Cuatro regiones tienen más del 90% de ocupación en las residencias sanitarias
En agosto, con la baja de los casos, comenzó una disminución progresiva de estos recintos en el país: si en el peak había 151, hoy son 47. Pero el rebrote elevó rápidamente la demanda y mantiene agotados los cupos de aislamiento en Ñuble y Biobío, mientras en Maule y La Araucanía la ocupación supera el 90%. Desde el Minsal explican que se ha apostado por el confinamiento domiciliario, pero que, de requerirse, se habilitarán nuevas plazas.
A mediados de julio, los casos de Covid-19 iniciaron un descenso notorio, que se mantuvo por más de tres meses. Y con un panorama epidémico más promisorio, de la mano de una exitosa campaña de vacunación, las autoridades resolvieron suprimir algunas medidas, como el toque de queda, y flexibilizar otras, con un nuevo plan Paso a Paso que amplió aforos y puso término a las cuarentenas.
Lo mismo ocurrió en el sistema de salud y la red de apoyo. A la vez que las autoridades autorizaron a hospitales y clínicas a ir desarmando algunas unidades críticas, también cesaron los contratos con los hoteles que operan como residencias sanitarias para aislar a los contagiados que no cuentan con las condiciones para hacer aislamiento en sus domicilios.
En estos recintos, a los que se accede previa derivación de la autoridad sanitaria, hace casi tres meses comenzaron a disminuir los cupos disponibles. Así, mientras en abril pasado -coincidiendo con el peak de los contagios- se contabilizaban 151 establecimientos habilitados y 13.086 camas disponibles, actualmente hay 47 vigentes, que brindan 4.479 plazas. Y de ellas, el 80% ya está ocupada.
Frente a la disminución de residencias, Camila Gotelli, encargada nacional del programa Residencias Sanitarias, explica que “desde agosto comenzó una disminución progresiva de las residencias sanitarias, la que fue de la mano con la disminución de casos. En paralelo, ese mes se lanzó el programa de Control de Aislamiento Domiciliario (CAD), incentivando y educando a la población para realizar aislamientos seguros y efectivos en domicilios y dejando a las residencias sanitarias para las personas que realmente no cuenten con las condiciones para aislarse en su casa”.
Residencias saturadas
La reducción de estos espacios, junto al alza de contagios, han hecho que queden pocas vacantes en las zonas más afectadas por el rebrote en curso. Actualmente hay cuatro regiones saturadas: Maule, La Araucanía, Ñuble y Biobío.
Según el último informe del Minsal, mientras en las dos primeras la ocupación supera el 90%, Ñuble y Biobío no tienen plazas disponibles.
Gotelli añade que “diariamente se monitoriza la ocupación de las residencias sanitarias y se evalúa la necesidad de habilitar nuevas, según corresponda a la situación epidemiológica de cada región. Esto es, ha sido y seguirá siendo un proceso dinámico de aperturas y cierres durante la pandemia”.
Sofía Salas, académica del Centro de Bioética de la Universidad del Desarrollo, destaca la importancia de la estrategia: “Se debe seguir aislando a los casos positivos o a los sospechosos que están a la espera del PCR. En la medida en que la tasa de positivos siga aumentando y como una forma de contribuir a las medidas de aislamiento de aquellos que no tienen cómo hacerlo en sus casas, sí debieran mantenerse las residencias, aunque la mejor estrategia es promover la vacunación de los rezagados”.
Miguel O’Ryan, infectólogo de la Universidad de Chile, explica que “va bajando la necesidad de las residencias en la medida en que las personas están vacunadas, pues disminuye el riesgo y podría favorecer en la posibilidad de que la persona haga el aislamiento en su casa, pero es una medida que vale la pena mantener en esta etapa intermedia”.
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