Diez álbumes imprescindibles que dejó el primer semestre
No son los discos que vienen; son los que ya fueron. Aquí, un resumen con parte de los mejores lanzamientos en lo que va de 2018, desde música con la mira hacia África, México y Chile, hasta clásicos que retornaron en su mejor forma.
Seun kuti & egypt 80 - Black Times
De los hijos de Fela Kuti, Seun es el que menos problemas ha tenido en vivir bajo el fantasma de la leyenda africana: este álbum -además de tocar con Egypt 80, el grupo de su padre- es un manual de aquel legado, con arrebatos de jazz, guitarras latinas (Santana está invitado) y el discurso combativo de quienes nacieron en el continente olvidado.
Varios artistas - Un mundo raro: las canciones de José Alfredo Jiménez
¿Canciones románticas sufridas? Olvídense de cualquier baladista de los últimos 40 años: Jiménez, símbolo del sentimentalismo mexicano, no posee paralelo. Sus temas de amor alcoholizado y rencor lacerante brillan modernos en las voces de Carla Morrison, Bunbury, Adrián Dárgelos, Andrés Calamaro y Beto Cuevas, quien se luce con El Rey.
Stephen Malkmus & the jicks - Sparkle Hard
Héroe del rock alternativo de los 90 con Pavement, Malkmus vuelve bajo sus mejores ropajes: el de un hombre de interpretación desaliñada, a la caza constante del equilibrio entre un cantautor de baja frecuencia y un músico adscrito al ruido, al ímpetu algo destemplado. Es uno de los mejores trabajos de su discografía.
father john misty - God's Favorite Customer
Aquí es fácil pulsar play y lanzar las similitudes obvias: que canta como Elton John, que a veces se parece a Bowie, que suena como Lennon en el epílogo de su carrera. Sin embargo, es mejor encuadrarlo de otra manera: tras años de búsqueda, el estadounidense encontró su identidad en un álbum delicado, impecable y atemporal, con perfil de clásico de este 2018.
Camila Gallardo - Rosa
Cuando en un par de temporadas más se mire a 2018, este disco debería funcionar como punto de fuga: el eje desde donde se proyectó una de las figuras más completas del pop local en los últimos años. Con una interpretación imponente y natural, y una apuesta donde caben el sonido urbano y las tonalidades folclóricas, Gallardo fija un estilo al que sólo le queda crecer.
Ghost - Prequelle
La escena sueca despacha el metal más inventivo de este siglo -parte de la vitalidad actual del género recae en ellos- y Ghost es uno de sus hijos pródigos. En este retorno, hay rítmicas aceleradas, pero también coros de estadio, saxos, pianos y momentos épicos según el credo de Queen. Sus miembros esconden sus rostros, pero da igual: sólo con conocer su música basta.
Tierra whack - Whack world
Quizás no estará en el listado de los mejores de 2018, porque este disco luce otro mérito: es una pieza del futuro. Conectado con la inmediatez de las redes sociales, la rapera hizo 15 canciones de un minuto de duración, donde practica desde la gimnasia vocal del R&B hasta hip hop. Una experiencia que semeja un tobogán. En ese vértigo, el saldo es tan adrenalínico como positivo.
Snail Mail - Lush
El efecto Lorde: cada cierto tiempo, una artista sub 20 surge para cantarle a su generación y para intentar definir el mundo que habita. Si la neozelandesa lo hizo a partir del pop más delicado, Snail Mail (19) adopta el carácter de la cantautora frágil ante los tormentos amorosos, pero furibunda en letras y sonido cuando debe disparar insatisfacción hacia todo lo que la rodea.
Ases Falsos - Mala fama
¿Cuesta seguirle el ritmo a Cristóbal Briceño? Claro, consecuencia de un autor lleno de proyectos paralelos y subproductos. Y cuando parecía que la ruta de su banda se desbocaba, llega Mala fama, síntesis de su amor por la indeterminación estilística y la retórica contra destinatarios múltiples, quizás lo más sólido desde el imbatible Juventud americana.
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