La Dirección General del Crédito Prendario vive una serie de cuestionamientos a su funcionamiento. Joyas que no se devuelven a sus dueños, alhajas perdidas de las que nadie se hace responsable, grupos organizados que logran rematar las especies más baratas y un sumario prescrito y otro pendiente por los mismos hechos son parte de las falencias que rodean a este organismo.
1 ago 2021 12:00 AM