Hasta Suecia 286, dirección de la sede de la UDI, llegaron el pasado viernes una serie de dirigentes del gremialismo para abordar en una reunión almuerzo lo que fue el resultado de la elección de los consejeros constituyentes.

Al encuentro acudieron -algunos en forma física y otros conectados por Zoom- la directiva liderada por el senador Javier Macaya y la secretaria general, María José Hoffmann, y referentes como el exministro del Interior Andrés Chadwick, el exvocero de gobierno Jaime Bellolio, el jefe de bancada Guillermo Ramírez, el diputado Juan Antonio Coloma Álamos, la exministra de la Mujer Isabel Plá, la senadora Luz Ebensperger y uno de los fundadores del partido, Gabriel Villarroel. Algunas fuentes sostienen que también asistió el abogado Gonzalo Cordero, pero otros los descartan.

La cita se produjo luego de que el Partido Republicano arrasara con 23 de 51 escaños en el Consejo Constitucional, dejando a Chile Vamos con solo 11 cupos. De estos, seis corresponden a la UDI, que si bien es la colectividad de la coalición que logró elegir una mayor cantidad de representantes, obtuvo una baja respecto de los 9 senadores que ostentan actualmente. A eso se suma que el gremialismo sufrió dolorosas derrotas, como la del exministro Rodrigo Delgado en la Región Metropolitana, y del exdiputado Jorge Ulloa, en el Biobío.

El encuentro tuvo como fin abordar el posicionamiento de la UDI, y se valoró que el gremialismo no fuera la tienda más afectada por la arremetida de los republicanos, a diferencia de lo que se creía, al ser la colectividad más a la derecha del bloque.

Los resultados impulsaron un debate en el gremialismo respecto de qué hacer en el futuro como partido. Algunos plantean que la UDI se debe endurecer como derecha, mientras que otros sostienen que sería un error hacerlo, ya que hay que conservar la identidad propia como oposición moderada y dialogante.

Fue en esa línea que se pronunció Chadwick, en una de las intervenciones que más llamó la atención. Según varios de los presentes, el exministro habló sobre la necesidad de no atacar o criticar al Partido Republicano.

En el encuentro se comentó que el resultado de la elección mostró que la derecha y la oposición ganaron, y que para la gente común no existe una diferencia entre uno y otro partido, y que por lo mismo no hay que distanciarse con dureza de los republicanos.

Las mismas fuentes sostienen que el exministro comentó que el desafío es buscar el tono entre no mimetizarse -o igualarse con los republicanos- y no criticar a la tienda de José Antonio Kast. Mimetizarse con los republicanos, se dijo en el encuentro, sería un error ya que a juicio de los gremialistas cualquier copia que se haga de la tienda de Kast será peor que la versión original.

Chadwick -que no tuvo una relación fluida con Kast mientras este fue diputado y líder de la disidencia interna de la UDI-, se ha preocupado de involucrar a personeros clave de ese partido en la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián, de la cual es decano. Es así como tiene entre sus filas hace años al actual presidente de esa tienda, Arturo Squella, mientras que reclutó a Luis Silva -consejero electo por la Metropolitana- a inicios de este año, a pesar de que ya se encontraba en campaña.

En el encuentro se comentó que la diferenciación entre los republicanos y la UDI se dará en el Congreso Nacional y no tanto en el Consejo Constitucional. En esa línea, varias voces en la UDI sostienen que se debe continuar con lo impulsado por el partido respecto de ser una oposición dialogante y abierta a los acuerdos.

Tal como señaló el senador Macaya en entrevista con La Tercera Sábado, en el gremialismo afirman que al haber elegido mayor cantidad de consejeros, los republicanos son el principal responsable de que el proceso tenga éxito. En caso contrario, cualquier fracaso le hará pagar costos a los republicanos y a las opciones presidenciales de Kast.

De ahí que la tienda de Macaya está mirando diciembre -y el plebiscito ratificatorio que se dará en ese mes- como la fecha en que el gremialismo podría volver a salir a flote. Si el proceso tiene éxito, la UDI -analizan- será recordada con valor por haber promovido que se elaborara una nueva Constitución luego de que ganara el Rechazo en el plebiscito de salida.

Esto sería un beneficio de más largo plazo que le traería réditos a la UDI, dicen en el partido. Mientras que los republicanos deberán saber administrar el explosivo triunfo que tuvieron, lo que siempre repercute en un mayor desafío.

También se analizó que se pagaron costos por haberle dado continuidad al proceso constituyente, pero que ello será pasajero y que es parte de un reordenamiento artificial porque solamente durará los pocos meses que se mantenga vigente el Consejo Constitucional.

De todas maneras, se concluyó que la idea es trabajar coordinadamente con los republicanos para que el proceso tenga éxito.