Mónica Godoy: "Estamos a años luz de que los sueldos sean equitativos entre hombres y mujeres"
Luego de una pausa de cuatro años, la actriz regresa a la televisión con La reina de Franklin, la próxima teleserie de Canal 13 y AGTV. Además, protagoniza un cómic.
Hace cuatro años Mónica Godoy dejó Canal 13 y también las teleseries. Después de participar en Valió la pena, en 2014, la actriz optó por dedicarse completamente a la maternidad, y aunque durante ese tiempo no le faltaron ofertas para regresar a la televisión, ninguna la convenció lo suficiente. Eso hasta que llegó el llamado del productor Pablo Ávila, con quien trabajó durante varios años en TVN y cuya productora AGTV realiza teleseries para Mega y Canal 13, que la hizo cambiar de opinión.
"Pablo me llamó antes para participar en teleseries de Mega, pero nada me pareció muy atractivo. Por diversos motivos decía que no. Pero ahora el personaje me encanta, es entretenido de hacer y perfecto para volver a meterme en este intenso mundo de las grabaciones de teleseries", explica Godoy.
Su retorno será en el rol de Camila, la villana y antagonista de Yolanda (Javiera Contador) en La reina de Franklin, la próxima vespertina de Canal 13. "Me cautivó, porque no es una mujer de los trigos muy limpios. Es egoísta, tiene mucho dinero, de familia acomodada, le gusta el lujo y comprar. No ejerce ninguna profesión, sólo se dedica a divertirse y viajar", adelanta.
Además de su personaje, ¿qué le atrajo de la teleserie?
La idiosincrasia chilena está full presente con el galpón de Franklin. Y aunque es muy actual, me recordó harto a las teleseries noventeras, porque tiene diversos personajes y varios mundos que se cruzan.
CHV prepara el estreno de una teleserie vespertina y TVN trabaja en otra. ¿Cree que hay suficiente público para cuatro producciones de este tipo en pantalla?
No soy una entendida en audiencia pero creo que hay historias para todos. El estancamiento de la audiencia me parece que ocurrió cuando [las teleseries] se pusieron fomes, muy similares unas a otras. Los canales se quedaron en lo archi probado. El desafío está en mostrar historias que no se hayan visto antes, no en mostrar el mismo perfil de personajes ni las mismas historias. No todo pasa por el amor de pareja. Es tan difícil hacer ficción hoy en día, somos un país chico. Es valorable que los canales apuesten por eso.
¿No le teme a la competencia y al dominio de un canal que lleva varios años liderando el rating?
Uno se concentra en hacer bien la pega. Cada uno en lo que le compete. No veo el temor, saldremos a competir con una pantalla que está caliente, con mucha gente mirando, pero espero que la gente nos dé la oportunidad porque le va a gusta. Esta es como las teleseries de antes, como Amores de mercado.
Mientras estuvo fuera de la pantalla, muchas de sus colegas denunciaron haber sufrido abusos y acoso laboral. ¿Qué le parece que este tipo de situaciones salgan a la luz?
Es maravilloso que se empiece a hablar y que esas situaciones no se repitan. Al fin se está viendo a la mujer y dimensionando lo que ha sido ser mujer por los siglos de los siglos, sobre todo en Chile, que es tan machista. El área de los actores no ha estado exento de eso ni de esas prácticas abusivas, y ojalá no haya vuelta atrás. Es muy bueno que comience a haber una conciencia al respecto y no sólo en el gremio, en todos lados.
¿Vivió directamente alguna vez una situación de este tipo?
Muchas veces. No hay actriz que no haya vivido situaciones incómodas. Pero episodios violentos como los del reportaje de Sábado, no. Situaciones abusivas las ha habido siempre, son pan de cada de día. Cuando yo empecé, a los 18, 19 años, podría haber estado en mayor riesgo de vivirlas, pero nunca me tocó así de violento. Muchas veces me he quedado plop escuchando y viendo situaciones sacadas de contexto, desubicadas. Esto le puede pasar a cualquiera y hay que ponerse en los zapatos de las colegas.
¿Cree que se han ido igualando las condiciones para hombres y mujeres en su gremio?
Sí, pero falta muchísimo. Estamos a años luz de que los sueldos sean equitativos entre hombres y mujeres. Hay un cambio, sí, porque las mujeres estamos mucho más empoderadas, alegamos y decimos si algo nos parece justo o no. Las veces que me llamaron para volver dije que no porque el proyecto no me parecía atractivo, pero también entraba lo económico.
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