Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular: el nuevo grupo de convencionales que impulsa la candidatura de Eric Chinga a la mesa
Sin conformarse formalmente como colectivo, la nueva orgánica reúne a representantes de los escaños reservados y a convencionales de Pueblo Constituyente (ex Lista del Pueblo), quienes promueven un cambio al modelo neoliberal, la reivindicación de tierras de los pueblos originarios y la protección de la naturaleza, entre otros.
Eran las 11.20 horas del jueves 9 de septiembre y la tensión en el pleno de la Convención Constitucional había subido a tal punto que la presidenta de la instancia, Elisa Loncón, suspendió la sesión.
Minutos antes, algunos de los representantes de los pueblos originarios reclamaban a gritos a la mesa en medio del debate por el reglamento de Consulta Indígena, que ese día debía votar el pleno y cuyo quórum se había establecido en los 2/3 de los convencionales para su aprobación.
El episodio marca el quiebre que hubo entre los 17 convencionales de escaños reservados, y que generó -en la práctica- su división en dos grupos; uno, conformado por las representantes mapuches Natividad Llanquileo, Francisca Linconao y Victorino Antilef, junto a Eric Chinga (diaguita), Margarita Vargas (kawésqar), Wilfredo Bacián (quechua) e Isabel Godoy (colla), quienes tienen un perfil más político en la Convención, ligado al PC y con mayor cercanía a Pueblo Constituyente (ex Lista del Pueblo) . Y el otro, donde están la propia Loncón y sus pares mapuches Adolfo Millabur y Rosa Catrileo; Lidia González (yagán), Luis Jiménez (aimara) y Tiare Aguilera (rapanui).
Tras el alejamiento de los primeros, las conversaciones y cercanía con algunos de los convencionales de Pueblo Constituyente y otros independientes de izquierda terminaron por decantar en la conformación de la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular, orgánica que aún no se constituye como colectivo propiamente tal, pero que busca trabajar de manera unida y coordinada en esta segunda etapa del proceso constitucional. De hecho, lanzaron a Chinga como su candidato para la presidencia del órgano, y Llanquileo será el nombre que impulsen para una de las vicepresidencias adjuntas.
El pasado 12 de diciembre, la Coordinadora Plurinacional dio su primer paso, oficializándose como fuerza política dentro de la Convención, con ocho integrantes: los convencionales Alejandra Pérez, Elsa Labraña, Giovanna Grandón, Manuel Woldarsky y Tania Madriaga -todos renunciados al colectivo Pueblo Constituyente-, y los representantes de escaños reservados Chinga, Llanquileo y Godoy.
Y a contar de este miércoles, también se unieron formalmente a la Coordinadora los escaños reservados Linconao, Vargas, Antilef y Bacián, y el convencional Marco Arellano (quien oficializó su salida de Pueblo Constituyente durante esta jornada). Además, fuentes de la nueva orgánica explican que están en conversaciones con otros cinco convencionales, quienes podrían sumarse a su trabajo desde la próxima semana, luego que la Convención formalice el inicio de su segunda etapa, con la elección de una nueva mesa directiva.
Los principios
Cuando dieron a conocer su intención de agruparse, a mediados de diciembre, los integrantes de la Coordinadora enfatizaron -a través de una declaración pública- los principios que impulsarían en el proceso constituyente, y afirmaron: “Habiendo asumido mandatos vinculantes de los territorios y los pueblos, ejerciendo nuestro derecho a la autodeterminación en base a los principios de la democracia participativa y directa, plurinacional, social, comunitaria y mutualista, poniendo fin a las prácticas corruptas y elitistas, que no hacen sino reflejar el interés al que responde la política tal como la conocemos hoy, comenzamos a trabajar unidas y unidos”.
Asimismo, expusieron que “asumimos un compromiso público con el respeto irrestricto de los derechos humanos individuales y colectivos, del mismo modo que con los derechos de la naturaleza. Buscamos poner freno a los abusos causados por el Estado y a la militarización de los territorios; a la vez, proponemos poner freno a la mercantilización y la precarización de la vida, que no permiten cumplir el objetivo de lograr la garantía de ejecución de los derechos sociales, de la naturaleza, la protección de los bienes comunes y el buen vivir”.
A esto, Elsa Labraña -en conversación con La Tercera- explica que algunos de los énfasis que quieren promover en la nueva Constitución son la protección de la naturaleza y la reivindicación de los pueblos originarios, “no solo en cuanto al reconocimiento de su identidad, sino también de la posesión de sus tierras”. A esto -dice- se suma “el tema de la recuperación de los bienes comunes, que para nosotros es súper importante, porque de esa manera es como podemos sustentar todo lo que son los derechos sociales. También tenemos una postura antineoliberal, porque entendemos que este modelo económico es contrario a la vida y a la naturaleza, por tanto, tenemos que defendernos de aquello y presentar posturas claras frente a este modelo que muchos convencionales aún quieren sostener, hacerle mejoras o hacerlo más perfectible, pero en realidad para nosotros el modelo tiene que ser cambiado”.
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