El Apruebo y el Rechazo salen a romper el estancamiento
Expertos coinciden en que ambas opciones cuentan con espacios para crecer en la recta final. El Apruebo se enfocará en dar vuelta a electores identificados con la centroizquierda, principalmente mujeres de sectores populares, entre 35 y 55 años, que hoy sienten incertidumbre ante la nueva Constitución. El Rechazo conservará su estrategia -sin actos masivos, logos de partido ni políticos- que los tiene arriba en las encuestas, y buscará crecer motivando a sectores que se han mantenido al margen de los procesos electorales.
El mediodía del jueves, mientras en la Biblioteca del Congreso en Santiago los partidos de gobierno se comprometían -de ganar el Apruebo- a impulsar una serie de cambios a la propuesta constitucional elaborada por la Convención, unas cuadras más arriba, en la azotea de un edificio del barrio Bellas Artes, el equipo de la franja del Rechazo rodaba -en un ambiente muy distendido- una serie de piezas audiovisuales junto a distintas organizaciones sociales -Con mi plata no, No más víctimas y la que agrupa a padres y apoderados de colegios particulares subvencionados, entre otras- que en las próximas semanas llamarán a los televidentes a no restarse del plebiscito.
Ambas actividades sirven para entender el momento actual de ambas campañas, a tres semanas de la elección, y en donde el stock de votantes indecisos al que apuntaron al principio se ha ido reduciendo, según indican las encuestas.
La principal apuesta del Apruebo es dar vuelta al 13%, según Cadem, de electores identificados con la centroizquierda, principalmente mujeres de sectores populares, entre 35 y 55 años, que apoyaron el inicio de un proceso constitucional, incluso votaron por Gabriel Boric en segunda vuelta, y hoy sienten incertidumbre ante la nueva Constitución, por lo que están con el Rechazo.
A este grupo, Cristián Valdivieso, director de Asuntos Públicos de Criteria, lo denomina “conversos light”, es decir, votantes susceptibles a cambiar su voto ante algún hecho o episodio relevante que pudiera ocurrir en lo que resta para la elección.
De ahí la arriesgada apuesta del oficialismo -liderada por Boric- de asegurar reformas al texto si es que ganan el referéndum, entre ellas, un nuevo estado de excepción, fin de la reelección presidencial, eliminación de la iniciativa que permitía a parlamentarios presentar proyectos que irrigaban gasto y restar cualquier duda al derecho y propiedad de las viviendas.
Desde el Rechazo cuentan que para mantener la brecha actual y romper el techo de apoyo con que están topando hace algunas semanas, buscarán motivar a sectores que tradicionalmente se han mantenido al margen de las últimas elecciones para que acudan a las urnas, siempre de la mano de líderes ciudadanos y sin políticos de derecha.
“Las encuestas muestran que mientras más gente vote, mejor le irá al Rechazo”, afirma Gonzalo Müller (UDI), uno de los cuatro coordinadores de la franja, en que este martes aparecerán los rostros de la Democracia Cristiana que han liderado la campaña en contra del trabajo de la Convención, Ximena Rincón, Matías Walker y Fuad Chahín.
“Invitaremos a votar diciendo lo importante que es rechazar una Constitución mal hecha que, como han señalado diversos sectores, nos hará retroceder. Y seguiremos enfatizando la necesidad de ir por una mejor que recoja el sentir de todos los ciudadanos”, agrega el exconvencional Bernardo Fontaine, vocero del espacio en televisión.
Y aunque en las últimas semana se ha visto un cierto inmovilismo de ambas posturas, especialmente del Apruebo, expertos coinciden en que los dos cuentan con espacios para crecer en la recta final de esta larga carrera y romper el estancamiento, como dice la canción de Los Prisioneros.
¿Qué camino debiera seguir el Apruebo?
“La única posibilidad de ganar, que es difícil, es conquistar a quienes no han tomado una decisión y revertir la postura de muchos a quienes no les gusta la Constitución de Pinochet, pero están por el Rechazo porque el Apruebo les genera incertidumbre”, afirma Guido Girardi (PPD).
Para lograr este objetivo, dice el exsenador, el gobierno no puede cometer errores de aquí al plebiscito y debe dar señales en materia de seguridad y de expectativas económicas: “Soy partidario de que el gobierno establezca que el Estado de Derecho no es un tema de izquierda ni derecha, es un bien intransable de la democracia en donde no puede haber ambigüedad. Que todo chileno y chilena, no importa de dónde sea, tiene derecho a transitar libremente por las calles y carreteras. Ese tipo de iniciativas podrían colaborar”.
Roberto Izikson, de Cadem, explica que en las últimas semanas los indecisos (encuestados que dicen no saben, no responden y no votan) se han movido entre el 14% y el 16% , cifra que es 10 puntos menor que en una elección presidencial, pero que hoy se resiste a bajar del 11%.
De las tres categorías que componen los indecisos, explica Izikson, la mayor -cerca del 60%- son quienes dicen que no votarán y cuya posición política es proporcional al resultado general de ambas opciones.
“Si el Apruebo lograra movilizar a todos los indecisos que podrían votar Apruebo no le alcanzaría para ganar, por lo que necesita ir a buscar votos al Rechazo. Por eso era importante que los partidos de gobierno suscribieran un compromiso para hacer cambios al texto. La pregunta es cómo será leído por la opinión pública, considerando que la primera impresión fue (Guillermo) Teillier (PC) echándole tierra encima”, dice el gerente de Cadem.
Pepe Auth: “Veo al gobierno relativamente resignado a perder”
Para el experto electoral Pepe Auth (exPPD), quien en el último tiempo ha conversado con Boric, el acuerdo de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático no es suficiente para remontar el que, a su juicio, es un resultado adverso que ya está relativamente consolidado. “Se necesitaría de un remezón político de proporciones, como un ajuste de gabinete que implique un cambio del eje y un compromiso con mejoras sustantivas en los temas que más le duelen hoy a la gente, lo que veo muy difícil de concretar. Veo al gobierno relativamente resignado a perder, pero a perder con un resultado digno que no sea catastrófico”.
-Para usted, ¿cuál sería una derrota digna?
-Sobre el 45%, que exista una diferencia de menos de un millón de votos, lo cual le permitiría al Presidente hablar desde la mitad de Chile, una mitad más pequeña por cierto, a la hora de concordar el camino para hacer una nueva Constitución de consenso. Apostaría a que ya lo consiguió. Al erigirse como principal vocero, movilizado, yendo al territorio, echándose sobre los hombros la campaña e imponiendo su estrategia a los partidos, consiguió evitar el descalabro, del cual estuvieron muy cerca.
Valdivieso, sin embargo, cree que el Apruebo cuenta con un margen importante para crecer, en los jóvenes de sectores urbanos y populares de la RM, V Región y algunas ciudades del norte. “Los jóvenes, en general, tienden a ser más progresistas, pero distantes de la política y de los procesos políticos tradicionales, pero pudiera ocurrir esta vez que jóvenes que históricamente no han votado o lo han hecho en proporciones menores, lo hagan”.
En esa línea, este fin de semana se organizó un gran despliegue del Apruebo en grandes comunas de la RM, con dos actos masivos ayer en Puente Alto (encabezados por Vlado Mirosevic y Karol Cariola) y en Viña del Mar, por la alcaldesa Macarena Ripamonti.
Mirosevic asegura que el intenso, y a ratos silencioso, trabajo en terreno que están desplegando marcará la diferencia en favor de ellos el 4 de septiembre: “Estamos haciendo muchos puerta a puerta, pero con voluntarios de verdad, a diferencia de las personas que hoy reparten volantes del Rechazo en las esquinas, que son pagados y tienen cero espíritu y ganas para convencer a alguien”.
Gonzalo Müller: “No vemos la necesidad de cambiar nuestra estrategia”
Los cerebros del Rechazo, en tanto, dicen que seguirán el manual básico de elecciones, que indica que el ganador debe mantener su estrategia sin innovar mucho, y que es el perdedor –en este caso el Apruebo- quien debe arriesgar, como quedó demostrado esta semana.
“Lo hemos debatido harto y no vemos la necesidad de cambiar nuestra estrategia, que ha sido exitosa, ha penetrado bien y ha sido bien recibida por los electores como un fiel reflejo del sentimiento de frustración que tienen frente a un proceso que apoyaron al comienzo y de la necesidad de una esperanza de avanzar a una mejor”, afirma Müller.
Los presidentes de Chile Vamos , que se excusan de hablar, confirman que el plan se mantiene inalterable y que todos los estudios los apoyan, entre ellos, el realizado por Black&White, que arrojó que un 54% encuentra que es mejor la franja de ellos.
Fontaine reafirma que el acuerdo empujado por Boric no cambiará su hoja de ruta. “La sensación en general entre mis excompañeros (de la Convención) con los que he hablado, es que hay una voltereta con un fin únicamente electoral, porque todos sabemos que aquellos temas (del acuerdo oficialista) se requetediscutieron hace un par de meses en la Convención y fueron apoyados por el bloque de izquierda que hoy gobierna”.
La pregunta del millón
En lo que sí coinciden ambos comandos es que es un misterio cuánta gente irá a votar. Tanto los 7.569.082 del plebiscito de entrada, como los 8.364.534 de la segunda vuelta marcaron récords de participación, pero ambas elecciones no contaban con el factor del voto obligatorio, que no se sabe cuánto ni cómo impactará.
“Hay un contexto distinto y particular en esta votación de carácter obligatorio, por lo que las encuestas podrían estar diciendo cosas que no necesariamente se reflejen o expresen tan nítidamente en la realidad”, advierte Valdivieso, manteniendo el suspenso de lo que será una jornada histórica sea cual sea el resultado.
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