Con el polémico plan de Italia como referente: la propuesta de Ursula von der Leyen para abrir centros de retorno fuera de la UE para inmigrantes ilegales

Activistas sostienen un cartel que representa al primer ministro albanés, Edi Rama, y ​​a su par italiana, Giorgia Meloni, durante una protesta el día en que los inmigrantes llegan a Albania en el barco de la marina italiana Libra, el 16 de octubre de 2024. Foto: Reuters

“Hasta ahora estos proyectos de ‘hubs’ solo habían sido defendidos por países gobernados por la extrema derecha: Italia y Hungría. Ahora es la propia jefa del Ejecutivo europeo quien los propone oficialmente a los 27 países de la Unión”, comentó el medio Euronews.


Tras dos días en el mar, el buque italiano Libra de la Marina atracó este miércoles en el puerto de Shengjin, en Albania, donde desembarcaron los 16 solicitantes de asilo procedentes de Bangladesh y Egipto. Se trata de los primeros extranjeros que serán procesados en terceros países a pesar de haber solicitado asilo dentro de la Unión Europea, según el controvertido acuerdo firmado en noviembre de 2023 por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su par albanés, Edi Rama, cuyo país no es miembro de la UE. Pero el plan de Meloni comenzó fallando en su estreno: dos de los 16 primeros deportados son menores y regresarán a Italia, según confirmó al diario El País el Ministerio del Interior italiano.

Italia ha levantado dos instalaciones en Albania, gracias a un acuerdo firmado con ese país en 2023. Una, en el puerto de Shëngjin, un centro de simple desembarco e identificación con capacidad para 200 personas. De ahí serán enviadas en buses al complejo de Gjadër, a 20 kilómetros y de 880 plazas. Este es ya un campo de internamiento a todos los efectos, pues de ahí no pueden salir y quedan a la espera de que se resuelvan sus expedientes.

Según Euronews, los solicitantes de asilo cuyas solicitudes sean aceptadas serán trasladados a Italia con un permiso de residencia. En cambio, los que reciban una negativa serán repatriados, también a expensas y bajo la responsabilidad de Italia.

Migrantes y funcionarios de seguridad caminan tras descender del barco de la Marina italiana Libra, que llegó a Shengjin, Albania, el 16 de octubre de 2024. Foto: Reuters

Es un protocolo inédito, criticado por organizaciones de defensa de derechos humanos. Amnistía Internacional, por ejemplo, se ha mostrado muy crítica con la creación de los centros y con el acuerdo, que califica de “cruel experimento”, al considerar que, aunque los solicitantes de asilo sigan sujetos a la jurisdicción italiana, “es probable que su derecho a solicitar asilo y a que sus solicitudes sean evaluadas de manera justa se vea seriamente restringido”.

“Estos centros constituyen el intento más reciente de un país de la Unión Europea (UE) de eludir (mediante la ‘externalización’ o el desplazamiento fuera de su territorio de la tramitación de las solicitudes de protección de las personas) las obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional y europeo”, agrega.

Pero el plan es bendecido por la Comisión Europea en su objetivo de endurecer los requisitos de entrada de migrantes, y al que muchos países miran con interés por si es posible empezar a replicarlo, apunta el diario El País. “Creo que solo es el inicio, después del proyecto de Giorgia Meloni, esto lo van a replicar otros países, Reino Unido, Alemania, Bélgica”, considera por su parte el abogado albanés Ndre Molla, citado por Radio Francia Internacional.

De hecho, esta misma semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avanzado su intención de proponer un plan similar para toda la UE, gestionando las deportaciones de personas cuyas solicitudes de asilo hayan sido denegadas en países considerados seguros, pero fuera de la Unión.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, asiste a una conferencia de prensa durante una reunión con la presidenta moldava, Maia Sandu, en Chisinau, Moldavia, el 31 de mayo de 2023. Foto: Reuters

La idea se refleja en una carta que la presidenta de la Comisión Europea envió a los líderes de la UE antes de una cumbre que tendrá lugar este jueves y viernes en Bruselas, en la que la inmigración dominará las conversaciones. La misiva, de siete páginas, esboza varias propuestas para frenar el número de solicitudes de asilo, que el año pasado alcanzó la cifra de 1.140.000 en todo el bloque, y luchar contra el cruce irregular de fronteras y el contrabando de personas.

Entre las propuestas hay una llamada explícita a la acción para desarrollar “vías innovadoras”, eufemismo que suele asociarse a la deslocalización de los procedimientos de asilo, como ha hecho Italia con Albania.

“Deberíamos seguir explorando posibles vías para avanzar en la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE, especialmente en vista de una nueva propuesta legislativa sobre el retorno”, escribe Von der Leyen. “Con la entrada en funcionamiento del protocolo Italia-Albania, también podremos extraer lecciones de esta experiencia en la práctica”, añade.

La presidenta de la Comisión Europea también aboga por designar “terceros países seguros” a nivel de la UE para evitar desacuerdos entre los Estados miembros y acelerar el ritmo de las expulsiones, que sigue rondando entre el 20% y el 30% sin grandes cambios, consigna Euronews.

La primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, habla con la prensa durante la cumbre conjunta de la Unión Europea y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en Bruselas, Bélgica, el 16 de octubre de 2024. Foto: Reuters

El trabajo continuo con Túnez y Libia, así como el compromiso sostenido con socios clave como Egipto, Marruecos y Argelia, siguen siendo “una alta prioridad”, señala Von der Leyen, quien subraya que la UE necesita profundizar la asociación en curso con Mauritania, y también ver cómo otros socios como Senegal y Mali colaboren en materia de migración.

Hay que “trabajar de forma continua en todas las rutas”, dice, y cita, por ejemplo, la atención prestada a los socios de los Balcanes Occidentales y a Turquía. Para finales de este año Von der Leyen anuncia un paquete de apoyo por valor de 1.000 millones de euros para ayudar a los refugiados sirios y las comunidades vulnerables y para apoyar a Turquía en la gestión de fronteras y migración.

Al respecto, la revista Politico Europe señala que algunos países de la Unión Europea, encabezados por Italia, están presionando para normalizar los vínculos con Siria a fin de facilitar las deportaciones de inmigrantes, mientras los líderes tradicionales buscan replicar la creciente popularidad de los partidos antiinmigrantes de extrema derecha en todo el continente.

“Es necesario revisar la estrategia de la Unión Europea para Siria y trabajar con todos los actores para crear las condiciones para que los refugiados sirios regresen a su patria de forma voluntaria, segura y sostenible”, dijo el martes la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, al Senado italiano antes de la reunión de líderes de la UE.

Inmigrantes africanos navegan en un barco de madera por el mar Mediterráneo hacia Europa. Foto: Archivo

La UE cortó las relaciones diplomáticas con Siria en 2011, pero Meloni espera plantear la relación con Damasco durante una reunión de los 27 líderes de la UE en Bruselas el jueves, dijeron a Politico dos diplomáticos del bloque.

Euronews recuerda que Von der Leyen describió previamente el protocolo Italia-Albania como “pensamiento fuera de lo común”. Sin embargo, para Radio Francia Internacional, la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea de abrir centros de retorno fuera de la UE para inmigrantes ilegales “se trata claramente de un punto de inflexión para la política migratoria europea: se ha roto un tabú”.

“Hasta ahora estos proyectos de ‘hubs’ solo habían sido defendidos por países gobernados por la extrema derecha: Italia y Hungría. Ahora es la propia jefa del Ejecutivo europeo quien los propone oficialmente a los 27 países de la Unión”, comenta el medio.

La carta de Von der Leyen se firmó el mismo día en que la Comisión Europea expresó su desaprobación por el plan anunciado por Polonia de introducir una “suspensión territorial temporal del derecho de asilo” y llega en medio de un ambiente político cargado en el que los gobiernos muestran cada vez más audacia en sus intentos de frenar los flujos migratorios. De hecho, Países Bajos estudiaría enviar a Uganda a los solicitantes de asilo africanos que hayan agotado las vías legales.

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