La historia de obsesión y conflicto de Quentin Tarantino y su gran musa

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El director y la actriz en sus años de gloria como dupla en la pantalla grande.

Tras filmar junto al cineasta Pulp fiction y la saga Kill Bill, Uma Thurman lo responsabilizó por un grave accidente que puso fin a su fructífera relación.


Quentin Tarantino se encontraba en la búsqueda del reparto para su siguiente película, Pulp fiction, en 1993, y durante el proceso el agente de Uma Thurman llamó al director para que considerara a la actriz dentro de la producción. Sin embargo, a éste no le no le habría agradado el desplante de ella, tras verla en la película Perro bravo y Gloria. Tras insistencias del representante, el cineasta aceptó y acordaron una cena para trabajar en el guión y el personaje, pero al encontrarse sólo se dedicaron a hablar sobre sus vidas y conocerse. Una situación que habría inspirado la escena de la película, donde Vincent Vega (John Travolta) lleva a cenar a la esposa de su jefe, Mia Wallace (Thurman).

"Si tú recuerdas esa escena, las dos personas (Mia y Vincent) no se conocen realmente el uno al otro. Es una situación extraña, pero en el curso en que están sufriendo esta situación, una conexión ocurre (…) Uma y yo estábamos haciendo esa escena. Estábamos viviendo la película. Luego pensé: 'Wow ¿Quién es esta chica? Ella podría ser Mia'", explicó Tarantino a Rolling Stone en 2004.

Aquella cena entre ambos no sólo terminó dándole el papel de Mia a Thurman, sino que además fue el inicio de una fructífera amistad que se prolongó en los dos siguientes títulos de Tarantino, Kill Bill vol. 1 y su secuela, donde la actriz dio vida al que para muchos es el mayor rol de su carrera. Una sociedad que se desmoronó poco después y de manera drástica, según desclasificó la propia Thurman el pasado fin de semana en una reveladora entrevista con The New York Times, donde junto con denunciar los acosos que sufrió por parte del productor Harvey Weinstein, acusó a Tarantino de agresiones y de un grave accidente durante el rodaje de la segunda entrega de Kill Bill.

Todo ocurrió en México. El director se molestó cuando Thurman no quiso realizar una toma donde debía conducir un convertible azul, pues no consideraba el auto seguro para realizarlo. El cineasta le insistió y le exigió que condujera a 65 kilómetros por hora, para que su pelo pudiera ondear en la forma en que quería. "Estaba manejando un auto mortal. El asiento no estaba bien colocado. Era una carretera de tierra y habían curvas" detalló la actriz el pasado sábado en el periódico estadounidense, al tiempo que publicó en sus redes sociales un video inédito con el registro del accidente.

Thurman contó en la misma publicación que luego de pasar por el hospital pidió dicha grabación por medio de su abogado, logrando una respuesta de la productora Miramax -propiedad de Weinstein- que le otorgaba el video solo firmando un documento que los liberaba de cualquier repercusión al respecto. "Tuvimos una pelea decisiva en Soho House en Nueva York en 2002 y nos estuvimos gritando porque él no quería dejarme ver el material y me dijo que eso lo habían decidido todos", contó la actriz sobre Tarantino.

Tras la discusión volverían a aparecer juntos en 2014 en el Festival de Cannes, aclarando que se encontraban en una relación, donde no revelaron mucha información, pero la musa del autor de Perros de la calle comentó al medio VS Magazine: "Sólo somos personas divirtiéndonos".

Pero el episodio en México, aparentemente, fue una espina que ninguno pudo sacarse. Incluso, no son pocos los que creen que Tarantino lo tomó como inspiración para Death proof (2007), filme sobre un maniático que asesina mujeres en accidentes automovilísticos, y protagonizado, entre otros, por la doble de acción de Thurman, Zoë Bell.

En los últimos días, en todo caso, la actriz ha matizado el tono de sus acusaciones. El lunes, de hecho, volvió a mostrar el video de su accidente en su cuenta de Instagram, aunque esta vez culpando principalmente a Weinstein y al resto de los productores y quitándole algo de responsabilidad a Tarantino. Éste último sacó la voz también y declaró a Deadline que "el mayor arrepentimiento de mi vida fue meterla en esa escena".

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