El otro efecto: Gobierno corta sus escasos puentes con la oposición

"Es un mal precedente que el Presidente hable de la voluntad de llegar a acuerdos con la oposición, mientras se quebranta lo que han sido políticas de Estado,como el respeto a los tratados internacionales. Difícil llegar a acuerdos sustantivos con un gobierno que actúa mirando encuestas". Las palabras del senador socialista, Juan Pablo Letelier, aluden a la determinación del gobierno de Sebastián Piñera de no firmar el Pacto Mundial para la Migración de la ONU y a la expectativa del Ejecutivo de avanzar en acuerdos paralelos con la oposición.

El fin de semana, durante el consejo de gabinete ampliado realizado en el Regimiento Granaderos de Quillota, el Presidente llamó a sus ministros a avanzar en la agenda legislativa, en particular en los proyectos íconos del gobierno: Reforma tributaria, de pensiones y de educación, entre otros.

Pero la decisión del Ejecutivo de restarse del Pacto Migratorio de la ONU, según varios miembros  de la oposición,  puso más trabas a eventuales entendimientos. De hecho, la determinación le valió duros cuestionamientos de algunos de los escasos personeros de oposición que se han mostrado llanos a conversar desde el día uno, como el senador socialista José Miguel Insulza.

Ayer el ex ministro de Relaciones Exteriores de la Concertación -en entrevista con Duna- hizo su juicio más severo contra la administración de Piñera al afirmar "cree que puede hacer lo que se le dé la gana esperando que todo el país lo apoye, y eso no va a ocurrir esta vez".

El fin de semana en Quillota, el ministro Blumel se mostró optimista frente a la posibilidad de llegar a acuerdos. Según un asistente, en conversaciones informales durante la cena con cordero a la parrilla comentó que ahora existe un sector de la oposición que está más abierto que al inicio del periodo.

En la oposición aseguran que el titular de la Segpres peca de optimismo, y critican que la estrategia de acercamiento con la oposición ha sido "el pirquineo de votos", logrando acuerdos muy puntuales con personeros sin representatividad real en el sector, como algunos diputados DC y radicales.

Efectivamente, en el senado Insulza, Ricardo Lagos Weber (PPD), Jorge Pizarro (DC) y Felipe Harboe (PPD) se cuentan entre los parlamentarios abiertos a dialogar, pero no sin reparos al estilo del Gobierno.

"El gobierno tiene una bipolaridad preocupante. Habla de llegar a acuerdos, pero solo pasan si uno acepta lo que ellos quieren.  Incurre , además, en agresiones públicas a la oposición. En la oposición algunos que tenemos voluntad de acuerdos, pero no de  esa forma", sostiene el senador PPD.

Harboe añade que el gobierno no mostrado disposición a avanzar en acuerdos en temas fundamentales, como la reforma tributaria. De hecho, el parlamentario cuestiona que el estilo del ministro de Hacienda Felipe Larraín. "El ministro Larraín cree que los acuerdos pasan porque se acepten sus términos. Así la reforma tributaria es difícil porque asegura recaudación", dice.

En la oposición son varios los que estiman que no hay posibilidad de llegar a acuerdo sobre el proyecto de reforma tributaria tal como está. Y que el gobierno debiera cambiarse de caballo y apostar a un entendimiento en la reforma previsional, que en la última CEP resultó ser una de las principales preocupaciones de los chilenos.

"La reforma tributaria va a tener tremendas dificultades para avanzar, porque solo beneficia a un segmento. El ámbito donde es necesario construir un pacto social es en previsión, porque es el tema que más afecta a todos", sostiene el senador Letelier.

Harboe coincide en el punto, señalando que "el esfuerzo de diálogo del Gobierno debería estar en las pensiones. Recomendaría un esfuerzo en eso".