A qué llega la asesora para la Macrozona Sur, Loreto Silva, la fiel escudera de Piñera

LORETO SILVA
26.04.2018 LORETO SILVA NUEVA PRESIDENTA DE ENAP FOTO: JUAN FARIAS / LA TERCERA MARIA LORETO SILVA ROJAS - ABOGADA - RETRATO - EMPRESA NACIONAL DEL PETROLEO - ENTREVISTA

Exministra del MOP en su primer mandato, la abogada viene como asesora legal y pretende reclutar abogados para ejecutar una estrategia de persecución legal ante los casos de violencia en el sur. Descrita como extremadamente leal al Presidente, el 2019 hizo algo parecido tras el estallido social y lo ha defendido varias veces escribiendo cartas y columnas en la prensa.


No llega a reemplazar al caído Cristián Barra, que según comunicara ayer el Ministerio del Interior al dar cuenta de su renuncia ocupaba la posición de “jefe del equipo coordinador para la Macrozona Sur”. Tampoco llega a hacerse cargo de la esfera operativa que implica coordinar a policías, uniformados, jueces y fiscales. Sí tiene en común la confianza del Presidente, pero en otro campo. La recién nombrada asesora presidencial para la Macrozona Sur, Loreto Silva Rojas (56), entra en este asunto como consejera legal y se va a involucrar en la estrategia de persecución jurídica de los hechos de violencia en el sur.

Es lo que explican sus conocidos, ahora que el tropezón a estadio lleno de Barra -dicen ahí mismo- apuró la nominación de la exsubsecretaria y exministra de Obra Públicas en Piñera, Parte I. Hay trascendidos en La Moneda que afirman que se pensaba desde antes en Silva, porque se estaba viendo cómo “reforzar” el equipo del renunciado; a todo esto, esta mañana no se ha podido despejar si él sigue o no al mando de la Unidad de Gestión, Riesgo y Emergencia de la Subsecretaría del Interior, cargo que mantenía junto con su fallida designación.

Silva no asume este encargo VIP de manera permanente. En principio, durará tres meses y lo hará ad honorem, detallan quienes saben de esto. No va a renunciar a los directorios de empresas en que participa, entre ellos Aguas Andinas y la minera Barrick, y tampoco a su postulación al consejo general de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).

Las versiones extraoficiales afirman que el Mandatario tuvo al menos dos razones para optar por ella. Una, porque tiene raíces en La Araucanía: estudió hasta cuarto básico en Metrenco y luego en el Colegio Bautista, de Temuco, hasta cuarto medio. Dos, porque además de haber tejido desde el 2010 una estrecha relación con él, ella ha probado ser una piñerista casi incondicional, descrita por sus conocidos como “extremadamente leal”, tanto en la esfera pública como en la privada.

En lo primero, su gente describe que el Presidente suele consultarla y escucharla en asuntos legales. La confianza se fue construyendo después de que él la nombrara subsecretaria de Obras Públicas, al inicio de su primer gobierno. “Antes no lo conocía”, dice un entendido en el sector. Silva había sido antes de eso fiscal de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa), donde fue el brazo derecho del entonces presidente del organismo, Herman Chadwick, hermano de Andrés, entonces ministro y también familiar de Piñera.

Entonces el ministro era Laurence Golborne; ella lo sucedió cuando él salió para la campaña presidencial. Los que la conocieron en esos años afirman que ahí se ganó sus medallas con el Presidente, aunque no recapitulan situaciones puntuales. Terminado el gobierno se sumó al directorio de Avanza Chile, la fundación que armó la segunda campaña a La Moneda.

En lo de fiel piñerista, la exministra ha dejado varias huellas. Una tiene que ver con lo que pretende hacer en la crítica Macrozona Sur. Según personas cercanas a ella, lo que quiere es algo parecido a lo que hizo a fines del 2019, después del estallido social, cuando fichó a cuatro penalistas bien conocidos para que presentaran querellas por la quema de buses y estaciones del Metro: Samuel Donoso, Marcelo Sanfeliú, Gabriel Zaliasnik y Jorge Bofill, socio de ella en el estudio Bofill, Escobar, Silva.

“Estas querellas responden a un encargo que recibimos del Presidente de la República, quien nos invitó a una reunión en la cual hablamos de lo que estaba ocurriendo”, dijo entonces Bofill (13 de noviembre). Silva fue la que articuló ese grupo: no había pasado ni un mes del 18/O y el gobierno deseaba mostrar resultados, o al menos dar señales de que iba tras ellos.

Algo parecido a lo del 2019 es lo que ella busca ahora: reclutar abogados privados -la idea sería que fueran de La Araucanía- que actúen ad honorem para llevar la persecución legal en la Macrozona Sur. Para La Moneda también sería óptimo mostrar resultados acá.

Cartas y cartas por Piñera

La otra gran estela que ha dejado de su lealtad con Piñera son las numerosas veces que ha salido a defenderlo a él y a su gobierno escribiendo cartas y columnas en los diarios, sobre todo a partir de octubre de 2019. “La resiliencia del Presidente”, tituló una de estas últimas (12 de febrero de 2020) en La Tercera, cuando el Mandatario estaba con su popularidad al mínimo luego de que la encuesta CEP lo fijara en apenas un 6%. “En este escenario, soy de las que forman parte del 6% de los que según la encuesta CEP aprueban la gestión del Presidente. Rescato la humildad, resiliencia y entereza con que ha actuado y, por sobre todo, agradezco que ponga en primer lugar al país y a la democracia por sobre cualquier otra consideración personal o ideológica”, expresó.

Después criticó de vuelta al rector de la UDP Carlos Peña, que había cuestionado a Piñera. Silva tipeó que el columnista de El Mercurio “en forma delirante, pero no sorpresiva, se autodesigna cualidades de psicoanalista para calificar intenciones y atacar al Presidente de la República de forma reiterada y contumaz. Es evidente que su manifiesta animadversión hacia el Presidente lo hace perder toda objetividad” (6 de abril de 2020, El Mercurio).

En junio articuló una masiva carta titulada “La otra pandemia”, en que ella y varios de sus excolegas de gabinete salieron a romper lanzas por el entonces recién caído Jaime Mañalich, denunciando que “abundan los depredadores de los servidores públicos, expertos en la funa, practicantes de un bullying despiadado que no cesa hasta destruir a sus víctimas”. La carta eximió de responsabilidades al exministro de Salud, pero solo logró las firmas de 33 exministros y subsecretarios cuando se les compartió a 61 que integraban un grupo de WhatsApp llamado “Grandes ex ministros”.

Lo volvió a enfrentar en octubre del año pasado, cuando Peña tituló con “¡Qué fiasco!” un texto que decía “el Presidente no ha sido un títere de las circunstancias. Es simplemente un mal político, un político que no supo estar a la altura que le tocó”. Silva retrucó esa vez -firmando acompañada de los también exministros Isabel Plá, Claudio Alvarado, Pauline Kantor, Sebastián Sichel, Nicolás Monckeberg y Felipe Larraín- que “sin perjuicio de los errores cometidos, el gobierno y el Presidente Sebastián Piñera han hecho todos los esfuerzos para responder a la ciudadanía, mitigar los efectos de la crisis social y aliviar el impacto de la pandemia, con una agenda de políticas sociales que ha llegado a 14 millones de compatriotas” (19 de octubre de 2020, El Mercurio). La tituló “Presidente ante la adversidad”.

Dada la situación en el sur y el ir y venir de delegados, la llegada de Silva levanta apuestas e incógnitas. La parte operativa estará en manos del exjefe de gabinete de Alberto Espina en Defensa Pablo Urquízar. Silva verá la parte legal, como ya se dijo. Aunque en Palacio recalcan su capacidad técnica y nexos con el mundo jurídico y con Carabineros, diputados de la zona como el RN Miguel Mellado hacen ver que “Loreto es una gran mujer, pero la verdad es que ella va a coordinar aspectos legales, el día a día que tiene que estar coordinándose. Volvemos a foja cero, La Araucanía vuelve a lo mismo que antes”.

Otros diputados RN son duros con ella, como Leonidas Romero, que lanzó un “qué pensará Contraloría del nuevo chiste de Piñera. Se va un incompetente y llega asesora cuya única cualidad es ser amiga del Presidente”. Claro que acá hay mucha historia entre ambos: el 2019 Romero se enfrascó con Enap en un conflicto originado en un fallido negocio de compra de terrenos por parte de la empresa estatal, entonces presidida por Silva. Romero después empujó una comisión investigadora contra la misma y negó que fuera una venganza, pero al otro lado vincularon ambas cosas.

Al año siguiente, la Contraloría -a solicitud de diputados- acusó un vacío legal debido a la participación del estudio Bofill, Escobar, Silva en la defensa de la coreana Hyundai en la discrepancia que mantenía con el MOP por la construcción del Puente Chacao. Silva renunció a Enap tras el dictamen. Romero recordó el episodio tras conocerse la nueva misión de la exministra.

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