De Martin Scorsese a James Cameron: los directores se unen y piden salvar a los cines de la extinción

Mientras en la industria cinematográfica chilena el consenso es que la reapertura formal de las salas no ocurrirá hasta que el negocio de la exhibición sea seguro y rentable económicamente, con al menos un 75% de la capacidad de los recintos -aforo sólo posible en una Fase 5 del plan Paso a paso-, en Estados Unidos el problema es ligeramente distinto: son muchos los cines que han vuelto a abrir sus puertas en los últimos meses, pero sus propietarios se enfrentan a la falta de estrenos disponibles para exhibir.

Si bien -según cálculos de agencias norteamericanas- más de la mitad de los cines de Estados Unidos ya están funcionando con cierta normalidad o capacidad reducida, Hollywood continúa retrasando sus principales estrenos de otoño, ya que los grandes estudios consideran que muchos espectadores aún no están listos para regresar.

De hecho, en el último tiempo, los distribuidores de esperados blockbusters como Mujer Maravilla 1984 y Black Widow anunciaron que dichas películas no llegarán a salas en la fecha prevista y su debut se aplazará para el 25 de diciembre próximo y mayo de 2021, respectivamente.

En paralelo, entre hoy y ayer se anunció que la nueva película de Robert Zemeckis y la secuela de la comedia Borat llegarán directamente al streaming este mes. Dos títulos inicialmente pensados para el cine, en una movida que vuelve a evidenciar que la reapertura total es aún lejana y que los estudios cinematográficos han optado por darle salida a sus estrenos por otras vías y salvarse como puedan para aguantar el chaparrón.

Ante este complejo panorama en Norteamérica, que se repite o empeora al analizar la situación en Europa y Latinoamérica, decenas de realizadores, entre los que se cuentan los grandes cineastas de Hollywood de las últimas décadas, se unieron para firmar una carta pidiendo al Congreso estadounidense un plan de salvataje a los teatros y salas de cine de ese país, y solicitando subsidios y ayudas concretas que impidan la extinción de estos recintos.

Martin Scorsese, James Cameron, Sofia Coppola, Clint Eastwood, Greta Gerwig, Pedro Almodóvar y Wes Anderson son sólo algunos de los nombres que estamparon su firma en la misiva, despachada esta semana, difundida por la prensa estadounidense y dirigida al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell; a la presidenta de la Cámara de Representantes demócrata Nancy Pelosi; al líder demócrata del Senado Chuck Schumer y al líder republicano de la Cámara Kevin McCarthy.

La carta pide que los legisladores trabajen de manera conjunta para redirigir los fondos no asignados del programa CARES o que autoricen nuevos sistemas de asistencia directa para aquellas empresas que han sufrido las mayores caídas de ingresos como resultado del Covid-19, como es el caso de los cines y teatros. De acuerdo a medios como The Hollywood Reporter, la gran mayoría estos recintos de exhibición, aproximadamente el 93%, sufrieron pérdidas cercanas al 75% durante el segundo trimestre de 2020, luego que la asistencia a los cines evidenciara una caída histórica desde mediados de marzo a raíz de la emergencia sanitaria.

“Los cines son una industria esencial que representa lo mejor que el talento y la creatividad estadounidenses tienen para ofrecer. Pero ahora tememos por su futuro”, señala el documento, que también cuenta con las firmas de directores como Judd Apatow, Zack Snyder, Damien Chazelle, Jordan Peele, Noah Baumbach, Rian Johnson, Ang Lee, Steven Soderbergh, Richard Linklater, Christopher Nolan, Denis Villeneuve y M. Night Shyamalan. En resumen, prácticamente todos los grandes realizadores del Hollywood de las últimas décadas, desde los más “mainstream” hasta los héroes del cine independiente.

“Nuestro país no puede darse el lujo de perder el valor social, económico y cultural que brindan los teatros y cines. La experiencia de ir al cine es fundamental para la vida estadounidense. Los teatros son grandes unificadores, donde los narradores más talentosos de nuestra nación muestran sus logros cinematográficos”, agrega la misiva, en la que los cineastas se unieron a la Asociación Nacional de Propietarios de Cines, el Gremio de Directores de América y a la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (Motion Picture Association).

Si la tendencia a la baja continúa, advierte la OTAN en el mismo documento, el 69% por ciento de las salas de cine pequeñas y medianas se verán obligadas a declararse en quiebra o cerrar definitivamente, mientras que se perderán el 66% de los puestos de trabajo en las salas de cine. “No se puede subestimar la importancia única de las salas de cine para nuestras comunidades, la cultura y la economía”, dijo el presidente y director ejecutivo de la OTAN, John Fithian, en un comunicado.

En medio de la crisis desatada por la pandemia, algunas grandes cadenas cinematográficas también han tenido que tomar decisiones drásticas. Esta semana, por ejemplo, Cinemark, cadena con presencia en EE.UU, Taiwan, Brasil y también Chile, confirmó a FOX Business que está evaluando reducir -en principio en Norteamérica- sus horas de operación diarias, a raíz de la baja asistencia a salas y la falta de nuevos lanzamientos.

Por ahora, a falta de stock disponible de nuevos estrenos, las expectativas de la industria están depositadas en Sin tiempo para morir, la nueva entrega de la saga James Bond y la última que protagoniza el británico Daniel Craig, con fecha de estreno en cines para el próximo 20 de noviembre. Eso, si de aquí hasta esa fecha el estudio a cargo no decide retrasar su estreno, como ha sido la tendencia hasta ahora.