¿Estás a favor de un régimen donde la figura central sea el Presidente de la República o el Congreso? ¿Te parece representativo el actual sistema de elección de diputados y senadores?

Esas dos preguntas son centrales en la discusión sobre sistema político que hoy la Convención Constitucional, y específicamente la comisión ad hoc, están realizando. Y, además, son dos interrogantes que fueron realizadas en la encuesta Zoom de ReConstitución, una iniciativa de La Tercera, Criteria y la Cámara Chilena de la Construcción.

Este cuarto sondeo se realizó entre el 31 de diciembre de 2021 y el 6 de enero de 2022, y tomó como muestra 1.007 casos, incluyendo a mujeres y hombres de 18 o más años, de los niveles socioeconómicos ABC1, C2, C3 y D, y residentes de todo el país.

En ese sentido, se consultó sobre qué figura, si el Presidente o el Congreso, prefiere que sea la figura central del sistema político. Y el 55% de los encuestados respondió que preferiría que esta figura fuera el presidente o presidenta de la República. En tanto, un 23% preferiría que fuera el Congreso, mientras que un 22% no optó por ninguna opción.

Los resultados coinciden con lo presentado por los propios colectivos de la Convención. El viernes 14 se ingresaron las distintas propuestas sobre sistema político y todas, con evidentes matices, proponen un sistema presidencial en desmedro de alguno semipresidencial o parlamentario.

De esta afirmación, además, se desprende que el 76% de los encuestados que se identifican con la derecha considera que es favorable que la figura central sea la del presidente. La izquierda, en cambio, está más dividida: 51% apoya esta idea y 28% preferiría que la figura central fuese el Congreso, mientras que un 21% no sabe.

Sobre los resultados, el convencional Pedro Muñoz (Colectivo Socialista), cuyo grupo propone un “presidencialismo reformado”, en que se favorezca la cooperación y la colaboración entre el Ejecutivo y el Congreso, señaló que desde su colectivo coinciden con la ciudadanía en la necesidad de mantener la elección del presidente como derecho. “Tiene que haber un responsable o una responsable de la conducción política del país que se distinga nítidamente. Solo un 23% respalda que sea el Congreso el responsable de esa conducción. Por tanto, se descarta la posibilidad de un régimen parlamentario”, agregó.

Por su parte, la convencional Marcela Cubillos (Chile Unido), cuyo colectivo apoya la idea de avanzar a un presidencialismo “balanceado”, con incentivos para la cooperación entre poderes y una mayor despersonalización del cargo, manifestó: “No sorprende que la mayoría esté por un régimen presidencial, que está en el ADN de los chilenos”.

En relación al voto, la opinión de la mayoría de los encuestados, un 58%, es que debería ser obligatorio. En tanto, un 39% cree que debe seguir siendo voluntario, mientras que un 3% no sabe. De este ítem llama la atención que la idea de reponer el voto obligatorio es apoyada transversalmente, pues el 71% de los encuestados que se identifican con la izquierda y el 61% de aquellos cercanos a la derecha la respaldan.

Sobre este punto, el convencional comunista Marcos Barraza (Chile Digno) señaló que los resultados son ilustrativos de una crítica al sistema político. “La idea de que el voto sea obligatorio tiene que ver con una expectativa popular de apropiación del sistema político por parte de la ciudadanía, porque la votación voluntaria ha ido desperfilando el rol del mundo popular en el sistema electoral”, señaló. De hecho, Barraza (Chile Digno) junto a otros convencionales de su colectivo, del Frente Amplio e independientes presentaron una iniciativa especialmente destinada a consagrar el voto obligatorio, así como también para habilitar el sufragio facultativo para mayores de 16 años y de chilenos en el extranjero.

En relación al período presidencial, un 49% de individuos consultados piensa que debería mantenerse en cuatro años, sin reelección inmediata. Por detrás de ellos, un 33% está a favor de mantener el período en cuatro años, pero permitiendo la reelección inmediata. En tanto, un 14% postula que debería “alargarse a seis u ocho años, sin reelección inmediata”, y el 4% restante no sabe. En la Convención, en tanto, la mayoría de las propuestas ingresadas propone mantener los cuatro años, pero innovan en establecer la posibilidad de una reelección inmediata.

Si bien en lo referido a régimen de gobierno hay ciertos consensos entre los colectivos, las diferencias surgen al hablar del Congreso. En este aspecto, el Frente Amplio, Chile Digno y Movimientos Sociales Constituyentes apoyan la idea de eliminar el Senado. El Colectivo Socialista, el Colectivo del Apruebo, Vamos por Chile e Independientes No Neutrales, por otro lado, optan por dos cámaras, aunque cuestionan que se mantengan bajo un funcionamiento simétrico, como es actualmente.

En este sentido, la mayoría de los encuestados del Zoom de ReConstitución está de acuerdo con la idea de un Congreso unicameral sin una segunda instancia revisora, ya que un 54% se manifestó por esa opción. Mientras que un 37% defiende la idea de seguir teniendo dos cámaras. Un 9%, en tanto, respondió que no sabe. La idea del unicameralismo es respaldada por la mayoría, un 70%, de los encuestados que se identifican con la izquierda. En tanto, la mayor parte de aquellos cercanos a la derecha, un 61%, dice defender el bicameralismo.

Sobre estos resultados, el convencional de Independientes No Neutrales, Guillermo Namor, afirmó que desde su colectivo impulsan cambios a la estructura del Congreso, pero manteniendo sus dos cámaras, aunque destinando una de ellas a cumplir una función territorial. “La bicameralidad del Congreso está íntimamente asociada a la ineficaz tramitación de las leyes y a un espacio elitario y desconectado de la realidad. Creemos en la igualdad de voto y en una cámara política, pero dada la concentración de población en la Región Metropolitana, creemos relevante que exista una cámara territorial”, comentó.

En esa línea, Cubillos (Chile Unido), quien también defiende el bicameralismo, argumentó: “El resultado está marcado por el desprestigio de los parlamentarios y del Congreso. Es como preguntar si se quiere más políticos o menos políticos, y evidentemente la gente dirá menos políticos, sin medir los efectos negativos que tiene el unicameralismo”.

Quien sí defiende la posición mayoritaria en este aspecto es Barraza (Chile Digno). Según explicó el convencional, “es muy significativo que mayoritariamente se opte por un Congreso unicameral, porque uno de los obstáculos del ejercicio de la ciudadanía ha sido la lentitud de los trámites legislativos por la existencia de dos cámaras. Veo que los resultados confirman apreciaciones de democracia más participativa por parte de la ciudadanía”.

Dentro de este último ítem, la encuesta consultó acerca de las ventajas y desventajas que ven en el bicameralismo y el unicameralismo. De esta forma, se concluyó que el 59% piensa que la unicameralidad sería más “ágil en la tramitación de las leyes”, mientras que un 15% cree que lo sería un Congreso compuesto por dos cámaras.

En esta misma línea, el 55% de los consultados defiende la idea de que un Congreso unicameral sería más “eficiente en el uso de recursos” que uno bicameral (15%). Asimismo, un 42% propone que la existencia de una sola cámara sería más “eficiente para resolver crisis sociales y políticas” que un Congreso de dos (26%).

Pese a estos aspectos en que el Congreso unicameral toma ventaja, los encuestados consideran que el Congreso bicameral es más democrático (37%) que uno unicameral (29%), como también más representativo (35%) que una sola cámara (34%).

Además de la estructura, la medición también consultó sobre el sistema de elección de parlamentarios. Frente a la pregunta “el actual sistema de elección de diputados y senadores te parece…”, un 52% señaló que “poco o nada representativo”. Un 33% afirmó tener una postura neutra al respecto, mientras que un 15% opina que es “bastante o muy representativo”.

De la encuesta destaca que el 80% de los consultados preferiría un sistema electoral mayoritario, en que ganen “directamente los candidatos que tienen más votos”. En cambio, un 11% opta por uno proporcional, que considere “la votación de las listas y no solo de los candidatos”. En tanto, un 9% no sabe.

Dentro de esta edición de la medición también se consultó sobre la percepción sobre las garantías constitucionales. En este sentido, frente a la pregunta “En tu opinión, ¿es necesaria una institución que asegure que las leyes aprobadas se ajusten a la Constitución?”, el 76% manifiesta que sí, un 13% que no, mientras que un 11% no sabe.

También se preguntó si “este rol de control de constitucionalidad de las leyes ¿debería ejercerlo un organismo autónomo especializado o recaer en una institución que cumple otras funciones, como la Corte Suprema?”, frente a lo que el 65% de los encuestados considera que “debería ejercerlo un organismo autónomo especializado”, mientras que un 23% cree que “debería recaer en una institución como la Corte Suprema” y un 12% no sabe.