De la desconfianza hacia los partidos a las condiciones previas: cómo la sociedad civil se incorporó a la franja del Rechazo
Chile Vamos y el Partido Republicano sumaron a nueve organismos para que transmitan su mensaje. En la previa, hubo un proceso de selección de cada entidad, conversaciones y también la inquietud de algunos dirigentes de ser cooptados por los partidos y perder su autonomía.
“Estábamos cautelosos de ver si entraba un personajillo raro de la derecha. Un Joaquín Lavín (UDI) o algo así”. Medio en broma y medio en serio, un integrante de la sociedad civil refleja así la desconfianza inicial que tuvieron los organismos antes de incorporarse a la franja del Rechazo, luego de que Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) y el Partido Republicano decidieran cederles sus minutos.
No era el único. De los nueve organismos que se inscribieron oficialmente en el Servel -Coordinadora Nacional de Movimientos Ciudadanos, Salud Libre, No más víctimas, Mi derecho a educar, Mentoras, Cabilderos, Educación Libre y Diversa, Con mi plata no y Apyme - varios tenían dudas sobre la verdadera autonomía que tendrían de incorporarse en ese espacio.
“Dígannos la firme, ¿cómo va a ser la franja?”, fue la pregunta que varios le hicieron a los enlaces que los partidos definieron para hacerse cargo de la pieza audiovisual: Gonzalo Müller (UDI), Jorge Selume (Evópoli), Bernardo Fontaine (RN) y Marco Antonio González (Partido Republicano). Aunque algunos dirigentes de estos organismos tienen cercanía con las tiendas opositoras -como Francisco Orrego (RN, Con mi plata no) y Claudio Salinas (cercano a la UDI, La Coordinadora)-, la preocupación inicial era que los partidos impusieran una pieza audiovisual hecha de antemano, y que ellos no tuvieran poder para influir sobre el mensaje y contenido que querían transmitir.
“No estábamos dispuestos a ser utilizados por los partidos. Ellos tienen que ponerse al servicio de la ciudadanía”, dice Carlo Siri, dueño de la ex Fuente Alemana y quien participa de No más víctimas.
“Aceptábamos que los partidos nos dieran sus minutos, pero que nosotros veamos el contenido”, dice Stephania Jeldrez de Con mi plata no. La autonomía fue una de las condiciones que los organismos pusieron al comando, y las colectividades rápidamente transmitieron que sería así. Que ellos tendrían autonomía para transmitir el mensaje que quisieran.
Sin embargo el entendimiento no fue fácil y fue un trabajo que involucró semanas de conversaciones. Reuniones y cafés con decenas de organismos a los que se invitaba a participar, y donde un enlace clave fue el exasesor de la avanzada presidencial de Sebastián Piñera, Claudio Pontillo. El criterio de las tiendas para elegir a los organismos fue que aglomeraran apoyos populares. En ese sentido, en la oposición se fijaron en aquellos movimientos que hubiesen presentado iniciativas populares de norma que no fueron acogidas en la Convención Constitucional.
Uno de esos fue, por ejemplo, Con mi plata No que promovió una iniciativa de “defiende tus ahorros previsionales” por casi 61 mil apoyos. O una de Educación Libre y Diversa de 25 mil apoyos.
La difícil tarea por delante
Por estos días, todos los organismos se encuentran subiendo videos con testimonios que saldrán en la franja. Uno de ellos es el de Ingrid Rojas, de la asociación de padres y apoderados de escuelas especiales, en que dice: “Vimos con esperanza que los derechos de nosotros como padres y de nuestros hijos quedaran plasmados en el texto de la nueva Constitución. Para eso participamos en las iniciativas de normas populares, pero vimos con tristeza y con gran decepción que fueron rechazadas”.
Todos esos testimonios serán recogidos y sintetizados por el director de la franja, Freddy del Pino, y por los enlaces de los partidos para dar un relato común. “Ha ido madurando esto. El Rechazo está en las calles, en los hogares y lugares. Estamos recibiendo personas y organizaciones que mandan su video, o se quieren sumar, o se ofrecen a ver qué hacer. Nuestro problema es que tenemos una estructura muy reducida y que todavía nos cuesta manejar este mar”, dice el exconvencional RN Bernardo Fontaine.
Otra de las acciones que se están evaluando es arrendar una sede física para que las sociedades civiles puedan trabajar desde ahí, así como el comando del Apruebo cuenta con una sede en la calle Londres 43. Pero de momento las reuniones se han dado de manera digital o en distintas oficinas.
Allí se producen las lluvias de ideas en que las sociedades civiles comentan qué transmitir. Conocedores de las gestiones dicen que se enfrentan a dos problemas hasta ahora: primero, que algunos dirigentes son de regiones, lo que complica la fluidez del trabajo, y segundo, que algunos organismos han mostrado un afán de tener mayor protagonismo.
De todas maneras, se está pensando en crear una suerte de “voceros” para que salgan en la franja hablando sobre un tema. Por ejemplo, se piensa en que Carlo Siri es una de las voces más autorizadas para hablar de la violencia, debido a los actos vandálicos que sufrió su local.
Se espera que en el futuro además se vayan sumando otros organismos.
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