Daisy Pezoa, encargada de salud de Sichel: “Es poco probable que con un 90% de vacunación haya situaciones catastróficas como los dos peaks anteriores”
La doctora plantea que gran parte de la estrategia actual de contención del virus, principalmente el plan de vacunación contra el Covid-19, debe mantenerse con miras al 2022. Sin embargo -de llegar al gobierno-, ante rebrotes o agudización de la crisis sanitaria, optarían por medidas sanitarias menos restrictivas que las cuarentenas o toques de queda. El foco de un gobierno de Sichel a nivel sanitario, dice Pezoa, estará en la resolución de la "segunda pandemia" de atenciones médicas que han sido postergadas por el virus.
A mediados de agosto, el exministro y candidato a la Presidencia Sebastián Sichel dio a conocer su equipo programático. En la instancia señaló que dentro de los convocados había “gente que viene de regiones, hombres y mujeres, distintas edades, diferentes mundos profesionales”. Una de ellas es la médica Daisy Pezoa, hoy por hoy encargada programática de salud del comando. Pezoa es médico cirujano de la Universidad de Santiago (Usach) y magíster de la U. de Chile.
Ante un virus que, según los expertos, “llegó para quedarse”, La Tercera PM está consultando a los encargados del área de los comandos presidenciales sus visiones y planteamientos sobre cómo continuarán administrando la crisis sanitaria, eventuales rebrotes del virus y sus consecuencias.
Enfocarse en la “segunda pandemia” de atenciones postergadas, dar resolución a los problemas de salud mental y continuar con la estrategia de vacunación son algunos de los ejes que marca Pezoa como prioridades, si es que Sichel llega al sillón presidencial en marzo próximo. Desde ya, y al igual que la postura que ha marcado el candidato, la doctora es contraria a las medidas restrictivas como la cuarentena o los prolongados toques de queda.
De asumir la próxima administración, es probable que a marzo del 2022 el Covid-19 no esté superado del todo como crisis sanitaria. ¿El plan es dar continuidad a lo que ha hecho el gobierno? ¿A qué aspectos?
El Covid-19 llegó para quedarse. No es una pandemia que se va a terminar este año ni el 2022. Pretendemos continuar con todos los puntos positivos del manejo actual de la pandemia, como el testeo, la trazabilidad y el aislamiento, porque es lo que nos ha ayudado a quebrar la cadena de contagio. Si bien estamos con una positividad baja, no podemos avizorar aún qué va a pasar con el contagio de la variante delta. Frente a ello, nuestro plan es seguir con la vacunación que se ha desarrollado en este gobierno. Tenemos más del 90% de la población chilena vacunada, eso son más de 13 millones de habitantes. Y continuar con la vacunación en los colegios, donde se estima llegar a 1,5 millones de escolares. Sin embargo, hay que realizar estrategias específicas para los pacientes que están rezagados, como vacunatorios móviles, acercar los centros de vacunación en lugares o comunas apartadas de las regiones.
Sebastián Sichel ha sido crítico de las prolongadas cuarentenas, o del toque de queda por comunas. Si en marzo la situación empeorara, ¿se abre a utilizar las medidas del Estado de Excepción Constitucional?
Aquí la prioridad tiene que ver con la vida de las personas. La seguridad es lo prioritario. Es poco probable que la baja positividad, y con un 90% de avance de vacunación, tengamos situaciones tan catastróficas como los dos peaks anteriores. Ahora bien, si sanitariamente es necesario volver a un estado de excepción, tendrá que hacerse, pero parece muy poco probable por el estado sanitario actual. Sin embargo, la alerta sanitaria permite establecer medidas de cuidado personal que son fundamentales y otras que la población ya tiene muy concientizadas, como el uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social.
Dicho eso, el Colegio Médico (Colmed) propone cuarentenas de corta duración (”cortocircuito”) ante brotes de Covid-19, ¿le parece una medida a considerar?
El Colmed ha sido un aporte en relación a la mesa de expertos para el Minsal, pero en cierta forma han querido tener el protagonismo. Cuando hay una crisis sanitaria tan importante como la del Covid-19, es importante tener una institucionalidad y un respeto a la autoridad sanitaria, que todos vayamos unidos hacia un mismo lado. En el equipo tenemos economistas y nos parecen discutibles los resultados de esta estrategia que hace un tiempo, donde propusieron cuarentenas muy estrictas por cortos períodos. A la larga, no se han visto buenos resultados. Tenemos que continuar con las estrategias que se han hecho bien: la vacunación masiva, la unificación de la red público-privada para el manejo de las camas críticas. En Chile nunca se produjo el dilema de la última cama porque se logró unir el sistema publico y privado.
¿Qué harían distinto a la administración actual?
Si Chile le da la oportunidad a Sebastián Sichel de ser el presidente, nos vamos a enfocar en la ‘segunda pandemia’, que son todas las patologías postergadas por el coronavirus. El Covid-19 no solo detuvo la actividad económica, sino que restringió muchas prestaciones de salud. Atenciones de especialistas, cirugías por falta de pabellones, horas fueron suspendidas, hoy hay más de dos millones de pacientes en lista de espera. Vamos a poner un énfasis en las postergaciones por Covid. En los primeros 100 días de gobierno vamos a ‘atacar’ todo lo que es salud mental y las patologías derivadas, como duelo patológico, depresión, consumo de alcohol y drogas que ha aumentado.
¿Y en el caso de la lista de espera de atenciones quirúrgicas?
En los primeros 100 días también vamos a dar énfasis en la resolución de la lista de espera. ¿Cómo? Queremos extender el horario de atención de los hospitales, aumento de extensión del funcionamiento de los pabellones, y con convenios público-privados que permitan descongestionar la espera. Además, queremos fortalecer la atención primaria para que sea más resolutiva. Gran parte de la población chilena que está en Fonasa, incluyéndome, se atiende y resuelve sus patologías en los Cesfam.
¿Adhieren a un plan universal de aseguramiento en salud? ¿Con o sin participación del mundo privado?
El plan universal de salud que postulamos desde el inicio con Sebastián Sichel es una integración (de los sistemas). Un básico común mínimo para todos, donde uno pueda optar a seguros complementarios y que no discrimine, que sea más parejo, unificado. Es una política pública más a largo plazo, con un período de transición de al menos ocho años en su implementación.
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