Pugnas, autogoles y traiciones: ocho historias de una difícil negociación municipal y regional

Una casa vacía -en arriendo- en calle Alférez Real 1150, en el sector poniente de Providencia, fue el lugar en que al menos en tres ocasiones, y en absoluta reserva, se reunieron a negociar cupos municipales y regionales la plana mayor de RN, la UDI, Evópoli, republicanos, Amarillos y Demócratas.

Según cuenta uno de los participantes en los encuentros, en el salón principal sólo había una mesa grande, sillas, un hervidor de agua y tazones para el café. Pero el ambiente de clandestinidad ayudó en un principio al avance de las tratativas.

A inicios de abril, Chile Vamos le había comunicado al partido de José Antonio Kast y a las dos colectividades provenientes de la Democracia Cristiana que se omitirían en 60 de las 345 comunas y que había llegado la hora de sentarse todos a la mesa.

La dificultad para ello era que ni republicanos ni el bloque Amarillos-Demócratas querían aparecer negociando entre ellos. Es más, hasta hoy, no lo reconocen. Y creían que un encuentro en una sede partidaria o en la casa de alguno de ellos se filtraría a la prensa.

La presidenta de Demócratas, la senadora Ximena Rincón, propuso juntarse en una oficina en un edificio en Providencia con Pedro de Valdivia, donde hoy funciona su partido. Pero no logró el acuerdo de las partes, entre otras cosas, porque no contaban con estacionamientos (para ingresar en auto por el subterráneo).

Luego, la vicepresidenta Marcela Labraña -a través de un nuevo grupo de WhatsApp- sorprendió a todos proponiendo juntarse en la misteriosa casona vacía de Alférez Real.

La mañana del pasado lunes 5 de agosto, tras llegar de Europa, Michelle Bachelet partió directo desde el aeropuerto a la Gobernación de Santiago, en calle Morandé 93, donde la esperaba el dueño de casa, Claudio Orrego.

El ex DC -quien apuesta a su reelección en primera vuelta- le hizo un completo y optimista diagnóstico de las candidaturas municipales en la capital, junto con solicitarle su apoyo en la campaña. Una que en la centroizquierda miran con atención, pues apuestan a que Orrego podría ser una carta para La Moneda.

Cerca de las 11 horas, ambos se dirigieron a un café aledaño -el Punto C-, donde se encontraron con el concejal independiente Ignacio Silva, a quien acompañaron en la grabación de un video, donde este anunció sentidamente el retiro de su candidatura independiente por la alcaldía de Huechuraba.

“Este es uno de los días más tristes de mi vida”, partió diciendo el ex DC en el video, para luego dar su apoyo a su par del PPD, Carolina Rojas, la candidata de sucesión del actual alcalde, Carlos Cuadrado, y quien se enfrentará a la carta de Chile Vamos, Max Luksic (ind. UDI).

Así partía Bachelet una agitada semana con actividades de apoyo a candidatos oficialistas, lo cual produjo reacciones -públicas y privadas- en los partidos y presidenciables de la oposición.

“Me pregunto si Bachelet es tan ambiciosa para un tercer mandato”, dijo el alcalde Rodolfo Carter, mientras José Antonio Kast señaló que le “encantaría competir” con ella en 2025.

El protagonismo de la exmandataria y su mediático respaldo a Orrego también alimentaron las suspicacias en el PPD, tienda que apuesta por la ministra del Interior, Carolina Tohá, como presidenciable en 2025.

A fines de febrero, los presidentes de la UDI, Javier Macaya, y de republicanos, Arturo Squella, sellaron -en reserva- un acuerdo que buscaba descomprimir la presión proveniente de sus respectivos partidos, para que Daniela Peñaloza -acusada de tener responsabilidad en una serie de irregularidades- no fuese a la reelección por Las Condes.

El pacto consistía en que el partido de Kast llevaría un candidato propio, pero sin el peso suficiente para poner en riesgo la relección de la alcaldesa UDI, quien es muy cercana a Squella desde la época universitaria: ambos participaron de la directiva FEUC que tuvo a Jaime Bellolio como presidente y ella fue la jefa de campaña del actual timonel republicano para su primera elección como diputado por Quilpué, en 2010. En ese momento, el concejal Patricio Bopp (ex UDI) aparecía como una buena alternativa.

El domingo 3 de marzo, Squella manifestó en una entrevista la intención de competir en Las Condes. Apegado al libreto, Macaya se abrió a la disputa, a los días siguientes.

Pero el plan fracasó tempranamente.

Tras ser advertida de la jugada por su círculo cercano, la exministra Marcela Cubillos (indep. ex UDI) envió el lunes 4 de marzo un WhatsApp a Peñaloza, diciéndole que estaba “pensando seriamente” en competir en su comuna.

“Hablemos”, le respondió la edil. Pero la conversación nunca se concretaría, hasta el día de hoy.

Al contrario, la temperatura siguió subiendo en la derecha, luego de que republicanos le diera su apoyo a Cubillos, obligando a Evelyn Matthei a hacer lo propio con Peñaloza, quien más de una vez dijo que nadie la bajaría.

Tras un fuerte desgaste emocional, el martes 2 de abril la alcaldesa invitó a comer a su casa a la directiva y a otras figuras gremialistas, para tomar una decisión en conjunto. Esa noche se evaluaron, al menos, dos escenarios: que la sicóloga se enfrentase a Cubillos, asumiendo los riesgos de una eventual “guerra civil” en la oposición, o que se bajara, para no seguir tensionando al sector ad portas de una negociación municipal que sería clave para el futuro de Matthei. Se impuso la opción dos.

“Esto fue una apuñalada entre nosotros”, dijo la jefa comunal semanas después, en una comisión política.

Independencia fue una de las comunas que tempranamente despejaron los negociadores oficialistas. Se designó como candidata única a la concejala Daniela Parada (ex Convergencia Social) y carta de sucesión del entonces alcalde, Gonzalo Durán, militante del mismo partido

Sin embargo, la designación de Durán -el 1 de julio- como delegado metropolitano en reemplazo de Constanza Martínez (FA) abrió el apetito al Partido Socialista, que, semanas antes del cierre de las inscripciones, reclamó su mejor derecho a llevar como candidata a su concejala Carolina Riveros, quien fue electa alcaldesa por el Concejo Municipal de Independencia en reemplazo de Durán.

El argumento esgrimido por la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, fue que, en sus dos primeros períodos como alcalde de Independencia, Durán había sido electo en su calidad de militante socialista, es decir, en un cupo del partido, al que él renunció en 2019 para saltar al movimiento Unir, del Frente Amplio.

Lo que en un principio pareció una anécdota más de las tratativas para el FA, fue escalando cada vez más y, en un momento, el PS se negó a cerrar la plantilla de alcaldes si no se les devolvía esta comuna del sector centro-norte de Santiago, donde el 29,1% de sus electores son extranjeros.

Según cuentan algunos de los protagonistas, el tironeo entre el PS y el FA llegó a tal punto, que La Moneda debió intervenir. Y lo hizo en favor de Parada, quien buscará mantener Independencia en manos del partido del Presidente.

Pero la pugna no llegó hasta ahí. Desde el FA acusan hoy a Riveros de que, en su primer mes como alcaldesa, ha removido de su cargo a varios jefes de servicios cercanos a Durán, reemplazándolo por gente de su partido, tensionando al municipio.

Aunque la UDI es el único partido que, hasta ahora, apoya abiertamente a Evelyn Matthei como su candidata presidencial, la alcaldesa de Providencia tuvo reuniones de coordinación -durante todos estos meses de negociaciones- con los presidentes de los tres partidos de Chile Vamos.

Varios encuentros fueron los domingos en la tarde en su casa, en Las Condes, otros a través de Zoom y también desayunos en la residencia del presidente de RN, Rodrigo Galilea.

Además de la bajada de candidatos, con ellos ha coordinado sus viajes a regiones, como el de este fin de semana a la Octava Región, donde respaldó a Sergio Giacaman -quien postula a la Gobernación del Bíobio- y a Valentina Pavez -concejala e hija de Jacqueline van Rysselberghe, quien compite por la alcaldía de Concepción-. Ambos deberán enfrentarse a candidatos republicanos, si no se llega a un acuerdo en los próximos días. La edil emplazó ayer al partido de Kast a definir un candidato único para ambos cargos mediante una “encuesta vinculante” y, de paso, criticó al exsenador Alejandro Navarro, quien compite por la gobernación en la lista oficialista.

La próxima semana, Matthei viajará a la Región de Los Lagos, donde apoyará a candidatos en Osorno, Puerto Montt y Chiloé, todo en coordinación con la UDI, RN y Evópoli.

En las últimas semanas, Lautaro Carmona se ha visto muy tranquilo, señalan en su partido. A diferencia de crisis anteriores con La Moneda, el presidente del PC ha evitado escalar la polémica por el tema Venezuela.

Una de las razones del cambio, señalan fuentes comunistas, es su conformidad con la plantilla de candidatos de su partido y el optimismo que existe en poder mantener Santiago, Recoleta y Lo Espejo, lo cual lo fortalecería en la dirección de la colectividad que se escoge a fines de año.

Otra cosa que distendió los ánimos en el PC fue el especial apoyo que Michelle Bachelet dio esta semana a postulantes comunistas, entre ellos, Irací Hassler y Nicolás Hurtado, candidato único por La Florida, otra de las grandes apuestas.

Al interior de la colectividad es un secreto a voces que la directiva buscará apoyar una tercera candidatura presidencial de ella, que varios dirigentes ya han anticipado.

Volviendo al tema municipal, el encargado electoral del PC, Pablo Monje, cuenta que de las 45 comunas más importantes del país, es decir, las que tienen más de cien mil electores, llevan candidato único en 10, entre ellas, Antofagasta, Villa Alemana, Conchalí, Macul, Pudahuel y Talca.

Donde no lograron su objetivo, reconoce, fue en llevar candidatos PC -sin competencia interna- en las gobernaciones regionales de la RM (donde finalmente se bajaron) y la de Coquimbo, que pelearon hasta el final para que Javier Vega fuese el cancidato único. “Pero es la apuesta electoral más grande del partido en 30 años”, dice Monje.

“Nada. Soy categórico. Nadie me ha ofrecido absolutamente nada y yo tampoco he pedido nada”, respondió con vehemencia el miércoles a La Tercera Aldo Duque, quien bajó su candidatura a alcalde por Santiago, tras una larga telenovela, como algunos en la derecha llamaron a esta negoción.

Sin embargo, fuentes de RN y de Chile Vamos que conocieron las últimas tratativas con el mediático abogado, confiesan que sí hubo una moneda de cambio: ser candidato a diputado por el distrito 10 (La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago), en las parlamentarias de 2025. La actual diputada de RN por esta zona es la doctora María Luisa Cordero, quien postuló como independiente y que no iría a la reelección.

La candidatura de Duque -apoyada por el Partido Social Cristiano- se transformó en un dolor de cabeza para la derecha, ya que el competir con dos candidatos, prácticamente aseguraba la reelección de Irací Hassler (PC), según indicaban las encuestas.

Hubo una serie de fallidos intentos por “bajar” al abogado de los sombreros. Primero, se recordó su pasado como panelista de farándula, luego se le acusó de defender a narcotraficantes y a integrantes de la llamada “primera línea” del estallido social. Pero nada le hacía mella. El penalista salía jugando con su habitual juego de palabras; el mismo que usó el lunes al poner fin a su participación.

“Mario, anda, ve, combate y vence. Salva Santiago”, dijo, antes de abrazarse con Desbordes y ahora candidato único por Santiago, en las escalinatas de la entrada del Congreso en Santiago.

A comienzos de año, Alejandro Navarro (65), uno de los grandes caudillos de izquierda en la Región del Biobío en las últimas décadas, comenzó a ser sondeado por dirigentes locales para ser candidato a gobernador. Entre ellos, del Frente Regionalista Verde Regional (FRVS), el PC, el Partido Liberal e incluso del ala izquierda de la DC de la zona.

El exsenador respondía que estaba dispuesto, pero que le sería difícil convencer a su familia para que lo dejara volver “a las canchas”, tras el infarto sufrido en 2020, que casi le costó la vida. Igual, decidió reunir las firmas para postular como independiente, si es que se daban las cosas, y entre abril y julio juntó 6.380 adhesiones.

Aunque en todas las encuestas Navarro aparecía como la mejor carta del oficialismo, sectores del Socialismo Democrático y el FA se oponían a llevarlo como candidato en la segunda gobernación regional más grande del país.

A su pública cercanía al régimen de Maduro en Venezuela se sumaban sus duras críticas al gobierno de Boric en redes sociales por el “caso convenios” y el manejo de la crisis en Huachipato.

En ese escenario, fue la presidenta de los regionalistas verdes, Flavia Torrealba, quien lo convenció de ir en la lista de su partido. Fueron dos largos almuerzos en el restaurante La Chimenea, en el centro de Santiago, en que el exparlamentario se comprometió a respaldar la postura del gobierno en el tema de Venezuela, cualquiera fuese el desenlace de las elecciones realizadas el 28 de julio.

“Tiene que haber la mayor transparencia y claridad”, afirmó Navarro en el Diario Concepción, tras los polémicos comicios, cumpliendo su palabra.