El año con más homicidios de carabineros en dos décadas: el interminable luto que, en 2022, suma tres muertos
El crimen del sargento Carlos Retamal fue el tercero registrado en estos diez meses en Carabineros. Desde la institución advierten que nunca, desde el 2000 en adelante, se había producido esta cifra de homicidios de integrantes de la policía uniformada atribuible a terceros, algo que los tiene con tristeza y rabia. El propio general director, Ricardo Yáñez, advirtió que "esto espero que sea un punto de inflexión en el cual todos, y cada uno de los actores intervinientes en el sistema penal, hagamos un esfuerzo mayor para que los responsables de agredir a quienes defienden a la ciudadanía estén en la cárcel, y no al revés".
“La familia está afectada, pero más que tristes, están enojados y se entiende también”. Esa es la advertencia que hacen, al menos, cuatro generales de Carabineros, al consultarles cuál es la sensación de los padres y la hija (14 años) del sargento Carlos Retamal (40), funcionario que falleció durante la noche de este martes 11, al no resistir más una agonía de casi tres días. Su deceso provoca un triste récord y es que en dos décadas nunca se registró tal cantidad de integrantes de la policía uniformada víctimas de un homicidio.
El uniformado había sido víctima de un brutal golpe con una “gata hidráulica” el domingo en San Antonio, cuando fiscalizaba una carrera clandestina en un sector rural de la Quinta Región. El ataque provocó graves contusiones en su cráneo y en su rostro, ocasionando una hemorragia difícil de controlar, además de un daño neurológico que para los facultativos era irreversible.
El sentir de la familia también está extrapolado en gran parte de los funcionarios de Carabineros. “El paco, hoy día, prefiere que le peguen a irse preso”, advierte, crudamente, un capitán. “Esto es malo por todos lados. Más de 20 detenidos y ninguno preso”, advierte, ahora, un general, quien desliza que esa es la cantidad de personas detenidas por agresiones a seis uniformados durante el fin de semana, pero que ninguno quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva. Al menos como señal de la gravedad de atacar a la autoridad policial que está cumpliendo su labor.
Esta incomodidad en Carabineros también está dada porque, particularmente este 2022, ha sido en extremo violento con los funcionarios de la institución: entre enero y octubre se registraron 942 policías agredidos, y tres resultaron fallecidos. Este último antecedente es manejado en la policía uniformada como algo inédito, pues se trata de fallecimientos por acciones de terceros con dolo, es decir, homicidios directos, y que no corresponden a accidentes de tránsito u otros infortunios durante sus servicios.
En las dos últimas décadas -del 2000 en adelante- nunca se habían registrado tres carabineros asesinados en menos de un año. Sí, en la década de los 70, 80 y 90, advierte una fuente policial, donde era un poco más habitual tener este registro debido a otros contextos históricos, pero en plena democracia, como hoy día, no.
Así también queda en evidencia en el “memorial virtual” que Carabineros publicó últimamente en su página web, justamente, para visibilizar y homenajear a sus 1.229 mártires.
Por ejemplo, en 2021 se produjo un deceso a manos de terceros, el del sargento Francisco Benavides, quien fue asesinado en mayo del 2021 en La Araucanía. Por ese crimen la Fiscalía pidió la cadena perpetua de los dos imputados por el crimen.
Un año antes, en 2020, también en La Araucanía, el cabo Eugenio Nain falleció, tras recibir un disparo en medio de una emboscada en la Ruta 5 Sur. En esa causa también hay una persona imputada, quien está a la espera de la realización del juicio oral.
En tanto, en 2019 no hubo homicidios contra Carabineros, y en 2018 solo se contabilizó uno; en 2017, dos, y en 2016, también dos. Misma tendencia se repite hacia atrás, donde la gran mayoría de los decesos es por accidentes de tránsito e incendios.
Yáñez a tribunales: “Arrestamos 500 mil personas al año, pero para que queden presas, ¿cuántas tenemos que detener, mil?”
Los otros dos casos que conmocionaron a la institución, durante este año, ocurrieron en mayo y junio. El primero tuvo lugar en Chillán, cuando el carabinero Breant Rivas (23) murió a manos de un grupo de delincuentes, quienes lo atacaron cuando intentaba hacer una fiscalización por drogas.
El segundo homicidio que impactó en las filas policiales fue el del cabo David Florido (33), quien fue víctima de un disparo en una peluquería, al querer realizar una fiscalización por porte ilegal de arma. El día de su funeral, su padre, cuestionó a las autoridades de gobierno, con el propio Presidente Gabriel Boric en la Iglesia: “Ya se nos escapó de control y puede llegar a instancias mayores”, dijo.
Esta vez, quien realizó un duro análisis sobre lo ocurrido, y el duro escenario de Carabineros, fue el general director, Ricardo Yáñez. En el responso del sargento Retamal, el jefe de la policía uniformada advirtió que “esto espero que sea un punto de inflexión en el cual todos, y cada uno de los actores intervinientes en el sistema penal, hagamos un esfuerzo mayor para que los responsables de agredir a quienes defienden a la ciudadanía estén en la cárcel, y no al revés”.
El general agregó: “¿Qué le podemos decir a la hija del sargento Retamal? Qué le decimos, ¿qué esto no va a volver a ocurrir?, ¿que su padre era alguien leal a sus camaradas y que estaba donde la gente lo necesitaba? Pero, ¿para qué? Para que los agredan, disparen, o que digan que no llegamos cuando nos llaman, bueno, esta vez acudimos“.
En la policía uniformada, además, está instalada la sensación de que cuando ocurren este tipo de situaciones se registran detenidos, pero que no hay sanciones mayores. Sí reconocen que la pena por matar a un carabinero es la perpetua, pero no hay una condena elevada para quienes agreden a los policías. “Hoy día tenemos 15 carabineros diarios lesionados, los agreden, los escupen, los insultan (...) No podemos seguir haciendo de esto algo normal, relativizando la violencia”, dijo Yáñez.
En esa misma línea, también deslizó una crítica hacia los otros poderes del Estado: “¿Dónde están los 29 detenidos del fin de semana por la agresión a Carabineros en Puerto Montt?, ¿cumpliendo medidas restrictivas o en libertad? Nosotros los detenemos, pero vuelven a salir. A ver, nosotros detenemos 500 mil personas al año, pero para que queden presas, ¿cuántas tenemos que detener, un millón? Seguiremos haciendo la pega, pero las atribuciones las entrega la ley”, señaló el alto oficial.
Ahora, en el mando policial se enfrentan a un complejo escenario que asumir al momento de levantar la mirada y dirigirse al personal que está en la calle. Ya a pocos días de un nuevo aniversario del 18-O, los generales deberán pedirle a la tropa salir a las calles y “motivarlos” para controlar los duros desmanes que se prevén que ocurrirán entre el viernes 14 de octubre y el próximo martes 18.
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