Cómo La Moneda busca capitalizar el acuerdo de pensiones (y el desafío de alinear a los propios)

Pese a que no tienen alineados a todos los parlamentarios del oficialismo, en La Moneda dicen que miran “con cabritas” cómo Chile Vamos y el Partido Republicano se enfrentan por la tramitación de la reforma de pensiones del gobierno del Presidente Gabriel Boric.

Este miércoles, el Ejecutivo y la coalición que integran la UDI, RN y Evópoli llegaron a un acuerdo en la Comisión de Trabajo del Senado, que enardeció a la colectividad que preside Arturo Squella y que fundó José Antonio Kast. El debate tomó un tono presidencial y el jueves la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, debió manifestar su postura en torno al acuerdo.

Hasta hoy, la batalla comunicacional entre Chile Vamos y republicanos se mantiene, lo que es mirado con atención desde La Moneda, donde han optado por no inmiscuirse en la contienda que enfrenta a las dos almas de la derecha.

Esta idea se sustenta en la medida de que el Ejecutivo no se enrede en dicha discusión y se concentre en salir a explicar el contenido del acuerdo al que se llegó en el Senado, que tendrá que ser votado en la Sala de la Cámara Alta y que, esperan, sea despachado antes de que termine enero. El escenario no es fácil, ya que La Moneda también tiene que evitar caer en dar explicaciones por los desórdenes en sus propias filas.

Este mismo fin de semana, el gobierno prepara un intenso despliegue comunicacional para salir a explicar la reforma propuesta en los medios, lo que estará encabezado por la titular del Trabajo, Jeannette Jara (PC), y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dos de los principales negociadores del acuerdo.

Ambos se mantendrán en la primera línea de la reforma, que en La Moneda apuestan que sea el principal legado que deje la administración del Presidente Gabriel Boric. Esto pese a que, a todas luces, el contenido de la propuesta dista mucho de la intención con la que llegó a gobernar el Frente Amplio.

Por ejemplo, el acuerdo no contempla el término de las AFP, una idea comprometida por el Mandatario en los debates de cara a las presidenciales. Lo que sí habría sería mayor competencia para las aseguradoras.

El guarismo de la cotización individual también fue un tema sobre el que el gobierno debió ceder en demasía, idea que Chile Vamos empuja para defender el acuerdo. El resultado de la propuesta en el Senado quedó en un 8,5% de cotización adicional del sueldo imponible, con un 4,5% directo a cuentas individuales, que aumentará 0,5% cada 12 meses hasta llegar al 6%. El 1,5% restante irá a un Fondo Autónomo de Protección Previsional.

Todo el detalle debe ser explicado por Marcel y Jara, quienes también tendrán que salir a contener el “discolaje” de las propias filas oficialistas. En la madrugada de este viernes, sin ir más lejos, la diputada comunista Carmen Hertz -compañera de militancia de la ministra del Trabajo- afirmó: “Satisfechos y felices con el ‘acuerdo’ de la mal llamada reforma de pensiones están el gran empresariado, los dueños del capital, los dueños de los bancos y los dueños de la AFP ya que se consolida y fortalece ese sistema canallesco, los grandes perjudicados una vez más: los ciudadanos de a pie de nuestro país”.

En Palacio y en el Congreso coinciden en que el escollo más grande de la reforma de pensiones se encontrará en la Cámara de Diputados. Allí no solo se avizoran “peros” desde el comunismo, sino que también en el Partido Socialista y el Partido Por la Democracia.

El diputado Marcos Ilabaca (PS), por ejemplo, afirmó que “ni el presidente Piñera se atrevió a tanto. Resulta que terminamos con 6% a capitalización individual y con 1% a mejoras no de solidaridad, sino que a esta injusticia que existe para con las mujeres”, preguntando abiertamente, además, qué habrían dicho del acuerdo Boric y Giogio Jackson en su época de parlamentarios.

En La Moneda consideran que el trabajo de salir a explicar los alcances del acuerdo no solo se tendrá que hacer por la vía de los medios de comunicación, sino que también se tendrá que hacer en conversaciones con el mundo parlamentario que esté contra la propuesta.

En ese contexto, desde el Ejecutivo y en el Congreso también coinciden en que el rechazo de los republicanos al acuerdo es servicial a los intereses del gobierno, pues con ello pueden enfrentar el discolaje interno de las filas oficialistas y plantear que, de rechazar la reforma, se pondrían en la misma vereda que el partido de Kast.

Hasta ahora, en La Moneda solo contemplan un despliegue comunicacional fuerte, mas no uno de autoridades en terreno. Sobre esto último, afirman, se marcó un hito en Maipú cuando el Presidente Boric, la expresidenta Michelle Bachelet y el alcalde Tomás Vodanovic encabezaron un evento para empujar un acuerdo en pensiones.

Un hito similar podría ocurrir una vez que la reforma se despache desde el Senado.