Cómo no arruinar una interna: Servel urge a partidos para que reglamenten sus elecciones tras serie de escándalos
El bochorno PS se suma a los que han sufrido Ciudadanos, la UDI y -con menor gravedad- Revolución Democrática: detrás hay cambios en el padrón, riñas internas, votaciones o escrutinios fallidos y más. No es casualidad. "Era hasta esperable", dice el presidente del Consejo Directivo del organismo, que emitirá un instructivo para que los colectivos elaboren sus aún pendientes reglamentaciones. Ojo: no permitirán más elecciones por internet.
Había que hacer algo de memoria, o de lectura, hasta hace poco tiempo para dar con casos que ilustraran elecciones internas que se les habían ido de las manos a los partidos políticos. Lo que estaba más a mano era el escándalo del Carmengate -cuya estatura de mito crece y crece con los años-, cuando se adulteró el padrón DC durante la primaria que terminó con Patricio Aylwin en La Moneda.
Pero ahora no cuesta tanto. Con la serie de imprevistos leves, problemas de cuidado, dramas griegos y quiebres (cada caso es distinto) que han sufrido las últimas elecciones de Ciudadanos, la UDI, Revolución Democrática y el Partido Socialista, las internas han de ser reguladas. Es lo que cree el Servicio Electoral, que precisamente por esta y otras razones lleva un par de meses dialogando con los partidos para que dicten reglamentos claros y concordantes que normen sus elecciones con mínimos comunes, y que éstas dejen de ser a la medida de cada uno.
En parte por eso se reunió esta mañana la plana mayor del Servel con delegados de las colectividades. El organismo está elaborando un instructivo que establecerá el piso mínimo de lo que tienen que normar las colectividades en sus reglamentos. No cómo tienen que hacerlo, salvo aspectos como las fechas y plazos para notificar de las internas, para inscribir candidaturas y, sobre todo, para comunicar los locales de votación. Los partidos suelen avisarle esto al servicio a última hora.
El borrador del documento tenía hasta esta mañana once páginas, y se está consultando o "sugiriendo" su contenido a los partidos. El objetivo es que cada uno dicte su reglamento (hoy solo dos lo tienen) en conformidad al instructivo y que así se cumpla a cabalidad la ley que los rige para, además, evitar estos descalabros.
De partida -como confirma a La Tercera PM el presidente de su Consejo Directivo, Patricio Santamaría- el Servel insistirá en que el voto es secreto e impreso: eso habría impedido, por ejemplo, la elección por internet, no presencial, que hizo Ciudadanos a través de E-Voting el año pasado, y que quebró al joven colectivo en medio de acusaciones de fraude.
Anualmente, la veintena de partidos legalmente constituidos recibe cerca de $6 mil millones en cuatro cuotas trimestrales para costear sus actividades, entre ellas sus elecciones internas.
Avisando a última hora
"Ante lo ocurrido en las distintas elecciones hemos estado viendo esto, y nos parece interesante fijar plazos para que los partidos trabajen estos reglamentos, dictar este instructivo dentro de nuestra potestad normativa, porque el Servel ha de velar por el cumplimiento de elecciones democráticas", comenta Santamaría.
"Los partidos van a tener que ajustarse, sin perjuicio que buscamos explicar la ley de partidos", dice. Hoy el organismo envía observadores o ministros de fe a petición de los interesados en cada interna, "pero eso tampoco está regulado; los partidos a veces nos lo pedían tres días antes de la elección, con muy poca anticipación, indicándonos a última hora los locales de votación. Eso queremos dejarlo ordenado".
Agrega que "cuando nos han pedido observadores hemos recibido muy, muy encima de la hora los locales de votación, lo que nos complica mucho para desplegar funcionarios, levantar actas y otros detalles". Pero ese punto no afecta no solo al Servel, porque en más de una ocasión un bando candidato de un partido se han quejado de lo mismo.
En este punto, el de las fechas, "vamos a fijar nosotros los plazos", asevera Santamaría.
Un punto crítico será el veto del Servel a las elecciones por internet, de forma remota. "Es un ejemplo práctico, pero además la ley dice que el voto debe ser impreso. Evidentemente, no considera el voto por internet ni remorto", dice Santamaría. ¿Se podrá hacer electrónico y presencial, como la que intentó la UDI el año pasado? "En rigor, el texto de la ley habla de voto impreso, de cédulas electorales que deben cumplir con ciertos requisitos", precisa.
El Servel también está planteando que se regule la publicidad y propaganda de las internas "para generar un rayado de cancha equilibrado para los candidatos" y que existan mecanismos claros de apelación y reclamo, cuenta el ejecutivo.
¿Plazos? Aún ninguno draconiano. Santamaría dará cuenta esta tarde al consejo directivo del Servel, y luego resolverán fechas, pero hace notar que no hay ninguna elección interna que apremie en las próximas semanas. "Pero lo vam0s a hacer pronto", sentencia.
Cuatro internas para el olvido
Los casos que han llamado la atención del Servel y de los aficionados, expertos y nerds de la política han sido situaciones distintas en su origen y causa, aunque sí todas alimentadas por las grescas entre facciones internas, algunas irreconciliables.
La más reciente de éstas, la del Partido Socialista, no ha apagado sus fuegos cuatro días después de que votara el último militante. Un lentísimo escrutinio, supuestamente por culpa de un inédito sistema de voto paritario (una y uno: solo era válido si uno sufragaba por un candidato y una candidata), ha derivado en una pelea a estadio lleno por la validez de las internas.
El choque frontal en el PS venía precedido de un racimo de rivalidades -Elizalde versus Díaz, Escalona versus Aleuy y otros- que cruzan sus bandos internos, y que han recrudecido al punto que lo personal se confunde con los negocios. Una vergüenza, como repiten militantes y adherentes al contemplar el momento de la tienda llamada a liderar la oposición. Sector que lleva más de un año fragmentado y sin dejar de morder el polvo de la derrota presidencial del 2017.
La saga de 'Cómo arruinar una interna' viene al menos desde agosto último, cuando Ciudadanos dio más que dos pasos en falso al apostar por una elección electrónica por internet en que se votaba desde el celular o un computador. Los bandos de Andrés Velasco y Juan José Santa Cruz se enfrascaron en una riña en la que volaron acusaciones de fraude, IPs suplantadas y críticas que alcanzaron a la empresa E-Voting, y que derivó en la escisión del partido.
Casi cuatro meses después, al despuntar diciembre, le tocó a la UDI. Allá pensaron que evitaban caer en lo mismo de Ciudadanos y que corregían el error haciendo la elección electrónica, pero presencial. Pero el sistema falló durante la votación luego que se ralentizara el ingreso de sufragios e hizo fracasar el proceso.
Pudo haber sido peor porque la reyerta entre las facciones de Jacqueline van Rysselberghe y Javier Macaya había alcanzado ribetes casi ideológicos, pero primó algo de mente fría y ese instinto tan gremialista de no tirar todo al tacho: repitieron la elección al fin de semana siguiente a la antigua, con lápiz y papel.
Después fue el turno de Revolución Democrática. Eligieron el mismo camino que Ciudadanos: elección electrónica, pero con otro proveedor. Acá no hubo escándalos de acusaciones de fraude ni de llevarse los votos para la casa, sino que el problema fue que votaron muy pocas personas, 3.502. Arreciaron críticas sobre un padrón supuestamente inflado al calor de la primaria presidencial 2017, cuando Beatriz Sánchez le ganó a Alberto Mayol.
Casos distintos sí, pero dejan lecciones más o menos comunes. Hay expertos que fuera de micrófono comentan a La Tercera PM que ha incidido en esto un cambio en las reglas del juego y normas que facilitan los reclamos internos, y con ello exacerban los conflictos políticos entre facciones, otro combustibles de estos incendios. También ha influido el refichaje de militantes, que rejuveneció el padrón y con ello la correlación de fuerzas internas.
Santamaría observa que ha habido "errores de implementación que generan un efecto negativo para los partidos; hay otros casos en que hay diferencias políticas internas". Y que "las modificaciones en transparencia y acceso a la información, los cambios en los padrones, han generado un nuevo escenario. Era hasta esperable que se produjeran estas situaciones. Cuando hay cambios tan profundos, no debiera extrañar estos casos, especialmente en lo técnico. Si le agregamos el componente político, la cosa se complejiza mucho más. Esperamos que en la medida que los partidos aterricen sus reglamentos internos, estas situaciones tiendan a subsanarse".
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