Director de Fonasa y reforma de salud: “No se pudo avanzar con una política única; los cambios han ocurrido por las coyunturas”
Camilo Cid, economista a cargo del Fondo Nacional de Salud, sostiene que el proyecto de ley presentado el 31 de enero busca avanzar en el fortalecimiento de Fonasa y consolidar medidas como la derivación automática de pacientes a un segundo prestador. Sin embargo, recalca que todavía es necesario presentar una iniciativa adicional para dar pasos hacia los cambios más profundos comprometidos por el gobierno, los cuales se han visto obstaculizados.
El pasado viernes 31 de enero, casi al cierre de la jornada y del período legislativo 2024, el gobierno ingresó al Congreso el proyecto de ley de Modernización del Sistema Nacional de Servicios de Salud comprometido en el marco de la ley corta, donde el Ejecutivo se comprometió a presentar “uno o más proyectos de ley destinados a reformar el sistema de salud” en su conjunto. Esta iniciativa busca avanzar hacia la reforma del sistema de salud, con un enfoque en el fortalecimiento de Fonasa.
El proyecto detalla en un total de 69 páginas cómo se buscará fortalecer la acción de Fonasa, proponiendo medidas como la toma de responsabilidad por parte de Fonasa en la gestión y pago de licencias médicas. Además, se plantea la derivación automática de pacientes a un segundo prestador en casos de incumplimiento de plazos por parte del prestador original en el sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES) y el fortalecimiento de la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast).
Con este proyecto también se complementa la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), creada en la ley corta y que, de acuerdo con el director de Fonasa, Camilo Cid, estaría disponible a partir del 1 de julio.
Con todo, el economista plantea que aún falta presentar un proyecto más avanzado para la reforma de salud que está en el programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric, con el objetivo de implementar un sistema universal de salud, con financiamiento unificado, donde las isapres se transformarían en seguros complementarios.
¿Por qué el proyecto de ley no se ingresó antes y se esperó hasta el último minuto?
La verdad es que este tipo de iniciativas las lleva el Ministerio de Salud y requieren una coordinación sectorial importante para su formulación, lo que toma tiempo. Las personas encargadas de coordinar la propuesta, principalmente en el gabinete, se tomaron su tiempo, y por eso se demoró en presentarse. No es una cuestión fácil o sencilla, sobre todo porque la iniciativa tiene distintos componentes.
¿Cómo proyecta la discusión en el Senado, donde hay varios proyectos?
Hay temas que se han planteado en discusiones previas, por lo que deberían ser fáciles de retomar. Existe disponibilidad, conocimiento e información que se ha debatido anteriormente, lo que podría facilitar la discusión. Además, hay puntos que mejoran la eficiencia de Fonasa, por lo que veo difícil que alguien se oponga a eso. Debería ser una discusión relativamente fácil.
De aprobarse este proyecto, ¿cuánto tomarían en implementarse estos cambios?
El segundo prestador automático, al igual que los convenios de gestión, son prácticas que ya se realizan y que ahora estamos consagrando en la ley para hacerlas permanentes. Por ejemplo, en 2024 Fonasa derivó a 60.000 personas con retrasos en GES al segundo prestador. La mitad de esos casos correspondió a lo que ahora llamamos riesgos de incumplimiento, es decir, sin que aún hubiera un reclamo formal de las personas. Esto es algo que hemos impulsado en esta administración y creemos que debe ser permanente, por lo que se está incorporando en la ley. Hay otros cambios cuya implementación será más lenta, pero el proyecto establece tiempos y etapas para su desarrollo.
El plan del gobierno era crear un Fondo Único de Salud (FUS) y que las isapres queden como segundo piso. ¿Cómo este proyecto de ley se liga con esa propuesta?
El Copago Cero y la implementación del MCC son las políticas más relevantes que hemos impulsado desde el punto de vista del impacto en Fonasa, y van en la dirección de construir esas reformas. No son hechos aislados, sino que aumentan la protección financiera y otorgan gratuidad en la modalidad de atención institucional. Entonces, diría que los cambios que se han hecho y los que se proponen ahora para fortalecer Fonasa contribuyen al avance hacia esa reforma más profunda, sin llegar a concretarla aún, pero encaminándose en esa dirección.
¿Y cuánto falta para esa reforma, o qué falta?
Falta un proyecto, porque tienen que existir parámetros diferentes para que se consolide, y creemos que esa propuesta tiene que presentarse antes de que termine el gobierno.
¿Cómo sería ese proyecto?
Consolidaría la mirada hacia un sistema universal de salud, que en este caso es financiado por un Fondo Universal de Salud, tal como está en el programa, pero con unos plazos y tiempos que determinen su viabilidad. La idea es que se presente en lo que queda de gobierno para que comience una discusión más de fondo en el país, y en el lugar donde estas discusiones se dan, que es en el Congreso.
¿Es un proyecto en el que se está trabajando?
Es un proyecto que viene del programa, y por lo tanto es un proyecto que tiene bastante avance, pero lo que hay que hacer y precisar es cómo se puede ir desarrollando en el tiempo. Cuáles son los plazos, las etapas de cada uno de esos pasos, en qué tiempo se podrían realizar.
Respecto a la MCC, ¿cómo va el trabajo para implementarla? ¿Cuándo las personas podrían contratar esta modalidad?
La implementación de esta modalidad requiere varias etapas. Una de ellas son las pólizas, que es el producto que Fonasa determinó para que las compañías inscritas en la Comisión para el Mercado Financiero comercialicen. Estas pólizas son en su mayoría grupales, aunque una es individual. En esencia, establecen una prima plana, sin discriminación, que otorga cobertura financiera para reducir drásticamente los copagos en la modalidad de libre elección vigente. Luego están las bases de licitación, que ya están en Contraloría. Si se toma razón prontamente, podríamos realizar la licitación en marzo. De ser así, cumpliríamos con tener la modalidad disponible para las personas el 1 de julio.
Queda un poco más de un año para que termine el gobierno, ¿está conforme con los cambios en salud?
Uno nunca está completamente conforme porque siempre hay desafíos. Tenemos retos importantes, como los tiempos de espera, que están relacionados con aspectos estructurales del sistema. Por eso, avanzar hacia un cambio estructural es necesario. Como mencionábamos al inicio, es probable que esta discusión sobre el avance hacia un sistema universal de salud se mantenga. Por eso, al menos debe quedar planteado legislativamente.
¿Qué tanto se podrá ver de la reforma de salud prometida en el programa?
Como he dicho, hemos dado pasos relevantes que forman parte de esa reforma, como la modalidad de atención institucional, que también está en el programa, y la MCC. Estas son ideas que estaban consideradas.
No se verán todos los cambios propuestos...
Evidentemente, no se pudo avanzar con una política única y en etapas definidas, sino que los cambios han ocurrido en función de las coyunturas que hemos enfrentado, como la crisis de las isapres y las restricciones presupuestarias que han surgido.
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