Cita en Viña del Mar: la íntima catarsis del PDG para evitar una fuga de parlamentarios y superar la crisis
Luego de que la bancada se dividiera debido a que cuatro diputados no apoyaron la decisión del comité de votar por Miguel Ángel Calisto para la presidencia de la Cámara, ayer hubo una reunión clave entre los parlamentarios y la directiva de la colectividad para generar acercamientos.
Fue una cena tensa y a ratos incómoda. Ayer, a las 21.00, los diputados del Partido de la Gente (PDG) se trasladaron hasta un hotel de Viña del Mar para juntarse con la directiva del partido y abordar la crisis interna que está viviendo la colectividad fundada por el economista Franco Parisi.
Luego de que la tienda se dividiera en el pacto administrativo por la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, hubo cuatro parlamentarios del comité que sufrieron represalias por no apoyar al ex DC Miguel Ángel Calisto para liderar la testera: Rubén Oyarzo, Gaspar Rivas, Karen Medina y Francisco Pulgar, quienes fueron castigados con medidas desde la expulsión de la bancada -como el caso de este último, quien es independiente- hasta sanciones como ser sacados de sus comisiones legislativas y ser movidos a instancias menos relevantes.
Por lo mismo, los tres parlamentarios militantes se declararon en “reflexión” respecto de su permanencia en el partido. Tras ese episodio, hubo dos reuniones consideradas clave durante la jornada de ayer. La primera fue como bancada y la segunda fue el encuentro en Viña del Mar, instancia en que discutieron todos los temas conflictivos.
Y si bien hubo tensión en la cita -donde según presentes, incluso, se habló de “matonaje” y algunos interlocutores levantaron la voz-, lo cierto es que una vez concluido el encuentro acordaron volver a reunirse con el objetivo de ir dejando las diferencias de lado y fortalecer la unidad. Aunque las discrepancias todavía no han sido resueltas, el ánimo que imperó fue el de continuar dialogando.
Eso motivó incluso que Rivas y Oyarzo sostuvieran a La Tercera PM que no renunciarán al partido, pese a la molestia inicial que manifestaron, mientras que Medina dijo seguir en reflexión. “Valoro que ayer nos juntáramos. Falta todavía solucionar los problemas, sin embargo, vamos en vías de las soluciones. Quiero agradecer en estos días de reflexión a las bases, la gente que me escribió y me apoyó con mi decisión, y gente que no estaba de acuerdo con mi decisión pero que me respeta y que me pidió que me quedara en el PDG. Y es por eso que yo continúo en el partido, voy a seguir dando esta pelea”, dijo Oyarzo.
Mientras que Rivas afirmó que, por ahora, se queda en la colectividad: “Yo todavía sigo siendo partidario de buscar todas las vías para recomponer las confianzas y las armonías dentro de la bancada. Aquello tiene que hacerse dejando de lado los revanchismos de uno u otro sector. Debemos hacer todo lo posible para no salir de la bancada y no retirarnos del partido”.
En tanto, Medina señaló que “tenemos que seguir teniendo reuniones y analizando el quiebre interno, y obviamente subsanar. Estamos hoy con toda la disposición de arreglar nuestra situación interna como bancada. En unas dos o tres reuniones vamos a ver adónde se apunta y si hay disposición de superar esta crisis. Ahí voy a tomar decisiones”.
En el PDG transmiten que deben salvar el proyecto político y que, por lo mismo, quieren subsanar lo antes posible este quiebre. Entre algunos legisladores existe la lectura de que Chile Vamos y el oficialismo están intentando capitalizar el desorden del partido con el objetivo de generarles un “daño” y evitar que sigan siendo competitivos en futuras elecciones.
Las sanciones que se mantienen
Diversas fuentes consultadas del PDG afirman que en el encuentro de ayer se habló de todas las polémicas que vivió el comité, entre ellas, las sanciones con cambios de comisiones, la expulsión de la bancada del diputado Pulgar, la denuncia que pusieron los parlamentarios díscolos ante la PDI por presunta adulteración de actas de la bancada y la solicitud de expulsión a la diputada del PDG Gloria Naveillán, quien acusó, sin pruebas, a los díscolos de no haber apoyado a Calisto a cambio de cargos que supuestamente el gobierno ofreció para sus parientes, y una presunta ayuda en materias judiciales desde La Moneda.
Los diputados díscolos afirmaron que si bien se quedan en el partido, ayudaría a fijar su permanencia que se retroceda en algunas sanciones.
“Ayer hice presente que estaba dispuesto a dejar de lado la solicitud de expulsión de Naveillán como un gesto de buena voluntad y también de no concretar la denuncia por el presunto delito respecto de las actas de unas reuniones de bancada que se habían realizado, presunta adulteración. Pero solicité dejar sin efecto las sanciones, los cambios de comisiones y la expulsión del diputado Pulgar. Ambos sectores tienen que ceder todo eso en vías de evitar el desarme o la disgregación de la bancada y la salida de los diputados Oyarzo, Medina y quien habla”, agregó Rivas.
En la reunión de anoche, en todo caso, no se acordó innovar respecto de ninguna de las materias tratadas, y desde la bancada trascendió que solamente acordarían “censurar” a Naveillán, lo que implica que no podría hablar en algunas instancias del Congreso, pero que es un “castigo menor” que expulsarla de la bancada.
Los cambios de comisiones y la expulsión se mantienen igual, y desde el sector contrario a los díscolos defienden la medida argumentando que gran parte de la militancia está pidiendo la salida de los diputados que no apoyaron a Calisto.
“Hubo diferentes puntos de vista. Vamos a seguir conversando todos los diputados y la directiva para ir buscando puntos de encuentro”, aseguró el secretario general del PDG, Emilio Peña.
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