Las tensiones que marcan las campañas del Apruebo y el Rechazo
Mientras el oficialismo busca un relato común y traza una débil línea divisoria con el gobierno, en la oposición evitan mostrar rostros políticos para administrar la ventaja. Ambos bandos definen equipos y estrategias.
Apruebo: el constante tira y afloja que complica al oficialismo
Una campaña a tres bandas
Para los partidos oficialistas todo empezó al mediodía del sábado 4 de junio, en la sede de Convergencia Social. “Un gusto conocerlos personalmente”, bromearon en Socialismo Democrático. Un chiste que incluía una crítica más profunda: fue la primera reunión entre las directivas de las dos coaliciones desde que el gobierno asumió el 11 de marzo, más allá de los comités políticos ampliados de todos los lunes en La Moneda.
Días antes, en la sede de gobierno, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, había apurado a los líderes del Socialismo Democrático: “¿Qué tiene que pasar para que se sumen?”, les enrostró, haciendo eco de las críticas que sostienen que la tardanza de esa coalición para tomar una postura sobre el plebiscito retrasó los planes de la campaña.
El ritmo lo había impuesto tempranamente Apruebo x Chile, movimiento liderado por el abogado Felipe Heusser, que estrenó gráficas y contenidos en un trabajo realizado entre la agencia “Cuarto de Guerra” y diferentes organizaciones sociales.
La primera reunión de los partidos zanjó al menos un tema: se hará una cita semanal entre las directivas, todos los miércoles, turnándose la sede entre los partidos.
Pero vino una nueva tensión. Apruebo Dignidad presionó por una franja común -en línea con la propuesta de Apruebo x Chile. La estrategia -sin embargo- incomodó a los partidos de Socialismo Democrático. El problema era evidente: tenían matices con la opción Apruebo. Tanto así, que en las conversaciones internas del PPD, por ejemplo, no todos los militantes de base dijeron que iban a votar Apruebo, pese a que la gran mayoría está con esa opción. Por eso, y porque las críticas al proceso constituyente son un consenso en el partido, es que decidieron hacer propio el eslogan “Aprobar para Mejorar”. Lo mismo que el Partido Liberal. En el Partido Socialista, en tanto, las conversaciones apuntaron en una dirección parecida. Ante las fuerzas de centroizquierda que se desprendieron del sector, la decisión, en el comité central del 3 de julio, fue hacer una franja televisiva por separado, dirigida al votante socialista.
La respuesta de Socialismo Democrático, donde aseguran que dividir la franja y el tono del mensaje le puede dar transversalidad a la campaña, no gustó nada a Apruebo Dignidad y tampoco en el gobierno, donde intentaron convencer a las directivas, a través de llamados y conversaciones.
Pero no hubo caso. La intención, que ya era un secreto a voces, se concretó y se oficializó en la reunión del miércoles 6 de julio, en la sede del Partido Socialista, que recibió a las directivas con empanadas y vino tinto. Aunque en Apruebo Dignidad no lograron el objetivo de unir a todos en una sola franja, sí consiguieron crear un comando unitario y fijaron Londres 43, “la casa del Apruebo”, como sede. Mientras que Heusser, a través de Apruebo x Chile, estará cargo de organizar a los grupos que componen el comando. También se definió la secretaría ejecutiva de la campaña: Lautaro Carmona (PC), Ximena Peralta (CS), José Toro (PPD), Nicole Cardoch (PS) y Ezio Costa (Aprueba x Chile, de la ONG ambientalista Fima).
Serán tres las líneas creativas: el PPD y el Partido Liberal acordaron realizar una franja en conjunto bajo el lema “Aprobar para Mejorar”, y negocian con la productora Quijote Films, con la que vienen trabajando en las últimas elecciones; el PS acudió al actor Alejandro Goic para que sea el guionista de su campaña bajo el eslogan “Avancemos. Aprobemos”, y Apruebo Dignidad trabajará con el cineasta Christopher Murray, que participó en la campaña presidencial junto al hoy director de la Secom, Pablo Paredes.
Felipe Heusser, el “cerebro”
El 19 de mayo se liberó el primer video de Apruebo x Chile. “Con la misma ‘A’ que aprobamos, avancemos a un Chile mejor”, promovía la campaña que agrupa a más de 100 organizaciones sociales y que está a cargo del abogado Felipe Heusser (RD), junto a “Cuarto de Guerra”, productora que participó de la coordinación de comunicaciones de la campaña presidencial de Gabriel Boric en la primera y segunda vuelta.
Las primeras muestras del Apruebo tuvieron un mensaje simple: hacer juego con la letra “a” en distintas tipografías y palabras. Y el público objetivo estuvo definido desde un principio: llegar a comunas populares urbanas, de estratos medios bajos y bajos -por lo que la franja televisiva será fundamental-, con un enfoque puesto en el Estado social y democrático de derecho, es decir, en los derechos sociales que abarca la nueva propuesta constitucional, como seguridad, educación, vivienda y cuidado.
Este diseño de campaña fue presentado por Heusser y su equipo a cada partido durante junio. Al PPD y al PS se los presentó en una misma cita, lo que no fue bien recibido. La impresión fue que la campaña estaba articulada desde antes y que si se sumaban en una franja unitaria, como pretendía el gobierno y Apruebo Dignidad, su mensaje no iba a tener espacio.
La figura de Heusser -en tanto- también revivía tensiones en la coalición originaria del Presidente: fantasmas y debates de la campaña presidencial, diferencias que tuvieron que ver con el tono luego de la primera vuelta. En ese entonces se habló de “desñuñoizar la campaña” y de dejar la “poesía”. Para despejar esas inquietudes, los últimos afiches que han publicado aluden a “Un Chile mejor. Un Chile que nos cuide. Aprueba por un mejor mañana”, con banderas de Chile a los lados, un elemento que es considerado fundamental en esta campaña.
Tan lejos, tan cerca del gobierno
El 12 de junio, el director de la Secom, Pablo Paredes, subió una foto a su Instagram de una junta con el director Christopher Murray, encargado de la franja del Apruebo, y la exconvencional constituyente Giovanna Roa, quien es pareja de Felipe Heusser. Esa amistad no es un secreto y sus reuniones sociales, en las que han participado diversos convencionales y autoridades políticas del sector, son habituales.
Mientras Paredes se encarga de la propaganda de “Vota Informado”, la campaña del gobierno, su exequipo elabora los contenidos de Apruebo x Chile. El director de la Secom no es el único trabajador de la última campaña que no podrá participar del comando: la asistente de dirección María José Concha y la productora Paola Cano aterrizaron en La Moneda junto a Paredes.
El caso del director audiovisual Javier Manríquez (@guororororoi en Instagram) es diferente. El guionista trabajó en la campaña presidencial y en marzo arribó a la Segpres a trabajar en la creación de contenidos para la Convención Constitucional. Pero apenas finalizó esa labor se integró al comando para trabajar como guionista y a elaborar estrategias en redes sociales que incluyen difusión de memes, gráficas y diferentes contenidos.
La abogada y académica constitucionalista Constanza Salgado también trabajó a honorarios en la Segpres y protagonizó uno de los videos difundidos por Apruebo x Chile, lo que fue cuestionado por la oposición.
Pero no sólo para los autores de la campaña ha sido complejo separar las aguas, ya que el Presidente también ha tenido que lidiar con ello. El viernes 1 de julio, en una reunión con la directiva de Comunes en La Moneda, el Mandatario manifestó su preocupación por los resultados de las encuestas y encomendó a sus compañeros de coalición a salir a la calle y mantener la unidad en este periodo. Más polémica fue la cita con los representantes del Partido Socialista en el palacio presidencial, la que fue expuesta por el diputado Leonardo Soto en su cuenta de Twitter. “Una reunión de coordinación para trabajar por el Apruebo junto al Presidente Gabriel Boric”, escribió el parlamentario, mensaje que tuvo que eliminar y desmentir posteriormente.
Las conversaciones del Ejecutivo con el PS continuaron y el miércoles de esta semana se reunieron en Cerro Castillo para alinear posturas sobre diversas temáticas, una de ellas el proceso constituyente. Según comentaron testigos de la jornada, el Mandatario se mostró optimista ante el pesimismo de algunos congresistas sobre el eventual resultado del plebiscito del 4 de septiembre. El golpe de gracia lo protagonizó el propio Boric el viernes pasado, al anunciar cuál será su Plan B en caso de ganar el Rechazo: convocar a una nueva convención.
Sin convencionales y más transversales
Lograr romper el nicho anclado en la izquierda es uno de los objetivos de la campaña de Apruebo x Chile. Por lo mismo, las organizaciones sociales tendrán un rol esencial, tanto en la franja como en las actividades en terreno. También en el comando buscan conversar con distintos sectores, uno de ellos es la DC, que oficializó su postura por el Apruebo, partido con que han tenido acercamientos con la intención de que se incorporen a la campaña territorial, en especial autoridades como la alcaldesa Claudia Pizarro, de La Pintana, quien ya participó en la campaña presidencial.
Las conversaciones, cuentan dirigentes de partido, han fluido. Y algo que ha favorecido ese diálogo es que la DC contará con sus propios segundos en la franja, por lo que sólo tienen que preparar trabajo territorial en conjunto.
Con Independientes No Neutrales, donde pertenece el exvicepresidente de la Convención Gaspar Domínguez, también hay una relación en curso y en Apruebo Dignidad esperan integrarlos a diferentes actividades.
Donde no hubo buenos resultados fue con los Movimientos Sociales Constituyentes, grupo que es liderado por María Elisa Quinteros, expresidenta de la Convención y que armó un comando por separado. La agrupación se reunió con Comunes e incluso en el partido consideraron cederles sus segundos para la franja, algo que finalmente fue descartado, porque uno de los consensos del comando es que los rostros de la campaña tienen que estar alejados del proceso constituyente.
¿Aparece Bachelet ?
La intención de los partidos que integran el comando del Apruebo es que los convencionales no participen de la franja y que sean pocos los que aparezcan en terreno. La conclusión, en la que coinciden varios dirigentes de partidos oficialistas, es que ya no hay espacio para salidas de libreto y que el foco tiene que estar puesto en el texto y no en el proceso, que tiene una mala percepción por parte de la ciudadanía según los estudios internos.
En ese sentido, autoridades que sí podrían tener protagonismo son los alcaldes, sobre todo en comunas grandes y populares, como Claudio Castro, de Renca, y Tomás Vodanovic, en Maipú, donde se evalúa realizar un gran hito para iniciar la campaña. Se esperaba poder hacerlo este fin de semana, pero ante el mal pronóstico del tiempo optaron por posponerlo.
En Socialismo Democrático, por su parte, creen que es una buena señal mostrar en la franja a los referentes de sus partidos y que oficialmente están con el Apruebo. Por lo mismo, la idea es que aparezcan los dirigentes de sus partidos, y referentes históricos, en los videos. Por ejemplo, en el PPD podría asumir un rol clave la exalcaldesa de Santiago Carolina Tohá.
Mientras que en el Partido Socialista son más ambiciosos y quieren que la campaña, escrita por Alejandro Goic, tenga un tono épico y emotivo. Y ahí es donde podrían dar el gran golpe de la franja electoral oficialista: que aparezca la expresidenta Michelle Bachelet.
Rechazo: el paso atrás de la derecha y los desafíos para mantener la disciplina
Pacto de sangre en casa de Poblete
En marzo, el año político partió muy mal para la centroderecha. El arribo de Gabriel Boric a La Moneda devolvió la confianza de los chilenos en el proceso constituyente, disparando el Apruebo 13 puntos por sobre el Rechazo, mientras dirigentes de Renovación Nacional hablaban de un quiebre en Chile Vamos tras ser marginados de la nueva mesa del Senado.
Un duro encontrón entre los presidentes de RN, Francisco Chahuán, y de Evópoli, Luz Poblete, la noche del domingo 14 de marzo -en el programa Estado Nacional de TVN-, encendió las alarmas en el sector. Había que tomar el toro por las astas, pensó Poblete, y la noche del domingo siguiente invitó a su casa a Chahuán y a sus pares de la UDI, Javier Macaya, y de Republicanos, Rojo Edwards; a los secretarios generales, jefes de bancadas y principales convencionales de cada colectividad, para analizar el escenario cuesta arriba.
Fue una reunión tensa, que se mantuvo en reserva, en que los participantes, sin excepción, se enrostraron una serie de deslealtades y actitudes poco amistosas, recuerda uno de los presentes. Y en que los constituyentes sinceraron que no tenían -ni tendrían- margen de acción para defender las ideas del sector.
Pero contra cualquier pronóstico, el encuentro terminó en un “pacto de sangre” para enfrentar unidos el resto del proceso constituyente. “Se habló de un bien superior que estaba por sobre los partidos” y que “la historia nos pasaría la cuenta...”, recuerda la misma persona. Los jefes de partidos y secretarios generales acordaron reunirse todos los domingos en la noche para delinear una postura única frente a la convención, y en la medida de lo posible, en el resto de los temas de la contingencia. Las reuniones continuaron en la casa de la líder de Evópoli, en Las Condes, y luego por Zoom.
Así se fue moldeando la estrategia de no asociar al sector con el Rechazo y que fuese la sociedad civil la protagonista. Para ello, pidieron a sus huestes mantenerse en un estricto segundo plano. En otras palabras, había que esconder a sus dirigentes hasta el plebiscito de salida, un plan que algunos políticos han denominado Alf, en referencia al cariñoso personaje alienígena de la televisión de los 80, que se escondía en la casa de una familia, los Tanner, cuando llegaban vecinos o invitados.
“En estos meses hemos trabajado mejor que nunca, muy coordinados y conscientes de que esta es una campaña ciudadana y nosotros (los partidos), de verdad, tenemos que cumplir un rol secundario. Sí estar en lo político: en la fiscalización del gobierno, en el despliegue territorial de nuestros exconstituyentes y en viabilizar la continuidad del proceso después del 4 de septiembre”, dice Poblete. “Nunca, nunca, habíamos tenido una coalición más ordenada, con más mística y con más responsabilidad política que ahora”, asegura Chahuán.
Sin Piñera ni Kast, con Warnken y Rincón
El fundamento de la estrategia adoptada por los partidos de la derecha es muy simple: hay un 44% de chilenos y chilenas que votaron por José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial (19 de diciembre del año pasado) y que hoy estarían por el Rechazo. Es decir, para llegar al 50%, sólo se necesita de un 6% de personas que votaron por Gabriel Boric, que obviamente apoyaron en 2020 la idea de reemplazar la actual Constitución, pero que hoy están disconformes con la propuesta constitucional.
Para llegar a ese objetivo -señalan los presidentes- no se necesita la participación de Sebastián Piñera ni de José Antonio Kast (hasta ahora ambos se han mantenido en silencio). Es más, señalan los propios dirigentes, cualquier intervención podría hacerle un flaco favor a la campaña del Rechazo. Tampoco se invitará a la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, como se evaluó en un momento, debido a su buena evaluación en las encuestas.
Sí será bienvenido cualquier líder de la centroizquierda que está por el Rechazo, para que visibilice la transversalidad de la opción, otro de los ejes de la campaña.
Se da por hecho la participación del cabecilla del movimiento Amarillos, Cristián Warnken, y ojalá poder contar con la senadora DC Ximena Rincón, quien dijo que hará campaña por esta opción, pese a la decisión contraria de su partido.
“Les hemos transmitido a los líderes de la centroizquierda, de la DC, PPD y socialismo democrático que están por el Rechazo que nuestro tiempo en la franja está disponible para el que quiera participar. No es el tiempo de los protagonismos nuestros, es el tiempo del sentido común”, dice el senador Chahuán.
Cuatro coordinadores y 400 organizaciones ciudadanas
El jueves 30 de junio se juntaron por primera vez los coordinadores designados por los partidos de la derecha para coordinar la franja del Rechazo en televisión: el abogado y director del Centro de Políticas Públicas de la UDD, Gonzalo Müller (UDI); el sicólogo y exdirector de la Secom en Piñera 2, Jorge Selume (Evópoli); el economista y exconstituyente Bernardo Fontaine (independiente cercano a RN ) y el director de la Escuela de Derecho de la UC, Marco Antonio González (Republicano).
Algunos se conocían un poco, otros jamás se habían visto las caras, por lo que llegaron con cautela al primer encuentro en la casa de González. Consciente de ello, el anfitrión los esperó con empanadas y con vino tinto.
La apuesta de los partidos de nombrar a cuatro hombres muy distintos entre sí, y que nunca habían trabajado juntos, era riesgosa. Pero hasta ahora, dicen ellos mismos, el trabajo ha funcionado muy bien.
El viernes en la mañana, los coordinadores se reunieron con 35 organizaciones de la sociedad civil que quieren estar en la propaganda en televisión que irá desde el viernes 5 de agosto hasta el jueves 1 de septiembre, en dos bloques de 15 minutos.
Al hotel Torremayor, en Providencia, llegaron Los Irreverentes, No Más Víctimas, Salud Libre, Con mi Plata No, Cabilderos y Artistas por el Rechazo, entre otros.
La elección no será fácil para el comité, ya que hay más de 400 organizaciones inscritas. Al respecto, un presidente de partido señala que el trabajo editorial de los coordinadores será clave en una campaña que, al partir con ventaja (según las encuestas), cualquier error de contenido podría costar caro. “No se les puede meter o aparecer en la franja algún grupo extremo o líder ultraconservador que pudiera generar alguna polémica y rechazo de la ciudadanía. Por darte un ejemplo, ‘las mujeres pinochetistas’ o ‘los evangélicos contra el aborto del pastor (Javier) Soto’”, señala la misma fuente.
El creativo de la franja de Lavín
Los coordinadores escogieron al productor ejecutivo Fredy del Pino, quien dirigió la franja de Joaquín Lavín para las primarias presidenciales de julio del año pasado. En esa oportunidad, y por orden del comando central, el relato se enfocó en un candidato que podía enfrentar -y vencer- al postulante comunista Daniel Jadue. El resultado es conocido. Ninguno de los dos pasó a segunda vuelta.
“Él fue quien mejor interpretó nuestras ideas: una campaña con un sello ciudadano, diversa, convocante, alegre, colorida, sin olor a facho”, señala un presidente de Chile Vamos.
La primera fase de la campaña buscó instalar el concepto de “franja ciudadana por el Rechazo”. A través de sencillos videos y coloridas piezas gráficas se apuntó a que el Rechazo es mucho más amplio que la derecha, al igual como hace 34 años lo hizo la Concertación (con la izquierda) para el plebiscito del Sí y el No a Pinochet. La campaña habla de “todos y todas” y los eslóganes son “somos dialogantes, somos inclusivos, somos respetuosos, libres, soñadores…”, buscando hacer un contraste con lo que, a juicio, de los coordinadores, le faltó al proceso constituyente.
Un próximo paso es recalcar que están comprometidos por cambiar la Constitución del 80 y disponibles para un acuerdo amplio para buscar una alternativa de no aprobarse la nueva propuesta. El eslogan será “Rechazo por una mejor”.
El riesgo de las salidas de la fila y de las campañas paralelas
Para RN, la UDI, Evópoli y el PR no ha sido fácil mantener callados a sus dirigentes. “¿Cómo le explicas a un senador que tiene aspiraciones presidenciales, y que ve semana a semana que aumenta la gente por el Rechazo, que se quedé callado?”, comenta uno de los timoneles.
Ha habido varios episodios de parlamentarios que desoyeron la orden. Uno de ellos fue el senador Felipe Kast (Evópoli), quien a principios de mayo (antes de la decisión de los partidos), anunció un despliegue nacional para impulsar el Rechazo, generando malestar al interior de su partido.
Un grupo de dirigentes y parlamentarios republicanos también desafiaron a su presidente, Rojo Edwards, y a mediados de marzo anunciaron la “Gira por la verdad”.
Otra de las amenazas latentes que ven en los partidos es que líderes con aspiraciones presidenciales, como Matthei, Carter, Germán Codina y Manuel José Ossandón, entre otros, busquen protagonismo en la campaña.
Quizás por ello, Bernardo Fontaine, vocero del comité de la franja, aclara que ellos no tendrán el control total de la campaña del Rechazo: “La franja en televisión será la campaña central, pero habrá muchas otras, que surgirán de las distintas causas, de distintas personas comprometidas con el tema”.
Así también quedó explícito en la declaración que el viernes firmaron las organizaciones ciudadanas en la reunión con el comité: “Esta no es una sola campaña por el Rechazo, sino que son múltiples campañas que se desarrollarán con plena independencia, reconociendo la diversidad y riqueza de la sociedad chilena”. Un “seguro de vida” puesto por los coordinadores ante cualquier imprevisto que pudiera surgir en una campaña que se irá encrispando a medida que se acerque el día del plebiscito.
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