo el respaldo de Chile Vamos y donde ese sector, además, pidió como “moneda de cambio” para apoyarla que le entreguen al menos una de las cuatro presidencias de las comisiones temáticas.

“Agradezco el apoyo y la confianza de mis compañeros de bancada, pero he preferido declinar mi postulación a la presidencia del Consejo. Han sido días difíciles, pero los desafíos nos hacen más fuertes y mañana asumiré con más fuerza como consejera por Tarapacá”, publicó Payauna en su cuenta personal de Twitter.

En su reemplazo el partido optó por mantener la presidencia en una mujer y anunció que irán con Beatriz Hevia como candidata a la presidencia de la mesa directiva. Hevia tiene 30 años y es representante de la región de Los Lagos. Previamente la abogada había sido una de las opciones para llegar a la mesa directiva del Consejo.

En los republicanos, en todo caso, transmiten que habría sido decisión de Payauna desistir de su candidatura. En Chile Vamos, en tanto, tuvieron otra lectura: lo tomaron como un gesto para que ellos dieran la unanimidad al nuevo nombre que proponen los republicanos para la presidencia. Además, fuentes de ese bloque comentan que recibieron información de que la consejera por Tarapacá no generaba consenso al interior de republicanos.

Una serie de reuniones en la sede del Congreso Nacional en Santiago sostuvieron durante este martes los consejeros de Chile Vamos para afinar lo que será la instalación del nuevo órgano constituyente este miércoles.

Fue durante esos diálogos que los representantes de la UDI, RN y Evópoli conversaron con sus pares del Partido Republicano para abordar lo que será la conformación de las comisiones y de la presidencia del Consejo Constitucional.

Mientras en los pasados comicios los republicanos lograron 23 escaños (aunque Aldo Sanhueza renunció después a la militancia), Chile Vamos consiguió 11, por lo que entre ambas fuerzas tienen dominio de lo que será el Consejo Constitucional, superando el quórum de los 3/5 para modificar las normas constitucionales.

Sin embargo, durante estos días las conversaciones giraron en torno a que la derecha tendrá aún más poder en el Consejo Constitucional, logrando la presidencia del nuevo órgano y también la presidencia de las cuatro comisiones que se componen. De esta manera, la coalición oficialista de Unidad para Chile (PC, Frente Amplio, PS y PL), pese a sus 16 escaños, no se quedaría con ninguna presidencia de comisión y solo lograrían la vicepresidencia de la mesa, para la cual promueven a Aldo Valle (ind. PS) o a María Pardo (CS).

Por parte de Chile Vamos los interlocutores eran el jefe de bancada UDI, Arturo Phillips; su par de la bancada RN-Evópoli, Pilar Cuevas, y el consejero republicano de Valparaíso, Antonio Barchiesi, quien es el designado por el partido fundado por José Antonio Kast para llevar los diálogos con Chile Vamos.

Si bien para los republicanos no era necesario el apoyo de todos los consejeros de Chile Vamos -pues para elegir la presidencia se requiere la primera mayoría-, para los republicanos resultaba relevante conseguir un apoyo cerrado de toda la derecha para Payauna, pues así se dará una señal de que es una Constitución de mayorías y no solo de un partido.

Las tratativas para la mesa directiva estuvo cruzada, además, por las conversaciones para definir las presidencias de las comisiones. De esta manera, al cierre de esta edición estaba contemplado que de las presidencias de las cuatro comisiones, dos serían para el Partido Republicano, una para la UDI y otra para RN.

La consejera RN Pilar Cuevas, en un punto de prensa, sostuvo que “hay un primer acercamiento de las comisiones. Republicanos puede tener dos presidencias, y una para la UDI y otra para RN, pero eso son parte de las conversaciones que estamos teniendo todavía”.

Fuentes conocedoras de las tratativas dicen que los republicanos esperan obtener Derechos económicos, sociales, culturales y ambientales y también Función jurisdiccional y órganos autónomos. La UDI podría quedarse con Sistema político, reforma constitucional y forma de Estado, mientras que RN por Principios, derechos civiles y políticos.

Sin embargo, al cierre de esta edición todo continuaba en conversaciones, pues los nudos eran sobre quiénes serían los presidentes de estas instancias, ya que se esperaba que fueran cartas consensuadas por todos los sectores. También había un debate sobre qué comisiones convenían más para cada partido.

En la derecha, en todo caso, desestimaban que fuera complicado que Unidad para Chile se quedara sin presidencias de las comisiones, pues se pensaba que con la vicepresidencia de la mesa estaban bien representados.

Este martes, los consejeros oficialistas volvieron a reunirse en la sede de la CUT, para seguir afinando sus estrategias y definiciones en las horas previas a la inauguración del Consejo Constitucional. Asistieron todos, incluyendo al representante del pueblo mapuche, Alihuén Antileo. El único que no participó fue el consejero que presidirá de forma provisoria la primera instancia el órgano redactor, Miguel Littin (PS).

En la jornada quedaron establecidos los delegados de las tres bancadas que tendrá el bloque oficialista de Unidad para Chile. En el caso de los socialistas, el consejero de la Región de Los Ríos Alejandro Köhler asumirá el cargo. En la bancada de RD, Julio Ñanco será el delegado. Al cierre de esta edición, la bancada de CS y el PC aún no definían a su delegados y el sector discutía si seguir con el modelo de tres bancadas o quedarse solo con dos.

Las comisiones del Consejo Constitucional que va a controlar la derecha abordan las mismas temáticas de las cuatro subcomisiones de la Comisión Experta. Frente a esto, en privado, los consejeros oficialistas deslizan que era un escenario muy probable y que no tenían mayores expectativas de que ese sector les cediera algún espacio.

Un consejero comenta que en la Comisión Experta, órgano que estaba empatado con 12 comisionados de izquierda y 12 de derecha, el oficialismo solo logró la presidencia de una de las cuatro subcomisiones. Por lo tanto, en un escenario más adverso como el Consejo, estaba dentro de lo previsto.

Este miércoles, el Consejo Constitucional quedará instalado y listo para empezar su trabajo. La Constitución vigente y el reglamento estipulan que tendrán cuatro meses para redactar su propuesta final. En el quinto mes de trabajo, en tanto, será el turno de la instancia mixta en la que participarán los expertos.

El pleno del Consejo deben enviarles su propuesta final a los expertos, quienes recibirán el texto y redactarán un informe con observaciones y propuestas de solución. Ese documento deberá ser aprobado por ⅗ de los consejeros y rechazado por ⅔ de los representantes. Todo lo que no alcance uno de esos dos quórums se someterá a una comisión mixta, integrada por seis consejeros y seis comisionados, quienes deberán resolver la disputa por las normas impugnadas.

En un máximo de cinco meses, el Consejo debe tener lista su propuesta, la cual se someterá a plebiscito el 17 de diciembre. Esta vez las opciones serán dos: “A favor” o “En contra”.