Bachelet en la Convención, entre los guiños al presidencialismo y gestos a los constituyentes
En la que fuera su primera actividad pública en calidad de exmandataria desde que dejó La Moneda -en marzo de 2018-, la alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos remarcó la importancia del proceso, explicando, de esa forma, su asistencia a la sede del Congreso, en Santiago. "Ustedes son unos valientes", le dijo a los constituyentes.
Quizás porque desde que asumió como alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos -en septiembre de 2018- vive en Suiza, el país por excelencia de los relojes, Michelle Bachelet llegó muy puntual a su cita con la Convención Constitucional.
A las 9.10 horas, tal como se había anunciado en la víspera, la expresidenta descendió de su auto en calle Compañía, para ingresar a la sede del Congreso en Santiago. En el pórtico, una de las más estrechas asesoras de Elisa Loncón, la académica Rayén Carimán, aguardaba a la exmandataria, para acompañarla hasta el acceso a la Cámara de Diputados, donde los anfitriones de Bachelet estaban expectantes y sonrientes.
La exdirectora de ONU Mujeres había llegado hasta la sede del órgano constituyente para participar en la Comisión de Sistema Político y exponer sus puntos de vista sobre el régimen político y el sistema de gobierno que planteará la nueva Constitución.
Vestida con una túnica negra con ribetes rojos, un gran collar y aros a tono con sus uñas de un vivo color rojo, Bachelet caminó por los pasillos del edificio junto a los coordinadores de esa instancia, Rosa Catrileo (mapuche) y Ricardo Montero (Colectivo Socialista), para encontrarse con la presidenta de la Convención y el vicepresidente Jaime Bassa. Acompañada de Paulina Vodanovic, la directora de la fundación Horizonte Ciudadano (que en este periodo el PS ha buscado relevar como figura), la exmandataria sostuvo una breve reunión con los convencionales en una de las salas del Senado.
El saludo fue protocolar, sin salidas de libreto, todo muy formal, aunque en medio de un ambiente de amplias sonrisas de todos los participantes. Todos parecían entender que el gesto de Bachelet hacia la Convención era inequívoco. Porque desde que la expresidenta dejara La Moneda y asumiera su cargo en Naciones Unidas, no había realizado nunca una actividad en calidad de exjefa de Estado en nuestro país.
De hecho, en el punto de prensa que ofreció tras su exposición -donde no aceptó preguntas-, la expresidenta remarcó: “He querido venir presencialmente acá porque creo mucho en estos constituyentes, creo que el rol de ellos es fundamental, porque, además, tienen una mirada plural, además un ambiente de conversación, de respeto -me pareció extraordinario, los quiero felicitar por eso- que permite enfrentarse a preguntas que son difíciles de contestar, pero hacerlo pensando en el país, pensando en los ciudadanos y creo que eso es clave”.
Lecciones aprendidas
A diferencia de lo que ocurrió un par de días antes con la visita del presidente electo, Gabriel Boric, a la Convención, esta vez, todo estaba más ordenado y el guion se siguió al pie de la letra, según confidencian fuentes del órgano constituyente.
Gracias a que Bachelet confirmó su asistencia con mayor antelación que Boric, los equipos de la alta comisionada y de la Convención ayer pudieron coordinar el ingreso y salida, el recorrido que haría por el edificio, cómo y dónde hablaría con la prensa y evitar, asimismo, la alta circulación de asesores por los pasillos, para que todo fuera más “limpio”.
Al alto contingente policial apostado en todas las esquinas y accesos que rodean el edificio de Compañía con Morandé, en el centro de Santiago, se sumaron también funcionarios de Carabineros -pertenecientes al departamento de Protección de Personas Importantes (PPI)- para resguardar la presencia de Bachelet en todo minuto al interior del edificio.
Eso no evitó algunas selfies improvisadas y el saludo -y fotografía, obviamente- con dos niñas que habían ido a exponer a otra comisión. También hubo convencionales radiantes y entusiastas, como el vicepresidente adjunto Pedro Muñoz (Colectivo Socialista), quien abrazó a la exmandataria, le deseó éxito en los desafíos que enfrenta y recibió de vuelta un cariñoso saludo de “compañero socialista”.
“No me van a invitar más”
“El primer gran impulso al proceso constituyente lo dio usted”, le dijo el convencional Fuad Chahin (DC) a la expresidenta durante la ronda de preguntas que hicieron la mayoría de los convencionales en la comisión.
Ese fue el tono que marcó la mayor parte de las intervenciones: agradecimientos por su interés de propiciar el cambio a la Carta Magna, por el feminismo -como lo hizo Francisca Arauna- y por “algunas materias en las que avanzamos por iniciativa de su gobierno, como la paridad”, según planteó el RN Cristián Monckeberg.
Bachelet habló durante 20 minutos a los miembros de la Convención. Fue ahí cuando planteó dudas sobre la opción de virar a un régimen parlamentario.
“Hoy no pretendo intervenir como experta en derecho constitucional ni como cientista política. Simplemente lo haré como expresidenta, como servidora pública, que ha enfrentado y sigue enfrentando el reto de llevar los textos a la acción”, partió diciendo.
“Se han escrito miles de páginas sobre las ventajas y desventajas del régimen presidencial, semipresidencial o parlamentario. No me corresponde a mí dar un punto de vista definitivo sobre un asunto cuya diversidad he podido comprobar en el mundo”, dijo en su intervención.
Más adelante añadió: el presidencialismo actual “no es tan exagerado como antes”. “En la época de Lagos se llegó a acuerdos y se bajaron muchas de las atribuciones que antes tenían. Todavía quedan bastantes, pero (...) un régimen completamente parlamentario no sé si en nuestra cultura política y en la realidad política que estamos viviendo hoy día fuera lo más adecuado, porque (...) está esta multiplicidad de partidos”, justificó.
Después de su discurso la exmandataria pasó a un lenguaje más suelto e hizo varias bromas cuando respondió las interrogantes que habían planteado los convencionales.
“Yo sé que han sido víctimas de muchas críticas, tienen el problema que hay tantas expectativas en la Constitución y uno nunca puede cumplir todas las expectativas. Ustedes son unos valientes”, les transmitió en la parte final de su intervención a quienes habían llegado a la sesión de la instancia, pues además de sus integrantes, hubo algunos “colados” que llegaron para escuchar a Bachelet, como Bernardo de la Maza (independiente-Evópoli) y las ex Lista del Pueblo Loreto Vallejos y Giovanna Grandón.
Y consciente de que se había tomado más tiempo del que estaba presupuestado, la alta comisionada se rio diciendo “estoy bien dispersa, lo sé, pero la verdad es que hace harto tiempo que no hablo de estas cosas (…). Sé que no me van a invitar nunca más, porque he hablado tanto”. Pero, al parecer, Bachelet tiene la esperanza de asistir alguna otra vez, pues dijo que si bien no estará en Chile, “me pueden invitar otra vez, puedo estar por Zoom”.
En su intervención, la exmandataria tuvo palabras de agradecimiento hacia la labor que realizan los convencionales y algunos consejos, como “buscar acuerdos, escucharse”, “hacer pedagogía” y que “comuniquen más lo que hacen, comuniquen mejor”.
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