A Marcel se le adelantó marzo: riesgo de desbande oficialista por un autopréstamo aflige a Hacienda
Esta tarde la Comisión de Constitución de la Cámara comenzará a votar los proyectos que permiten giros previsionales, bajo la fórmula de un préstamo, que a juicio del gobierno podrían significar un "retiro encubierto". Esta reforma podría quedar lista para ser votada en sala a la vuelta del receso veraniego y desde ya algunos legisladores de la alianza gubernamental adelantan que no están dispuestos a pagar costos por oponerse a una iniciativa demandada popularmente.
Aunque presencialmente el ministro de Hacienda, Mario Marcel estará esta tarde en la Comisión de Hacienda de la Cámara, donde seguirá la discusión de la reforma tributaria, el jefe económico del gobierno también estará pendiente de lo que ocurre, a poco metros, en otra instancia legislativa de diputados.
Este miércoles, la Comisión de Constitución comenzará a votar en general el proyecto que permite giros previsionales, bajo la fórmula de un autopréstamo, que en palabras del propio Marcel, podría significar un “retiro encubierto”.
Se trata de tres mociones refundidas, propuestas por los diputados Pamela Jiles, René Alinco (ex-PPD), Víctor Pino (ex-PDG) y Rubén Oyarzo (PDG), entre otros, que buscan un mecanismo alternativo de ayudas sociales, en vista de la restricción que pesa por un año para legislar sobre un nuevo retiro desde los fondos de pensiones (la última reforma en ese sentido fue rechazada en abril del 2022).
No obstante, a pesar de la opinión negativa que tiene Marcel de estos proyectos, fusionados en una sola reforma, poco a poco ha comenzado a crecer la presión para que el gobierno se abra a negociar una fórmula intermedia.
Hasta el momento, el ministro de Hacienda propone un mecanismo de autopréstamo atenuado, del orden del 5% de los fondos de pensiones, con tope de hasta un millón de pesos aproximadamente (30 UF), que está incluido en la reforma previsional impulsada por el Ejecutivo que se tramita en la Comisión de Trabajo.
Por el contrario, algunos parlamentarios, que en su momento integraban la “bancada del quinto retiro”, exigen un retiro mayor, con fórmulas que van desde un 15% a un 100%, y con una devolución pactada en términos flexibles, incluso, no obligatorios.
“Esto hace evidente que en realidad son una propuesta de retiro encubierto porque, antes de que alguien empiece a pagar un peso de vuelta de estos créditos, el mercado de capitales ya va a estar destruido. (...) Un préstamo en el cual no hay un mecanismo claro para devolver los fondos, no es un autopréstamo, es un autoengaño, porque en el fondo es creer que vamos a devolver un préstamo, cuando en realidad no lo vamos a hacer”, dijo Marcel el 4 de enero pasado, al dar cuenta del rechazo del Ejecutivo a esas propuestas en la misma Comisión de Constitución.
El problema para el ministro de Hacienda es que esta reforma podría quedar lista para ser votada en sala a la vuelta del receso veraniego, a partir de marzo, y desde ya algunos legisladores de la alianza gubernamental adelantan que no están dispuestos a pagar costos por oponerse a una iniciativa demandada popularmente, más aún en un mes que suele ser difícil para la economía de las familias.
Este año, además, se abre un ciclo electoral, primero con la elección de constituyentes, que por lo general hace que el Congreso sea más vulnerable y receptivo a las presiones de la ciudadanía, que se expresan en la calle, las redes sociales o en los mismos medios de comunicación.
Por si fuera poco, después de marzo, abril tampoco será fácil para el ministro, ya que se acaba la veda de un año para discutir abiertamente los giros previsionales (sin devolución). De hecho, ya están presentados varios proyectos que abogan por un “sexto retiro”.
Si bien legisladores oficialistas creen que la modalidad que propone particularmente la diputada Jiles (un autopréstamo del 100% y sin devolución obligatoria) no es viable, tampoco están de acuerdo con la alternativa acotada que propone Marcel en la reforma de pensiones.
De hecho, la diputada Karol Cariola (PC), quien preside la Comisión de Constitución, ya ha enviado recados públicos y privados de que no actuará como agente del gobierno para frenar este debate. En el Partido Comunista sostienen que la legisladora ya ha pagado costos personales y políticos por actuar en sintonía con La Moneda para ayudar a contener la fallida reforma del quinto retiro, lo que dio paso a un hostigamiento constante, en redes sociales y en el mismo Congreso, de parte de Jiles, quien la sindicaba como la principal responsable del rechazo a ese anterior proyecto.
“El autopréstamo puede ser una herramienta útil para las familias en un momento de dificultad económica. Estamos hablando de ahorros previsionales. Esto está contemplado en la reforma que estamos discutiendo en la Comisión de Trabajo, con características restrictivas. Hoy lo que está en cuestión es si avanzamos con esa propuesta (la del gobierno) o la que está en la Comisión de Constitución (mediante la fusión de mociones de parlamentarios)”, dice el diputado Luis Cuello (PC), quien ha sido parte de la discusión previsional.
La diputada Cariola dice que la proposición del gobierno y la que plantean legisladores “no son excluyentes y pueden ser complementarias” y en una velada crítica a Marcel señala que “lo más coherente sería que tal como el gobierno ha dicho estar de acuerdo con una propuesta de autopréstamo en la Comisión de Trabajo también debiera estar de acuerdo con una propuesta de autopréstamo en la mismas condiciones en la Comisión de Constitución. No veo que hay que cambiar de opinión”.
A juicio del diputado Marcos Ilabaca (PS), quien es parte de la Comisión de Constitución, “hoy día es necesario enfrentar los graves problemas económicos que vive la ciudadanía. Por eso son importantes los anuncios que hizo el Ejecutivo, pero creo que son insuficientes. Es necesario desarrollar un esfuerzo más alto. Y por eso la Comisión de Constitución se abre a llevar adelante el proceso de discusión del autopréstamo”. En todo caso, precisa que no es partidario de fórmulas que puedan poner en riesgo la economía.
En la tarea de contener un posible desbande oficialista, fenómeno que en su momento debieron enfrentar los ministros de Hacienda del anterior gobierno de Sebastián Piñera, Marcel tiene a su principal aliado en la derecha, además de algunos legisladores oficialistas de la Comisión de Hacienda.
“Si en la Comisión de Constitución se aprueba algo parecido a lo que el gobierno planteó en la reforma previsional puede tener sentido y lógica”, dice el diputado y presidente de la Comisión de Hacienda, Jaime Naranjo (PS). Sin embargo, manifiesta que, si la fórmula termina siendo demasiado abierta, “eso sería un terremoto económico en el país, por cuanto, es un autoengaño, porque en el fondo permite que usted saque todos los fondos que tiene en la AFP”.
Según las estimaciones de Hacienda y el Banco Central, los anteriores retiros significaron US$ 50 mil millones, lo que provocó un impacto inflacionario de más del 12%. Si ahora se permite un retiro del 100%, ello tendría un efecto tres veces mayor con US$ 150 mil millones.
“Creo que los retiros están produciendo un tremendo daño al país. Y yo no estoy dispuesto a rematar en el suelo a las personas más vulnerables de la clase media, que van a ver en el corto plazo una ayuda, pero en el mediano y largo plazo van a ver cómo la crisis se empieza a profundizar”, comenta el jefe de diputados de RN, Andrés Longton.
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