Con un quincho y electricidad propia: el mausoleo narco que fue demolido esta mañana en Quilicura

La pequeña plaza pública ubicada entre las calles El Cedro, El Quillay y El Alerce, en Quilicura, casi había perdido su objetivo. Los niños poco y nada podían jugar y los juegos dispuestos ahí pasaron a ser utilizados por jóvenes, casi siempre acompañados de alcohol, drogas y música a alto volumen.

El lugar distaba de ser una zona tranquila. Es que como comentan los vecinos cercanos al sector, ahí fue levantado un memorial narco denominado “el Mausoleo de los 9″ y los fines de semana y los días 9 de cada mes se concretaban fiestas, asados y se lanzaban fuegos artificiales en honor a Vladimir Osorio Abarca, joven que falleció el 9 de junio de 2020 luego de haber recibido disparos efectuados desde un vehículo en el que se movilizaban integrantes de una banda rival. La edificación contaba con quincho y una conexión a la red eléctrica que le permitía a los individuos que se daban cita estar hasta altas horas de la madrugada. Incluso al lugar llegaban grupos de otros barrios a planificar delitos.

Pero desde hoy la plaza comenzó a recuperar su propósito. A las 7.30 la Delegación Presidencial Metropolitana, junto a Carabineros, la Unidad Regional de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo y la Municipalidad de Quilicura comenzó la demolición del mausoleo narco ubicado en la Villa Santa Teresita del sector norponiente de la capital. La construcción había sido levantada en septiembre de 2020.

Una noticia que fue tomada con alegría desde el municipio de Quilicura, que afirmó que luego de tres años las familias del sector podrán disfrutar del espacio público. “Hacemos el llamado a que sean los mismos que tomaron esos espacios que se vayan retirando, porque no vamos a descansar hasta recuperar cada uno de los espacios tomados por las bandas de Quilicura”, dijo la alcaldesa, Paulina Bobadilla (Ind.).

“El Mausoleo de los 9″ es el segundo memorial narco destruido en la RM bajo la coordinación de la delegada presidencial, Constanza Martínez, la Subdere y alcaldes de las comunas respectivas, luego de que el Presidente Gabriel Boric informara en su cuenta pública de mayo que se utilizarían los recursos necesarios para demoler los memoriales narco que han comenzado a levantarse en espacios públicos. La primera intervención se concretó a principios de junio y había sido realizada en la plaza Salvador Allende de Lo Espejo, donde además fue hallada una bóveda con restos de droga.

“Una de las manifestaciones más irritantes del narco es su forma de ostentar las armas y de intimidar a los vecinos cuando se realizan funerales de los integrantes de sus bandas. Los balazos, los fuegos artificiales, los memoriales narco y las amenazas a quienes denuncian estos hechos no son tolerables. Nuestras policías hacen un gran esfuerzo por contener estos hechos, pero no es suficiente”, dijo Boric en la ocasión.

Desde esa fecha, la Subdere ha comenzado a levantar un catastro nacional de memoriales, donde hasta el 13 de junio ya se habían identificado 30 de estas estructuras en 12 comunas de la RM. Según explicó la Subsecretaría a La Tercera PM, la información de regiones está en proceso de levantamiento.

“Tenemos una coordinación institucional que tiene al Estado de Chile totalmente abocado a poder recuperar estos espacios. Ya hemos ido avanzando, tuvimos una buena demolición, tuvimos también la capacidad de poder ver cómo vecinos y vecinas celebraban la medida porque sentían que por primera vez después de mucho tiempo había autoridades que estaban presentes, había autoridades que se hacían parte de una necesidad muy sentida por la comunidad que es que los espacios públicos pertenezcan a todos y todas”, expresó la delegada Martínez.

Asimismo, el plan de recuperación del lugar en Quilicura considera la instalación de bancas y mejoras estéticas del lugar luego de haberse realizado el trabajo. Según detallaron en la delegación, para este proceso se articuló un comité de seguridad en apoyo de la comunidad.

El 9 de junio de 2020, Vladimir Osorio se encontraba en una plaza ubicada en calle Cedros con Quillay, en Quilicura. Hasta ahí llegaron varios sujetos que se movilizaban en un automóvil, desde cuyo interior efectuaron disparos, varios de los cuales impactaron en el cuerpo del joven, quien falleció posteriormente mientras era atendido en un centro de asistencia pública.

La causa penal del Ministerio Público indica que los atacantes se movilizaban en un vehículo que no registraba encargo por robo y si bien (la PDI) ubicó al propietario inscrito del automóvil, lo entrevistaron y este les manifestó que había sido vendido en un remate.

Diligencias posteriores efectuadas en las autopistas concesionadas revelaron el paso del automóvil en pórticos y durante horas próximas a que ocurriera el homicidio. Asimismo, en virtud de las indagaciones policiales, se logró ubicar el referido automóvil estacionado al interior de un inmueble en Conchalí y la propietaria del inmueble indicó a los policías que su nieto lo guardaba en ese lugar.

Durante la inspección exterior del automóvil, los policías confirmaron que en el interior había una vainilla de bala.